La compañía finlandesa UPM (ex Botnia) anunció su propósito formal de instalar una nueva mega fábrica de pasta de celulosa en Uruguay, lo que requiere que el gobierno de Tabaré Vázquez concrete obras de infraestructura en materia de rutas y terminal portuaria.

El anuncio sigue a un largo proceso de análisis realizado por la compañía que ya tiene una gran planta de celulosa en Fray Bentos, frente a la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.

Esta tercera mega planta no está prevista para ubicarse en territorio uruguayo cercano a localidades argentinas, sino que está pensada para el centro del país o para la zona cercana a la frontera con Brasil.

El anuncio era esperado por el gobierno uruguayo en un año en el que la economía ha quedado en un virtual estancamiento. "UPM iniciará conversaciones con el gobierno de Uruguay sobre el desarrollo de la infraestructura logística", informó este miércoles la empresa finlandesa.

Agregó que las conversaciones con las autoridades "incluirán el ferrocarril, rutas y caminos", lo que calificó como "el principal desafío en el interior profundo del país para la instalación de operaciones industriales de gran escala, conectada a un puerto con profundidad adecuada".

Las plantas de celulosa fueron resistidas por los gobiernos argentinos de Néstor Kirchner y de Cristina Kirchner, porque eran obras con salida a río compartido, el Uruguay, y derivó en un largo conflicto.

Los gobiernos de Vázquez primero, y de José Mujica después, defendieron la radicación de esas inversiones industriales en Uruguay, con la seguridad de que el impacto ambiental estaba controlado.

El cambio de gobierno de Argentina, trajo nuevo clima de entendimiento. Hubo acuerdo entre los cancilleres Rodolfo Nin Novoa y Susana Malcorra para evitar gastos adicionales en control ambiental, y asegurar que el monitoreo binacional garantice el impacto de la planta.

Botnia comenzó a operar el 8 de noviembre de 2007 y en 2013 fue autorizada a incrementar su producción anual.

La otra planta cuestionada entonces por Argentina, era el proyecto de la española Ence, que al final no concretó en Fray Bentos y luego vendió a Montes del Plata, un consorcio de la empresa sueco finesa Stora Enso y la chilena Arauco.

Esa planta se instaló en Colonia, frente a Buenos Aires, y comenzó a operar el 24 de junio de 2014.

"Uruguay podría albergar una tercera planta de celulosa de tecnología de vanguardia y con probado desempeño ambiental, si se adecuara la infraestructura logística que permita el desarrollo de emprendimientos de gran escala orientados a la exportación", declaró el vicepresidente senior de UPM para "Desarrollo de negocios en Uruguay", Jaakko Sarantola.

Y añadió: "Si éstos desafíos pueden ser resueltos en los próximos años, Uruguay podría ser una alternativa competitiva para atender las oportunidades del mercado de la celulosa de UPM en la década del 2020".

Agencias Buenos Aires