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SALUD

24 de enero de 2017

La obesidad es un problema estètico o una pandemia

Es cierto que la delgadez como modelo a seguir genera trastornos de la alimentación, pero la obesidad es la contrapartida de una patología igualmente grave.

En la medida en que la obesidad se siga considerando solo un tema estético, relacionado, por su  contraposición, con la imposición de estereotipos que vinculan a la delgadez, e incluso a la delgadez extrema como el modelo deseable, no estaremos encontrando los caminos para responder adecuadamente al problema.

Es cierto que la delgadez como modelo a seguir genera trastornos de la alimentación, pero la obesidad es la contrapartida de una patología igualmente grave, y mucho más generalizada que, por ejemplo, la bulimia o la anorexia.

La obesidad es ya una pandemia. Esto es una enfermedad que ataca a cientos de millones de personas en el mundo y que sigue propagándose. Las estadísticas disponibles permiten corroborar la magnitud del problema. Según el último informe del Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe, que elabora la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) conjuntamente con la OPS (Organización Panamericana de la Salud) cerca del 58% de los habitantes de la región vive con sobrepeso, algo así como 360 millones de personas. Y los más afectados son los niños y las mujeres.

Reforzando la idea de que la obesidad es mucho más que un problema estético, es necesario apuntar que las secuelas para la salud son los problemas cardiovasculares, la diabetes tipo 2, hipertensión, algunos tipos de cáncer, además de disminuir la calidad de vida de quienes la padecen.

Aunque en principio pueda parecer paradójico, el obeso es una persona que está malnutrida. Y eso se debe en la inmensa mayoría de los casos al consumo exagerado de alimentos con mucha grasa y sal, comida rápida, alimentos procesados industrialmente y bebidas azucaradas. Todo lo cual constituye una dieta hipercalórica, pero no nutritiva.

Argentina se ubica entre los puestos de liderazgo en el ranking regional de ventas de productos ultraprocesados, con 185 kg anuales por habitante, siendo superada solo por México (214 kg) y Chile (201 kg). Por eso no es fruto de la casualidad que el 20% de los argentinos mayores de 18 años presenten exceso de peso.

El buen diagnóstico del problema puede conducir al desarrollo de estrategias para morigerar el impacto de esta patología. Según coinciden todos los especialistas, el camino es avanzar hacia una alimentación balanceada que incluya alimentos sanos, frescos y nutritivos, lo cual requiere de un profundo cambio cultural que ya se empieza a vislumbrar en algunos sectores de la población, pero que aún resulta muy insuficiente.

Debe el Estado, a través de sus efectores en Salud y Educación, intensificar las campañas que promuevan la alimentación saludable y la actividad física, estrategia que debería complementarse con una clara regulación de la publicidad que incita a las prácticas de alimentación nocivas para la salud, que se ha convertido en las últimas décadas en un pernicioso estímulo para el consumo de comida chatarra que conspira contra una buena calidad de vida de la población.



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