POLITICA
29 de mayo de 2014
El acuerdo con el Club de París ¿pondrá el final al default?
El arreglo implica la salida definitiva del default, permitirá al país acceder a créditos con tasas bajas y a las empresas extranjeras, reanudar sus líneas de crédito para vender bienes de capital.
El acuerdo que la Argentina alcanzó en la madrugada de este jueves con el Club de París pone fin al default en que cayó la Argentina en diciembre de 2001 durante el brevísimo mandato interino de Adolfo Rodríguez Saá.
La importancia de salir de manera definitiva de la situación de cesación de pagos había quedado plasmada en 2008 cuando el gobierno de Cristina Kirchner había planteado como una prioridad la regularización de las relaciones con ese organismo al anunciar su decisión de saldar la totalidad de la deuda en un único pago tal como se había hecho con el Fondo Monetario Internacional dos años antes.
Sin embargo, en aquella oportunidad la estrategia fue frustrada por el estallido de la crisis financiera mundial que abrió la caída de Lehman Brothers, lo que obligó a posponer la cancelación de la deuda.
Entre las claves para entender los beneficios que implican para el país el acuerdo alcanzado con el Club de París se encuentran: el levantamiento definitivo del default en que cayó la Argentina en 2001, la posibilidad de que las empresas extranjeras reanuden sus líneas de crédito al país para vender bienes de capital y la baja en las primas de riesgo para la toma de créditos en el exterior.
El acuerdo permitirá al país, además, ahorrar miles de millones de dólares en intereses. El esquema de pagos acordado reduce sensiblemente el costo financiero de esta deuda impaga, que actualmente acumula intereses y punitorios a una tasa promedio cercana al 7% mientras que el acuerdo establece que la deuda se cancelará en un plazo de cinco años, extendible a siete, con una tasa de interés del 3% anual.
De hecho, según el ministerio de Economía y Finanzas de la Nación, la deuda con el Club de París al momento de declararse el default era de US$5.562 millones y ascendió desde entonces por los intereses y punitorios devengados por la falta de pago. En 2008 cuando el gobierno intentó saldarla, la deuda ya había ascendido a US$6.706 millones y se acordó ahora su cancelación por unos US$9.700 millones.
El economista y uno de los referentes detrás del Plan Fénix elaborado en 2001 para salir de la crisis con una mayor y mejor distribución de la riqueza, Aldo Ferrer, aseguró que el acuerdo con el Club de París "fortalece la capacidad del gobierno de profundizar un ordenamiento de la economía para sostener la política de desarrollo nacional decidida por los argentinos y no por los mercados".
"Es un paso muy importante que remueve un obstáculo que había quedado desde la reestructuración de la deuda", sostuvo este jueves en declaraciones radiales.
"Puede ayudar a generar un clima más positivo del país" y puede empujar a "algunas inversiones que no se decidían" dijo, aunque advirtió que es necesario "evitar la ilusión de que esto va a provocar una avalancha de dólares y que los temas pendientes, como la inflación, el tipo de cambio, o la falta de divisas se resuelve con esto".
Por su parte, desde la agrupación de economistas kirchneristas Gran Makro, sostuvieron que el acuerdo permitirá a la Argentina acceder a créditos de los organismos de crédito multilateral a tasas de interés razonables.
"Esto no sólo redundará a nivel nacional con una merma en la tasa de riesgo país, sino que permitirá acceder a financiamiento con tasas razonables a diferencia de los que venía sucediendo años atrás" explicó en Fernanda Vallejos, integrante de esa agrupación de economistas.
"Además, será financiamiento para la producción en momentos donde el país puede dar previsibilidad" abundó Vallejos.
En la misma línea, su colega de la Gran Makro, Agustín D'Attellis destacó que se trata de "una muy buena noticia que pone fin a la política de desendeudamiento".
"A partir de este acuerdo muchas líneas de crédito, inversión directa al país, refinanciación de bonos comenzarán a darse porque no dejaba de ser un país en default" aseguró, y auguró que la reacción de los mercados "será positiva y habrá calma en el dólar".
La política de desendeudamiento tras el default de 2001 se inició con los canjes de deuda de 2005 y 2010, el pago del monto total adeudado al FMI en 2006, los pagos a las empresas con laudos en el CIADI en 2013, sigue ahora con el acuerdo alcanzado con el Club de París y tiene un capítulo especial en la Corte Suprema de los Estados Unidos con la disputa con los fondos buitre.
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