El juez federal Sebastián Casanello procesó hoy por segunda vez al empresario Lázaro Báez y a su hijo Martín y les trabó un embargo de 800 millones de pesos en el marco de la denominada “la ruta del dinero K”.

A punto de viajar hacia Roma para un encuentro con el papa Francisco junto a varios colegas de Comodoro Py, el magistrado se pronunció así en el capítulo que investiga el ingreso de 33 millones de dólares en bonos a Austral Construcciones a través de Helvetic Services Group y que el detenido empresario intentó justificar como un aporte para la licitación de la construcción de represas en el sur.

El procesamiento también incluyó al abogado Jorge Chueco (vinculado a Helvetic), a Julio Mendoza (presidente de Austral Construcciones) y al apoderado de esa firma Claudio Bustos, y requirió a Suiza la extradición de Néstor Ramos, el titular de Helvetic quien se fue del país horas antes que se ordene su captura internacional.

En sus distintas presentaciones ante Casanello, Báez afirmó que los 33 millones de dólares de la firma suiza Helvetic que fueron a parar a Austral Construcciones formaron parte de una especie de préstamo destinado a afrontar “la licitación para la construcción de las represas” santacruceñas Cepernic y Kirchner.

Sin embargo, el juez Casanello y el fiscal Marijuán investigan si ese dinero dinero fue sacado del país a través de la compra de deuda pública. 

El empresario K y su hijo ya habían sido procesados en abril por lavado de activos, luego de conocerse las imágenes de las cámaras de seguridad que mostraban a Martín Báez y al contador Pérez Gadín contando bajos de dólares y euros en la financiera SGI de Puerto Madero. 

En esa instancia, el juez le aplicó un embargo al empresario de $100 millones, aunque el propio fiscal Guillermo Marijuan admitió que esa cifra había quedado desactualizada luego de la aparición de decenas de propiedades de Lázaro Báez en Santa Cruz, Chubut, Tierra del Fuego y Buenos Aires.

Agencias