Como ocurrió en toda la fecha, antes de que rodara la pelota llegó el minuto de silencio en homenaje al plantel de Chapecoense. Y por primera vez en todas las canchas, los simpatizantes de Independiente no respetaron el sentido momento y continuaron con las reprobaciones a los futbolistas de su equipo.

Poco importó la camiseta especial que utilizó el elenco de Avellaneda (ver recuadro), mucho menos la indumentaria totalmente verde del Millonario. Con el ambiente más que caldeado, el primer tiempo transcurrió sin demasiadas emociones. Los de Milito controlaron más la pelota, pero las llegadas más claras las tuvo la visita, que pensando en la final de la Copa Argentina, apostó por una formación con mayoría de suplentes. A los 7, el juvenil Montiel metió la cabeza tras un córner y la pelota se estrelló en el palo. Un rato más tarde, Larrondo tuvo la chance de poner en ventaja a River, pero su testazo se fue desviado. La respuesta del dueño de casa también llegó por vía aérea, luego de un frentazo de Denis que se fue por encima del arco custodiado por Batalla.

Ya en el complemento, Independiente salió decidido a buscar la ventaja y la encontró a los 26 minutos. Rigoni envió un buen centro desde la derecha y Vera, que aprovechó el desvío en el pibe Martínez Quarta, se tiró de palomita para anotar el 1-0. En desventaja, Marcelo Gallardo mandó a la cancha al Pity Martínez y a Driussi para modificar la ecuación, pero poco pudieron hacer. Sólo el goleador del Campeonato coqueteó con la red en la última jugada del partido, aunque su cabezazo fue bien despejado por Campaña.

El pitazo final provocó el alivio temporal en Avellaneda y le dio una semana de paz a Milito. Después de lo que significó el 0-3 en el clásico ante Racing, el triunfo frente a River apagó las llamas del infierno.