DEPORTES
5 de enero de 2017
Nicolás Pieres: "Es lindo haber llegado a 10 goles jugando de back"
Es cierto que no cumplió su anhelo, su obsesión de hace unos años. El Argentino Abierto sigue en la lista de pendientes de Nicolás Pieres, por más que lo ha ganado no hace tanto, en 2012.
Pero 2016 quedará como un año inolvidable para él: en lo deportivo, alcanzó los 10 goles, el máximo handicap en el polo, y en lo humano vio nacer a Félix, su primogénito. "Lo polístico es muy bueno, pero lo mejor es la familia. El nacimiento de un hijo es muy importante, increíble. Lo llevo bien. Salió tranquilo, es un bebé fácil. La vida del polista es familiera, así que está bueno el tema de los hijos", se complace el marido de Ángeles.
El más chico de los tres hermanos Pieres, de 25 años, anduvo por Punta del Este antes de embarcarse hacia lo desconocido: Dubai. "Va a haber diez equipos. Es un lugar nuevo. Primera vez que voy a ir, con ganas de abrir mercados con patrones nuevos. Es un buen desafío", cuenta Nicolás, que estará a las órdenes de Mohammed Al Habtoor, dueño de uno de los dos conjuntos más importantes de Dubai. Pero él ya proyecta más allá: "Ya estoy pensando en Palermo, con ganas de que arranque. El tiempo pasa más rápido que lo que parece". La ansiedad regula la velocidad de la vida del back de Ellerstina, que focaliza todo su año en ese Abierto que desvela a él, a sus compañeros, a su familia, a la organización. Y para 2017 Nico se ve más cerca que nunca de levantar esa copa. Incluso más cerca que en aquel soñado 2012.
-En una época pensaste en dedicarte al golf, y ahora llegaste al techo individual en el polo...
-Tenía 10 o 12 años. No había jugado profesionalmente al polo, en el que tenía todo más servido. Llegar en el golf a ser lo que un 10 goles en el polo es muy difícil. Eso me hizo cambiar de opinión. Estoy contento de ser polista, y tengo la suerte de jugar al golf en cada rato libre.-¿Cómo recibiste la noticia de los 10 goles?
-Por las redes sociales: me taguearon en una página. Además, me llamó Héctor Guerrero para avisarme.
Nicolás Pieres. Foto: LA NACION
-¿La esperabas?
-No sé... Había tenido un año bastante bueno, en el que volví a jugar de back, la posición en que más le calzo al equipo. Y me sentí bastante cómodo. Pero lo que uno quiere es ganar en Palermo; en el handicap pensé sólo después de la final.
-¿Qué sensación te causa?
-Llegar a la máxima valorización es tremendo. Y que un Pieres más llegue a 10 está buenísimo. Ahora hay que seguir creciendo. Implica un poquito más de responsabilidad.
-¿Qué opinás de los otros cambios?
-Fue un año de muchas bajas y poquitas subas. Duro. No sé si estoy en favor o en contra, porque justo me subieron. Pero creo que muchos no debieron ser bajados; deberían haber sido aguantados un poquito más. Siempre es feo que bajen a un compañero o un primo, pero no me puse tanto a pensar en los otros, sino que me quedé contento por mi suba.
-¿Cómo tomó tu primo Polito Pieres su baja?
-Bastante bien. Él es así; como se lo ve en la cancha es afuera, divertido. Lo tomó bien cuando lo subieron y también ahora, cuando lo bajaron. No se hace mucho problema por nada.
-¿Qué balance hacés de la temporada?
-Fue buena. El objetivo era ganar Palermo y no se dio, pero se ganó Hurlingham, que es muy lindo y yo no lo había ganado. Y también fue nuestro primer triunfo con Polito. Además, Ellerstina encontró las posiciones, y así van a quedar.
-¿Cuánto cuenta ahora haber ganado Hurlingham?
-Estamos contentos por eso. Por lo menos ganamos un torneo de los tres y estamos mejorando. Se vio en la cancha.
-¿Qué les aportó Santiago Lange? ¿Va a seguir?
-Es de primera, muy capaz. Organizó los team meetings, las prácticas... Nos sirvió mucho en la organización. Va a seguir, seguro. Se lo vio contento, entusiasmado.
-¿Cómo considerás a La Dolfina?
-La Dolfina es increíble. Adentro son mejores que lo que se ve desde fuera. Son muy buenos. No estuve en las épocas de La Espadaña y Coronel Suárez, pero desde que veo polo son los mejores. Cada uno en su puesto, con rotación... Por algo ganaron tanto. Si fuera fácil copiarlo todos lo harían. Pero Ellerstina debe pensar en Ellerstina, en cómo ganarle.
-¿Hay chances de superarlo en un corto plazo?
-Creo que sí. El objetivo es ése. Estamos más cerca, hay que ajustar un par de cosas. Ellerstina jugó mejor que en 2015.
-¿Qué te genera La Dolfina? ¿Cuánta rivalidad hay?
-Como en todo clásico hay rivalidad, pero tenemos buena onda los ocho jugadores. En la cancha tenemos bronca y agresividad para jugar, como las tienen ellos contra nosotros. Pero es una rivalidad linda, se juega limpio y salen partidos lindos. Por lo menos de mi lado, no hay nada sucio.
-¿Hay algo que no esté haciendo suficientemente bien Ellerstina como para haber ganado sólo un torneo en las últimas cuatro temporadas?
-Si es así, ¿qué queda para el resto? Hacemos bien las cosas; es cuestión de seguir mejorando. Los de La Dolfina son increíbles, pero cada cual de ellos tiene su organización. Eso implica más mérito de Ellerstina, que monta a cuatro jugadores. La Dolfina es excelente, todos tienen 10 goles, pero en organización le falta bastante para ser como Ellerstina.
-¿Cuánto se siente la presión por ganar?
-Ellerstina es ganador. Obvio, la presión está, pero también se la pone uno. En algún momento va a darse. Ojalá a corto plazo. Es cuestión de dar el pasito que falta. Ya va a llegar.
-¿Qué pedís para 2017?
-Ganar el Abierto. Lo tengo en la cabeza desde hace bastante. Va a ser un lindo año y estamos más cerca que nunca, bastante más que en 2012. En el equipo hubo un cambio grande: encontró el funcionamiento y las posiciones que venía buscando. Yo estoy cómodo, y si el equipo está cómodo conmigo atrás, eso es lo mejor que puedo darle. Es lindo haber llegado a 10 goles jugando de back, un puesto que no imaginaba. Ahora queda meterle todo para adelante.
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