SOCIEDAD
29 de junio de 2016
200 años de la Independencia
Los debates al interior del Congreso de Tucumán - julio de 1816, marcaron el sinuoso camino hacia la Independencia la propia Buenos Aires no tenía definida esta situación. Ello marca el grado de indefinición que había por el contexto europeo sobre qué era lo más conveniente.
El 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Pero la cuestión de la emancipación no era lo único a debatirse. Durante las sesiones que se celebraron ese año, se suscitó un intenso debate respecto a la forma de gobierno que adoptarían las Provincias Unidas.
A continuación transcribimos un fragmento del profesor e historiador del Archivo Histórico de la provincia de Buenos Aires Marcelo Rimoldi, quien detalló que “los diputados de la provincia de Buenos Aires que participaron del Congreso de Tucumán fueron Antonio Sáenz, José Darragueira, Esteban Gascón, Cayetano Rodríguez, Pedro Medrano, Juan José Paso y Tomás de Anchorena”.
“Anchorena era el que tenía condiciones más republicanas. Gascón y Sáenz eran monárquicos. Pero el gobierno de Buenos Aires les dio la instrucción de apoyar una Constitución con un Ejecutivo unipersonal, director supremo o lo que fuese, pero no dio indicaciones si debía ser un sistema republicano o monárquico”, afirmó.
Subrayó que “la propia Buenos Aires no tenía definida esta situación. Ello marca el grado de indefinición que había por el contexto europeo sobre qué era lo más conveniente”.
Imagen:El mapa de las provincias que asistieron a cada Congreso, reflejo de su división política
Al referirse al contexto histórico en el que se llevó a cabo la Declaración de la Independencia, el historiador manifestó que “había una situación política muy inestable e incierta, era un país a medio formalizar ya que no había una declaración de la independencia tras 6 años de la emancipación”, en mayo de 1810.
Imagen:José Gervasio Artigas, “Protector de los Pueblos Libres”
Para Rimoldi, “el 25 de mayo de 1810 fue el inicio de un proceso que se logró formalizar en 1816 porque ya había caído Napoleón Bonaparte. Si no, no hubiésemos apurado la declaración de la independencia”, expresó.
“Aún así, dijo, el Congreso no lo hizo inmediatamente. En los documentos se ve que hubo una gran controversia en torno a la forma de gobierno, y la propia Constitución de 1819 se frustró por su perfil monárquico”.
Imagen:El Reglamento de 1815 adoptó el sufragio universal
Luego aseguró que la denominada “Máscara de Fernando” fue una estrategia mediante la cual los impulsores de la Revolución de Mayo juraron que gobernarían en nombre del rey cautivo Fernando VII, y dijo que “la única manera de darnos inserción en el contexto occidental era lograr el reconocimiento de Inglaterra”.
“Pero ésta trató de frenar el proceso liberal. Si nosotros declarábamos la independencia, entrábamos en una rebeldía tal que los hubiese obligado, a ellos, a reprimirnos por ser aliados de España”, apuntó.
Imagen:El llamado Congreso de Oriente o Congreso del Arroyo de la China se reunió el 29 de junio de 1815 en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos
Rimoldi sostuvo que “en 1815 una revolución depuso a Carlos María de Alvear, produjo la disolución de la Asamblea del Año XIII y designó director supremo a Ignacio Alvarez Thomas, quien convocó al Congreso en Tucumán”.
El profesor manifestó que el Congreso “heredaba las misiones de la Asamblea del XIII, que eran declarar la independencia cuanto antes, dictar una Constitución y ver qué forma de gobierno darle al nuevo Estado: una monarquía o una república”.
Otro reflejo de la compleja situación política de aquel momento fueron las dilaciones que hubo entre los congresales que comenzaron a sesionar, el 24 de marzo, hasta que finalmente declararon la independencia, el 9 de julio, “de lo que se deduce que no había mucha ansiedad por la declaración”, agregó el experto.
Subrayó que “tampoco fue que solamente se juntó a los representantes para que levantasen la mano y ahí se terminara todo. Hubo una situación de controversia previa, sectores dentro del Congreso que querían la independencia y otros que no”.
Recordó que “la mayor influencia venía de afuera”, y opinó que “la mayoría de los comentaristas no ven que la situación internacional era muy fuerte: Napoleón cayó en junio de 1815 en Waterloo y sobrevino en Europa el orden neoabsolutista por el cual todo lo que tuviese que ver con rebeliones liberales a la francesa o con la palabra república estaba mal visto”.
“A fines de 1813, vuelto Fernando VII a España tras haber permanecido preso en Francia por Napoleón, empezó a perseguir a los liberales y restauró la monarquía absolutista en España”, dijo, y contó que “inició un neocolonialismo y recuperó las colonias, menos nosotros y Paraguay”.
Rimdoldi evocó que “Inglaterra, que era el árbitro de todo, firmó en 1816 un tratado con España por el cual obtenía ventajas comerciales a cambio de que no ayudasen a los rebeldes americanos”, de lo que concluyó que “el contexto internacional era adverso”.
El referente del Archivo Histórico precisó que “comenzaron las discusiones, lo de la independencia se postergaba hasta que se dio, más que nada por presión externa” y aclaró que “la idea era formalizar una situación que se había dado de hecho: el 9 de julio vino a aclarar el 25 de mayo de 1810”.
Como dato poco conocido, el historiador explicó que “el 6 de julio de 1816, tres días antes de que el Congreso reunido en Tucumán declarara la Independencia, los diputados convocaron a Manuel Belgrano para celebrar una sesión secreta en la que el general planteó la conveniencia de instaurar una monarquía constitucional conducida por un rey inca”.
“Belgrano quería una monarquía política y patriótica, no extranjerizante. Quería designar a Juan Bautista Túpac Amaru, el hermano de Condorcanqui, más conocido como Túpac Amaru II -en 1781- después de encabezar la mayor rebelión en contra de los españoles desde la llegada de Colón a América”, afirmó y agregó que “finalmente, el Congreso nombró como director supremo a Pueyrredón, que tenía descendencia francesa”.
Rimoldi repasó que “Estados Unidos arrancó declarando la independencia y luego llegó la guerra con Inglaterra. Nosotros hicimos al revés, nos emancipamos, dijimos que gobernábamos en nombre de Fernando VII y recién en 1816 decidimos tímidamente declarar la independencia”.
Rimoldi agregó que, sin embargo, “hubo un problema: la declaración de la independencia fue unilateral. Nos declaramos independientes, pero no lo fuimos hasta que de quienes dependíamos no nos reconocieran. Ese reconocimiento recién llegó después de haber ganado la guerra con España en 1824 tras la Batalla de Ayacucho. En 1825 España nos reconoció como independientes, porque previamente nos había reconocido Gran Bretaña”, concluyó.
Fuente:Marcelo Rimoldi, profesor e historiador del Archivo Histórico de la provincia de Buenos Aires
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