El domingo 27 de noviembre a la hora 17:48 será una fecha y una hora que quedarán grabadas en la historia más relevante del deporte argentino. Entonces la derecha cruzada de Ivo Karlovic se iba larga y la Copa Davis era por primera vez celeste y blanca, tras 93 años de espera. Ahora, además de goce, habrá por delante un año de cuidado intensivo del trofeo según el celoso protocolo de la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés).

Por disposición del máximo organismo del tenis mundial, para que el país ganador del trofeo pueda trasladarlo a su tierra, antes deberá adquirir un seguro que garantice la protección del mismo. Dicho resguardo tiene un valor aproximado de 10 mil dólares, costo que en este caso deberá afrontar la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Estos pasos burocráticos atrasarán el desembarco de la Copa Davis aproximadamente hasta enero de 2017.

A partir de entonces el trofeo, cuyo peso estimado es de 108 kilos y con espacio disponible para grabar las finales hasta 2036, viajará en transporte blindado tanto durante el trayecto de Europa hasta la Argentina como dentro del país receptor.

Argentina tendrá la responsabilidad de custodiar la Copa durante casi un año y deberá exponerla en cada serie que juegue como local en 2017, siendo la primera en febrero, ante Italia, en una sede que aún no está confirmada pero que ya se evalúa entre el estadio de River y el de Vélez ante la masiva convocatoria que se espera para la primera vez que el trofeo se exhiba como propio en el país.

El traslado requiere de una ingeniería pormenorizada. La dimensión de la Copa obliga a que esta se diseccione y se necesita entre tres y cinco personas para el armado y desarmado de la misma. Una vez que queda definida la final del siguiente año, el trofeo regresa a Londres, donde se encuentra ubicada la ITF y allí se lo somete a un cuidado exhaustivo de limpieza y puesta a punto para luego trasladarlo a la sede donde se dispute la serie que definirá al campeón, como en este caso ocurrió en Zagreb, donde la Argentina hizo historia.

Reuters