La expectativa del Gobierno nacional es que la reforma sea convertida en ley por el Senado antes de la finalización de las sesiones ordinarias el miércoles 30 de este mes, aunque la Casa Rosada no descarta prorrogarlas si fuera necesario en caso de que la Cámara Alta le introdujera cambios y el proyecto tuviera que volver a la Baja, según lo anticipó ayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

¿Por qué tanto apuro gubernamental en aprobar esta reforma? La respuesta, en sí misma insuficiente, la dio el propio Frigerio, durante la conferencia de prensa en Olivos, tras la reunión. “La urgencia es porque queremos votar distinto (a 2015) en (las legislativas de) 2017”, dijo, “lo que nos obliga a apurarnos”. 

No termina de entenderse la premura gubernamental en este tema si no fuera porque, entre otros motivos, no querría finalizar el año legislativo con un revés. De allí que haya convocado a la reunión de ayer en Olivos, que Macri encabezó hasta un rato antes de que finalizó: partió a inaugurar reformas de la estación ferroviaria Aristóbulo del Valle, a unas 10 cuadras de la quinta, pegada a la General Paz, que hace unos años habían inaugurado el entonces ministro del Interior Florencio Randazzo y el primo presidencial e intendente de Vicente López, Jorge Macri.

Tampoco hubo explicaciones en la conferencia de prensa acerca del porqué de tanto apuro con la reforma electoral, al igual que con los cambios a la ley de riesgos de trabajo ART, pero no así con las modificaciones a Ganancias (ver aparte), aunque algunos gobernadores, más que otros, se precipitaron a dar su respaldo a los cambios y a que el Senado los apruebe como vinieron de Diputados.

La primera en ese sentido fue la gobernadora de Tierra del Fuego, la peronista Roxana Bertone, que, sin mediar pregunta alguna y tras la mínima introducción de Frigerio, dijo que los senadores de su provincia respaldarán el proyecto. 

Después dieron su apoyo, aunque sin anticipar el voto de los suyos, los peronistas chubutense Mario Das Neves y salteño Juan Manuel Urtubey. Este, junto al cordobés Juan Schiaretti (dijo luego a este diario que la reforma tendrá el voto de su senador Carlos Caserio), flanqueó a Frigerio, en una imagen de mayor acercamiento político a la Rosada dispuesto por Interior, que pegó en el piso del escenario de la conferencia los nombres y la ubicación de cada uno. Y también del neuquino Omar Gutiérrez (MPN). 

La lista de convidados para darle apoyo a la reforma electoral la completaron el gobernador peronista Domingo Peppo (Chaco) y el vice entrerriano del mismo palo Adán Bahl –el gobernador Gustavo Bordet está en Marruecos en visita oficial– y el provincial Hugo Passalacqua (Misiones).

Urtubey, impulsor del voto electrónico. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, aseguró ayer que la reforma política “elimina la intermediación” y “libera al ciudadano”. Lo dijo tras el encuentro que mantuvo en Olivos, junto con sus pares, con el presidente Mauricio Macri. El salteño recordó que el sistema electrónico no tuvo problemas en su provincia.

Moyano y Morón analizaron la litigiosidad. El secretario general del gremio de los Camioneros, Hugo Moyano, y el superintendente de Riesgos del Trabajo, Gustavo Morón, mantuvieron ayer un encuentro en el que dialogaron sobre los principales objetivos que persigue la reforma de la ley de riesgos del trabajo, que apunta a reducir el alto nivel de litigiosidad existente y a generar confiabilidad y previsibilidad en el sistema. El encuentro se desarrolló en la sede del gremio de los panaderos de Capital Federal.
Fuente: Horacio Serafini