Dirigentes de la Unión Cívica Radical, con los diputados nacionales Ricardo Alfonsín y Miguel Bazze como principales referentes, se reunieron en el Comité Nacional y suscribieron un documento en el que reclaman mayor participación en la coalición gobernante.

"Cambiemos fue una coalición electoral ganadora, que no se convirtió en coalición de gobierno", lanza el escrito que expresa el malestar de los dirigentes. En este cónclave participaron también los dirigentes Hipólito Solari Yrigoyen, Leandro Illa, Mabel Bianco y Juan Manuel Casella.

Este sector del radicalismo considera que está en peligro la identidad y la vigencia del partido. Lo que le solicitan a Macri es que se haya una expresión del pensamiento radical sobre los temas que afectan a la sociedad.

La parte más dura del comunicado reza: "La UCR se ha convertido en un partido sin voz, sin opinión conocida, sin comunicación con el pueblo y así resigna su función conductiva y desprotege al hombre de a pie. Nadie sabe qué piensa la UCR sobre los temas centrales de la Nación y el mundo y un partido que no se expresa, pierde vigencia y representatividad".

En uno de los párrafos del documento se percibe un enojo con Ernesto Sanz, quien junto a Elisa Carrió son las otras dos patas fuertes de la alianza gobernante. "Las relaciones con el gobierno nacional se encauzan por vías no institucionales y por intermedio de dirigentes que no fueron designados formalmente, y cuando ejercen la crítica que provoca la gestión estatal lo hacen en el ámbito cerrado de las oficinas del Ejecutivo, sin que el pueblo se entere más allá de alguna frase incidental y oblicua", advierten.

Este duro documento se da en la previa de la primera cumbre que la UCR tendrá en el año y que será en la localidad cordobesa de Villa Giardino.

Agencias