Una plaza que le sienta muy bien a la selección argentina se siente invencible en suelo cordobés. No es para menos, las estadísticas la respaldan: jugó nueve partidos en el estadio Mario Alberto Kempes, con un saldo de ocho victorias y un empate, con 23 goles a favor y apenas dos en contra. Pero Córdoba tuvo que esperar muchos años para poder recibir un partido oficial del conjunto nacional. Entre 1980 y 2009, se tuvo que conformar con cinco amistosos: 5-0 a Suiza, 1-0 a Perú, 5-0 a Bosnia, 2-1 a Colombia y 2-0 a Ghana. Luego, siempre jugó por algo: 3-0 a Costa Rica en la Copa América de 2011, 0-0 contra Brasil en el Superclásico de las Américas, 3-1 a Paraguay y 2-0 a Bolivia, ambos por eliminatorias, para Brasil 2014 y Rusia 2018, respectivamente.

os hinchas mendocinos aún no pueden creer las horas de ensueño que vivieron con las estrellas de la Selecciòn Argentina en septiembre, cuando el equipo nacional visitó la capital provincial para enfrentarse a Uruguay, por las eliminatorias sudamericanas. No sólo porque las vieron de cerca, sino porque hasta tuvieron la suerte de poder interactuar con alguna de ellas. Como cuando el propio Edgardo Bauza incentivó a un grupo de jugadores, entre los que estaban Paulo Dybala, Pablo Zabaleta y Lucas Biglia, para que salieran a saludar al público desde una de las terrazas del hotel, ubicado en pleno corazón de la ciudad. O cuando una fanática consiguió el autógrafo de Lionel Messi para poder casarse, ya que esa había sido la curiosa condición que le había puesto su novio. "Feliz casamiento", escribió el capitán argentino sobre una camiseta de Newell's antes de regresar a Barcelona. Toda una fiesta nacional y popular, claro.

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Pero eso cambió. Los cordobeses, nuevos anfitriones de la Argentina, no tendrán a los futbolistas tan al alcance de la vista, y mucho menos de la mano o de una foto o de un simple saludo a distancia. Es que durante su estada en Córdoba, que apenas durará poco más de 24 horas, el plantel argentino estará recluido en la tranquilidad de Salsipuedes, una pequeña localidad de poco menos de 10 mil habitantes, ubicada a 35 kilómetros al norte del estadio Kempes, en donde mañana recibirá a Paraguay, desde las 20.30, en el camino hacia Rusia 2018. Sí, un viaje relámpago que ya de por sí tiene una carga extra: la necesidad de ganar para salir de la zona de repechaje, un lugar donde este equipo no se siente cómodo.

Serán horas de concentración y descanso, aunque también de corridas y presiones. Los jugadores argentinos emprenderán el viaje hoy, a las 17.20, en un charter que tocará suelo cordobés cerca de las 19. Casi sin escala, se subirán a un colectivo que los llevará al Orfeo Suites Salsipuedes, un coqueto hotel de tres estrellas -en Mendoza, estuvieron en un cinco estrellas-, que cerrará sus puertas para recibir en exclusividad a la delegación, según le confirmaron desde el complejo . Así, el seleccionado tendrá a su disposición las 144 habitaciones distribuidas en cuatro pisos. Claro, no utilizarán todas, pero contarán con la tranquilidad de moverse por el hotel sin ser abordados por hinchas o periodistas alojados allí. El amplio predio, cubierto por árboles y de difícil contacto visual desde la calle, también tiene una cancha de fútbol, en la que los jugadores podrán hacer movimientos en la mañana del partido.

"Está bueno poder acercarse a la gente porque les gusta vernos. Nosotros ahora tenemos que demostrar en la cancha el cariño que nos dan ellos. Siempre es bueno el apoyo porque nos da más energía", había dicho Sergio Agüero en la última visita del equipo a Córdoba, en marzo de este año, cuando jugaron contra Bolivia y se alojaron en el hotel Quorum. Y hasta había confesado el diálogo que tuvo con su amigo Messi al llegar: "Entré en la pieza y Leo me dice: '¿Vamos?' Le pregunté adónde. 'Vamos a firmar autógrafos', me dijo".

¿Qué cambió en estos siete meses? ¿Qué cambió incluso con respecto al último mes? Los resultados, dirán algunos. La identidad del equipo, responderán otros. El análisis debería ser mucho más profundo. Aunque lo cierto es que este cambio de hábito del equipo se da después de dos empates y de la caída al quinto puesto de la tabla de posiciones de las   eliminatorias,una situación impensada hasta hace poco tiempo.

Sin embargo, desde la AFA aseguran que la elección del hospedaje "no tiene como intención aislar al plantel". Entonces, ¿cuál fue el motivo de elegir un hotel a tantos kilómetros del estadio? "Resultó muy cómodo para el plantel", explican. Aunque insistan que "resguardarse" no fue el motivo, ahora la delegación podrá controlar el ingreso y la salida de las personas. Incluso, por el momento, sólo está confirmada la entrada de los periodistas para que puedan asistir a la conferencia de prensa de Bauza, que se realizará esta noche, desde las 21.

Como ya se hizo costumbre cada vez que juegan de local, los jugadores no harán el reconocimiento del campo. De todas formas, saben que se encontrarán con un escenario en "mucho mejor estado" que cuando vencieron a Bolivia. El césped del Kempes, que por aquellos días fue tema de debate, se encuentra "9 puntos", afirmó una persona que frecuenta el estadio.

El plantel argentino permanecerá en Salsipuedes hasta pocas horas antes del partido. Y ya no volverá al hotel. Tras el encuentro, regresará inmediatamente a Buenos Aires. Cada jugador retornará a su club y el paso por Córdoba desaparecerá con el paso de los días. Con este panorama, es posible que los hinchas también lo olviden. Aunque todo, todavía, puede volver a cambiar.