SOCIEDAD
19 de septiembre de 2016
Urtubey: El casamiento andino. ¿Cómo será la boda ?
En la boda de la actriz y el gobernador habrá un catering salteño gourmet, y la novia llevará accesorios de platería. En vestido: un símil de la colección “Gaucho” de Saiach.
actriz Isabel Macedo comenzó su relación con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, no deja de mostrar cuán apegada está a las tradiciones de la tierra natal de su pareja.
En este proceso, desempolvó las raíces jujeñas de sus antepasados, y atravesó una metamorfosis que la llevó a adoptar con prendas regionales, un look puna-chic. Y en esta suerte de búsqueda de ser la primera dama salteña ideal, su casamiento no puede desentonar con su nuevo estilo de vida. La boda promete, ante todo, un estilo austero, un menú regional, pocas caras conocidas entre sus invitados, y detalles típicos del Norte en la vestimenta de la novia. Un verdadero “gran casamiento andino”.
Festejo íntimo
La boda de Urtubey y Macedo se convirtió en uno de los acontecimientos más esperados del año. Con tan solo siete meses de relación, la pareja está a días de dar el sí. Y tanto la actriz, desde Buenos Aires, como el equipo de protocolo salteño, trabajan a toda máquina para terminar con los preparativos. El casamiento será el próximo sábado al mediodía y tendrá lugar en Salta.
El lugar del evento será Finca Las Costas, la residencia oficial del gobernador, donde se montará una carpa para los 120 invitados que vivirán un tradicional día de campo. Sólo concurrirá la familia más cercana y los amigos de toda la vida. Algunos de los confirmados son la actriz Carla Peterson junto a su pareja Martín Losteau. Además de Mariano Martínez,Eleonora Wexler y Federico Amador, compañeros de elenco de Macedo en la tira “Amar después de amar”. Además, estarán sus amigas más íntimas, la actriz Agustina Lecouna, y Milagros Brito.
Del mundo político y empresario, son varios los que están enojados con Urtubey por no haber sido invitados. Por lo que se espera que vayan los más cercanos al gobernador, y se descarta la presencia de Mauricio Macri. “Si él pensaba en la política, la lista era interminable. Y esto es algo súper reservado y pequeño”, explican los allegados al gobernador. De hecho, siguiendo la sencillez que caracteriza el evento, no hubo invitaciones formales. Sino que el anuncio se hizo personalmente y vía WhatsApp.
Respecto del menú, en línea con el estilo criollo del convite, los invitados van a poder degustar platos típicos de Salta: una entrada de empanadas de carne y de queso de cabra, –las favoritas del gobernador–, tamales y humitas. Luego será el turno del asado. Y a la hora del postre, se podrá elegir entre quesillo con miel de caña, y cuaresmillo, dulce de cayote con nuez, y el preferido de Urtubey: higos en almíbar con helado. Para tomar, abundarán los vinos de bodegas locales.
El vestido
Uno de los detalles que genera más expectativa en un casamiento es, sin dudas, el atuendo de la novia. Con una belleza imponente y una figura escultural, Isabel Macedo acaparará todas las miradas con un exclusivo vestido del diseñador Javier Saiach.
La actriz lucirá un diseño hecho a medida en color manteca. Será ceñido al cuerpo, sencillo, lejos de lo ampuloso. Similar a la colección “Gaucho” del diseñador, donde abundan las transparencias en encaje, y que retoma las costumbres folclóricas. El diseño de Macedo reúne estas características. Aunque para cumplir con los requisitos de una verdadera novia andina, el sello diferencial estará en un accesorio de platería tradicional de Salta, realizado por el orfebre de la gobernación Horacio Bertero. Los zapatos serán de su amigo Ricky Sarkany. No llevará joyas, y el peinado y el maquillaje prometen ser sobrios.
“Es tan simple que tengo miedo de que la gente se desilusione”, es el chiste que suele hacer la actriz entre sus íntimos. Es que de hecho, más allá de los detalles y guiños a las costumbres norteñas, la boda promete ser chica y sencilla.
Otra de las cuestiones de la fiesta fue que desde el catering, pasando por el diseñador, y hasta la gente de protocolo se enteró con un mes de anticipación el verdadero día de la boda: el sábado 24 de septiembre. Lo cierto es que la fecha que había dado a conocer Marcelo Tinelli, del 15 de noviembre, había sido una broma. “Ya tenían fijado el día. Pero lo hicieron para despistar”, cuentan en el entorno de la pareja.
Ahora, con los invitados confirmados, y el vestido casi listo, sólo resta que llegue el día y que los novios, finalmente, den el sí y bailen el vals. O, por qué no, el carnavalito.
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