El Sevilla pasó una noche durísima en el Sánchez Pizjuán. Mark Clattenburg se convirtió en el protagonista inesperado por el trabajo que tuvo a lo largo de todo el encuentro. Expulsó a Franco Vázquez en el minuto 36 por doble amarilla cuando los andaluces ya ganaban por 1-0, señaló un riguroso penalti en el añadido de la primera mitad que significó el empate de la 'Vecchia Signora' y acabó mandando a la grada a Sampaoli por sus constantes protestas. No estuvo fino el inglés.

El duelo comenzó con una pinta buenísima. Los dos mejores equipos del Grupo H se veían las caras y ya en los primeros minutos se vio que el choque iba a ser trepidante. Golpeó primero el Sevilla con un gol de Nico Pareja... y vaya gol. Saque de esquina que despeja la zaga italiana y el central engancha un derechazo que acaba sorprendiendo a Buffon.

No obstante, a los de Sampaoli se le iban a poner las cosas cuesta arriba. Franco Vázquez vio la amarilla en el minuto 31 por hacer una falta clarísima sobre Cuadrado y cinco minutos después se tuvo que ir a la calle por otra patada sin sentido sobre Khedira. El Sevilla se quedó con uno menos en el minuto 36. Pese a jugar con uno menos, los de Nervión siguieron peleando la pelota y defendiendo las llegadas de la 'Vecchia Signora'.

Poco a poco se fue calentando el partido y el penalti que señaló Clattenburg en el añadido de la primera mitad caldeó aún más el ambiente. Mercado agarró de la camiseta a Bonucci en un saque de esquina y el árbitro inglés señaló pena máxima. Rigurosa decisión ante un Sevilla que había hecho un gran trabajo antes del descanso pese a tener un jugador menos. Marchisio hizo el empate.

Los ánimos no se calmarían en la segunda parte. Los andaluces continuaron buscando su segundo gol y llegaron a embotellar al conjunto italiano pese a su superioridad. Una nueva acción polémica desató la ira de Sampaoli. Clattenburg se acercó a la banda y señaló al entrenador la grada. Otra expulsión para el Sevilla. Poco a Poco la Juve fue ganando metros y atosigando el arco de Sergio Rico. El premio llegó cuando el partido agonizaba. Un centro desde la izquierda lo despejó como pudo la defensa del Sevilla y Bonucci enganchó el balón en la frontal para poner el 1-2.

Ya en el 93', Mandzukic puso la puntilla a un Sevilla que se la jugará ante el Olympique de Lyon la próxima jornada. Mark Clattenburg se marchó del Sánchez Pizjuán silbado por toda la grada. Hacía mucho tiempo que un árbitro no se llevaba tremenda pitada del feudo sevillista.