Los cambios que propone el Gobierno en el esquema del impuesto a las ganancias incluyen un aumento del salario más bajo a partir del cual se tributa, la eliminación de algunas deducciones por familiares a cargo, y una actualización parcial de los valores de la tabla que, en función de una serie de tramos del ingreso imponible, define cuál es la alícuota que se le aplica a cada contribuyente.

De aprobarse el proyecto, un asalariado que tenga en 2017 un salario mensual bruto de $ 47.000 tributaría $ 33.417 anuales, o un promedio mensual de $ 2785. Si tuviera dos hijos a cargo (la iniciativa prevé la deducción sólo si son menores de 18 años o son discapacitados), la carga sería de $ 22.125 anuales o de $ 1844 mensuales en promedio. En cada caso, se trata del 7% y del 4,7% del salario neto.

¿Cómo se compara esa carga con lo que se paga este año? Para hacer un ejercicio en el que los valores mantengan el poder adquisitivo y tomando la proyección oficial de inflación para 2017, puede suponerse un ingreso mensual promedio este año de $ 40.000. Con ese salario bruto mensual y sin cargas de familia hoy se tributa $ 51.654 anuales ($ 4304 mensuales) sin cargas de familia, aunque el monto bajaría a $ 45.845 por la exención del medio aguinaldo de fin de año. Ésta última es una medida que fue anunciada pero que aún no se aprobó formalmente. En estos casos, la carga significaría un 13% del salario neto (o del 11,5% si se exceptúa el medio aguinaldo). Si hubiera dos hijos a cargo, el impuesto equivaldría al 9,5% del salario neto o al 8% según se considere o no el medio aguinaldo.

Los cálculos surgen de usar los parámetros del proyecto, que busca diponer lo siguiente:

El menor salario alcanzado por Ganancias sería de $ 21.712 para un asalariado que no tenga cargas de familia ni otras deducciones, o de $ 25.231 para quienes declaren dos hijos a cargo.

Se reduce la posibilidad de declarar deducciones por familiares a cargo: sólo podrán descontarse del ingreso imponible $ 22.872 por año por cada hijo menor de 18 años o incapacitado para el trabajo. Hoy se permiten deducciones por hijos de hasta 24 años y por otros familiares (padres, abuelos, suegros, nietos, bisnietos), siempre que no tengan ingresos o los que perciban sean muy bajos.

Se elevan los valores de los rangos de ingreso imponible que definen qué alícuota se paga. Para llegar a ese ingreso imponible, al salario neto se le descuentan los montos exentos que dispone la ley y también se restan las deducciones declaradas eventualmente por el contribuyente. Según cuál sea el ingreso imponible se aplica una alícuota u otra de la tabla. En la última década y media esos rangos de ingresos mantuvieron sus valores congelados y eso provocó que la gran mayoría de los alcanzados tributen con las dos tasas más elevadas del impuesto.

La actualización propuesta es parcial si se tiene en cuenta la inflación acumulada. Por eso, el efecto también será parcial y, a igual poder de compra de un salario, se seguiría pagando más (en cuanto a lo que el impuesto significa como porcentaje del salario) que años atrás, cuando todo el esquema empezó a desajustarse por efecto de no actualizarlo.

La tabla incorpora una alícuota más baja, del 5% para los casos en que el ingreso imponible anual no supere los $ 146.000 (esto se da para salarios de hasta $ 39.700 mensuales, aproximadamente).

Además, se propone una tasa de 2% sólo durante el primer año en que alguien tenga que tributar, si por su ingreso se encuadra dentro del primer piso de la escala.

Desde el Gobierno ayer buscaron justificar el carácter gradual de los cambios. Sostuvieron que el efecto sería sería de $ 27.000 millones para 2017, contra $ 100.000 millones que según cálculos oficiales tendría el proyecto de massismo, del que no se conocen detalles.

El texto oficial contempla cambios ya para 2018 y 2019. "Para ese año se pagará la mitad que al inicio de la gestión, a igual poder adquisitivo", dijeron los funcionarios.

Otros aspectos de la iniciativa

Autónomos

Por la suba de los montos no imponibles contemplados, los autónomos quedarían alcanzados a partir de una facturación anual de $ 97.332.

Deducciones

No está prevista en el texto una actualización de los montos máximos que pueden deducirse por diferentes gastos a cargo del contribuyente.