En medio de una fuerte pérdida del poder adquisitivo que -estiman analistas- podría ser aliviada de manera parcial con el cobro del aguinaldo y con un eventual bono extra. Más allá de esto último, especialistas revelaron que habrá nuevos hábitos de compra para estas fiestas. 

La directora comercial de la unidad Cuore de la consultora CCR, Patricia Sosa, consideró que esos ingresos extras "no se traducirán en un mayor consumo masivo" porque las familias suelen destinarlo a vacaciones o los regalos de Navidad y Reyes. 

Para la gerente de Análisis Económico de Abeceb, Soledad Pérez Duhalde, los consumos navideños dependerán de que se extienda la posibilidad de comprar con tarjetas en 12 cuotas o más y del posible bono de fin de año. "Podría haber una recuperación del consumo a partir de estas situaciones, pero definitivamente no habrá un boom" de compras, señaló a este medio.

Por su parte, el presidente del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom), Miguel Calvete, indicó que si los trabajadores recibieran un bono de fin de año y pudieran comprar con Ahora 18 se daría una "recuperación del consumo de más del 3%".

En este sentido, el consumo de bienes durables se incrementaría un 2,9% mientras que el de la canasta básica de alimentos crecería un 3,6%. "Los consumidores siempre se vuelvan mucho más a los alimentos, sobre todo en la víspera de las fiestas", señaló Calvete.

Más del 70 % de los consumidores aprovechará la ampliación del programa de financiamiento debido a que "le interesan mucho más la cantidad de cuotas que las tasas de interés", y el 30% utilizará el bono para afrontar gastos sin endeudarse a largo plazo, según un informe de Indecom.

A su vez, casi el 85% de los consumidores tienen previsto ampliar sus gastos en caso de que se concreten esas dos medidas de cara a las celebraciones de fin de año.

Con o sin bono extra o más cuotas para comprar, especialistas consideraron que "habrá cambios significativos con respecto a las fiestas pasadas" porque el consumidor mantendrá los cambios de hábitos de consumo que fueron adquiriendo en estos meses a la par de la pérdida del poder adquisitivo. 

Facundo Aragón, líder de Industria Argentina de la consultora Nielsen, destacó que las tendencias de consumos actuales "permanecerán en la época navideña y es probable que las promociones, cuotas y programas de fidelidad, incluso los canales de compra no convencionales sean impulsores de compra".

Buscar ofertas, racionalizar las compras, probar otras marcas, cambiar de comercio y tener una mayor predisposición a comprar marcas propias, ésas serán las acciones del consumidor navideño.

Pérez Duhalde señaló que -tal como hasta ahora- las familias se inclinarán por las segundas marcas y harán una planificación detallada (conveniencia de días para pagos con tarjeta, días de descuentos y ofertas) en el momento de organizar sus compras navideñas. 

También se espera que sean compras más cortas, en varias veces, donde el canal mayorista seguirá sumando nuevos clientes. Es que los consumidores logran hasta un 27% de ahorro comprando en estos establecimientos, y ése sería el motivo principal de la visita, seguida por la variedad.

Para el analista de Nielsen, "los canales que ofrezcan más promociones serán lo que logren un mejor resultado dado que los consumidores están ávido de ofertas que le permitan acomodar sus gastos. También suele ser una alternativa viable comprar en línea para aprovechar algunos beneficios como mejores precios y surtido e incluso formas de pago".

La directora comercial de CCR marcó como distintivo de este consumidor navideño 2016 que "no tendrá vergüenza" de que su familia y amigos sepan que compra productos de marcas propias (de los supermercados).

"Antes, una persona compraba un paquete de papas fritas de la marca de un supermercado y las servía en un plato para que nadie supiera que no era de primera línea. Eso ya no corre: ahora lo vergonzoso es pagar un precio desorbitado", resaltó. 

El precio de los productos con marca propia pueden estar hasta un 26% por debajo y -de acuerdo a Sosa- "este segmento está catalogado con una relación precio - calidad satisfactoria, está valorado pero no se lo toma como el más barato". Las familias de clase media "están eligiendo estas marcas propias, las prueban y se quedan en esa categoría", añadió.

Aragón consideró, sin embargo, que "el argentino es muy marcario y que se espera que en sus compras navideñas dedique más esfuerzo y tiempo para buscar impulsores de compras (ofertas, promociones y demás) que le permitan mantener su consumo habitual de marcas. 

Por el momento, los consumidores sólo parecen no estar dispuestos a cambiar de marcas en el momento de elegir las bebidas. "La persona que toma champagne, no va a comprar sidra este año. Lo que sí es posible que tome menos cantidad", dijo Sosa. 

En cuanto a las ofertas, los consumidores seguirán eligiendo el 2 x 1 o el descuento directo sobre el precio, pero en cualquiera de los casos se tomará su tiempo para evaluar la veracidad de la rebaja ofrecida. Comparará, por ejemplo, el precio de un artículo en oferta con otro similar, que tenga un valor regular.

Sosa comentó, por otra parte, que las familias de nivel socioeconómico alto o medio alto están dispuestas a cambiar las marcas adquiridas pero siempre dentro del segmento Premium y primera línea de acuerdo a las ofertas vigentes, mientras que las de ingresos bajos seguirán resignando calidad en pos de un precio más económico (terceras marcas) también en las compras navideñas.