La cantante de soul norteamericana Aretha Franklin, de 74 años, anunció hoy en una entrevista radial que se retirará de los escenarios este año y también la próxima grabación de un disco que le producirá la estrella de la música negra Stevie Wonder, que saldrá a la venta en septiembre próximo.

“Tengo que decírtelo, me retiro este año”, afirmó la reina máxima del soul en una charla que mantuvo con la radio WDIV de Detroit, y que reprodujeron varios medios y agencias de noticias.

Además del anuncio de que dejará los escenarios, aseguró que seguirá grabando discos: “Grabaré, pero este será mi último año con conciertos. Esto es todo”, aseguró.

“Haré algunas cosas selectas”, resaltó la ganadora de 18 premios Grammy y famosa por canciones como “Respect”, “Chain of Fools”, “Baby I Love You”, entre otros, según reprodujo la agencia EFE.

“Me siento muy enriquecida y satisfecha por dónde comenzó mi carrera y dónde está ahora. Seguiré estando muy satisfecha porque no me voy a ir a cualquier sitio a sentarme y no hacer nada. Eso tampoco sería bueno”, explicó.

Sobre el disco que piensa grabar y sería su registro número 42 de estudio, aseguró que contará con la producción de Stevie Wonder para varios de los temas, se publicará en septiembre, será con canciones originales y “multidireccional, no vamos a encasillarlo en un solo estilo”, aseguró.
Al fin y al cabo, Aretha Franklin no ha dejado de ser un símbolo a pesar de sus secretos y sus contradicciones. Ella cedió como patrimonio únicamente su inteligencia musical; ni sus palabras ni su simpatía. Por eso cuando el escritor David Ritz pintó a una Aretha competitiva, déspota y controladora en Respect (su biografía no oficial), nadie renegó de su mensaje. 

Sin necesidad de agarrarse con uñas a la fama, Franklin ha prevalecido por su arte, como las grandes divas. Ha aplaudido a sus sucesoras desde el respeto, honrando a Adele con una versión de su Rolling in the deep o defendiendo a Beyoncé ante las acusaciones de un supuesto playback. Ha sido protagonista hasta el final en eventos monopolizados por la música moderna, como los Grammy, y ha participado en las galas benéficas y homenajes que le apetecían. Así, durante cinco décadas. 

Lo único que ha cambiado en este tiempo ha sido su público, que siempre suma nuevos adeptos. Porque, como ya descubrió en su día el periodista Gerry Fraser, ahí está la clave de su relevancia. Esa gente que encuentra en sus canciones el motor para lanzarse a las calles, conocer sus raíces, "exaltar su negritud" y, en definitiva, celebrar una música incombustible.