La mejora en la calidad, la especialización, la diferenciación, la marca país y el trabajo conjunto con las universidades parecen ser las respuestas que se le presentan a la industria del calzado argentino en un contexto de restricción del consumo interno y desaceleración del comercio internacional, coincidieron hoy distintos especialistas al debatir en Observatorio Temático de Calzado.

El presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, Alberto Sellaro, dijo  que "este año la industria terminará con una producción de 10 millones de pares menos: en vez de 125 millones, pasaremos a 115 millones", calculó a lo que agregó que "el mercado interno está deteriorado".
 

No obstante reconoció que ante la contracción del consumo "el Gobierno hace un gran esfuerzo para controlar las importaciones y determinó un cupo de 24 millones de pares, para el período 2016-2017".

"El mercado se tiene que reactivar. No hay suspensiones ni despidos en la industria del calzado. Trabajamos contra temporada. La producción de verano está lista, pero los comerciantes nos compraron 30% menos", se lamentó.

Sellaro cifró sus esperanzas en la realización de las habituales ferias del sector con la participación de cientos de stands donde los socios pueden vender sus productos a clientes nacionales e internacionales.

El empresario formuló estas declaraciones durante el encuentro denominado "Observatorio Temático del Calzado" que tuvo lugar en la Universidad de Palermo, donde representantes del sector expusieron sobre la situación de la industria y sus perspectivas.

Uno de los primeros en hablar fue el economista de la Unión Industrial Argentina, Diego Coatz, que resaltó la desaceleración del comercio internacional al indicar que "hace 30 años que no se veía un mundo sin comercio".

"La industria argentina está estancada hace 4 años. En el 2015 el PBI industrial per cápita finalizó en 5,5% por debajo del nivel del año 2011 y en el 2016 caerá cerca del 3%", pronosticó.

Dijo que la industria del calzado argentina produce habitualmente 125 millones de pares por año, cerca de 4 pares por habitante, nuclea a 2000 empresas, con 85.000 puestos de trabajo y el 85% del consumo es producción nacional.

Coincidió con Sellaro al anticipar que el 2016 "cerrará a la baja" y sostuvo que "el gran desafío es que la industria del calzado se recupere en el 2017".

"La clave es insertarse con productos diferenciados, más sofisticados, con más diseño e imponer la marca país", aseguró.

Luego, la diseñadora Mariana Marrari, consideró que en "un mundo veloz" la producción de zapatos artesanal, intuitiva, sin estructura y sin matriz comercial debe replantearse y reactualizarse para poder competir.

Posteriormente, Fátima Maidana, de la empresa Dafiti, de venta por internet, dijo que las ventas on line se producen especialmente en los meses de mayo y noviembre y que del año 2011 a la actualidad, el sitio pasó a comercializar de 15 a 450 marcas y creó nuevas marcas propias en calzado e indumentaria.

Citó a eventos como el Hot Sale y el Cyber Monday, como oportunidades en las que el tráfico crece ocho veces, se ofrece mercadería con un 50% de descuento y las ventas crecen 20%.

Después Horacio Moschetto, secretario de la Cámara de la Industria del Calzado, coordinó una mesa en la que Diego Mohadeb, de Alpargatas, dijo que en la Argentina se producen 32 millones de pares de zapatillas deportivas y que la marca Topper, engloba al 18% del mercado. "La diferenciamos haciéndola accesible, mejorando su diseño, su calidad y ubicándola en todas las tiendas", detalló.

A su turno, Mariano Doné, fabricante de calzado, dijo que la demanda está recesiva, aumentaron los costos y el mercado se saturó de jugadores, por lo que propuso mejorar en productividad, innovación y pidió lineas de financiación y reducción en los costos de los alquileres comerciales.

Bregó por desarrollar el perfil exportador, por trabajar con las carreras de Diseño de las universidades y elaborar una Marca País. 

Luego, Carlos Montes de la división Cueros del INTI, dijo que la industria del calzado argentino creció en producción pero el desafío es "cómo crecer pensando en las exportaciones, siendo más eficiente, especializándose y diferenciándose" e instó a "mejorar procesos de calidad".

Tèlam