INTERNACIONALES
1 de marzo de 2017
Trump volvió a enfatizar en una firme reforma migratoria
En su primer discurso ante el Congreso, el presidente de EEUU prometió más presupuesto militar y cambios en salud y en la política fiscal
El presidente estadounidense, Donald Trump, defendió ayer su dura política migratoria, reiterando en su primer discurso ante el Congreso su voluntad de llevar adelante una reforma fiscal “histórica” y reemplazar el sistema de salud.
Presionado por dar claridad de acción a la Casa Blanca tras un caótico primer mes de gobierno, el mandatario empezó su discurso poco después de las 23 hora argentina de anoche, desde el hemiciclo de la Cámara de Representantes del Capitolio, frente a sus ministros, senadores, congresistas y algunos magistrados de la Corte Suprema.
Una semana después de ampliar las facultades de las agencias inmigratorias y dejar vulnerables de deportaciones a casi todos los 11 millones de indocumentados que viven en el país, Trump prometió mano dura en las fronteras.
“Al hacer que finalmente se apliquen nuestras leyes migratorias, vamos a elevar salarios, ayudar a los desempleados, ahorrar miles de millones de dólares y tornar nuestras comunidades más seguras para todos”, dijo.
Trump defendió la adopción de un nuevo sistema migratorio basado en méritos y en la capacitación de los candidatos, garantizando que los extranjeros no generen costos para el Estado. Y prometió el “pronto” inicio de la construcción del polémico muro en la frontera con México, con el objetivo de frenar “las drogas y el crimen”.
De traje oscuro y corbata azul rayada -abandonando su característico rojo y sus explosivos alegatos improvisados-, el mandatario se mantuvo a grandes rasgos en línea con el discurso preparado para la ocasión solemne.
Contra la tradición, los demócratas reservaron una recepción glacial al presidente a su entrada al hemiciclo, la mayoría de ellos de pie pero sin aplaudir, mientras que la otra mitad de legisladores, los republicanos, aplaudían a rabiar.
En señal de protesta silenciosa, unas 40 congresistas demócratas lucían de blanco, color símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres.
Casi 40 días después de su investidura, Trump dibujó a los legisladores las prioridades de la Casa Blanca, intentando alejarse de las polémicas que arrastra su joven gobierno y haciendo un llamado a la unidad en un país cada vez más polarizado.
“Un nuevo capítulo de la grandeza de Estados Unidos está empezando. Un nuevo orgullo nacional está barriendo el país”, dijo. “Ya empezamos a drenar el pantano de la corrupción”, afirmó.
Trump prometió “reiniciar el motor de la economía estadounidense” y hacer más difícil que las empresas muden su producción al exterior.
“Mi equipo económico está desarrollando una reforma fiscal histórica que reducirá la tasa de impuestos de nuestras empresas para que puedan competir y triunfar donde sea”, afirmó. El presidente insistió en una de sus más polémicas promesas de campaña, llamando a los legisladores “a rechazar y sustituir” el “desastre” de Obamacare, el sistema de salud heredado de su antecesor Barack Obama.
El asunto es delicado: el desmantelamiento del sistema de salud pública Obamacare podría dejar unos 20 millones de personas sin cobertura médica, escenario que atormenta a congresistas republicanos.
Fuera de EEUU, Trump prometió “demoler y destruir” al grupo Estado Islámico con la ayuda de “nuestros aliados en el mundo musulmán”.
La Casa Blanca anunció el lunes que Trump propone un aumento de 10% al presupuesto militar de EEUU, que en 615.000 millones de dólares es ya el mayor del mundo. Esa propuesta, que obligaría necesariamente a un recorte en otras áreas como protección ambiental, el aparato diplomático y los planes de ayuda internacional, lo coloca en disputa con algunos legisladores de su partido Republicano.
Porteña casada con un mendocino, en el Capitolio
Es argentina, ayuda a inmigrantes en Estados Unidos y estuvo anoche en el discurso de Donald Trump ante el Congreso. Se llama Silvia Ganzó y nació en Banfield, en el conurbano bonaerense. Su presencia anoche fue un fuerte mensaje político, teniendo en cuenta la agresiva política que impulsa Trump contra la inmigración. “Nunca pensé que iba a llegar a un lugar así... Estoy súper emocionada y contenta” contó Silvia.
Cada congresista llevó a un invitado: “Conmigo, mostramos que los refugiados e inmigrantes pueden hacer una diferencia y no somos todos terroristas o criminales o vagos, como dice cierta gente acá”.
“Nací y me crié en la Argentina y vine a Estados Unidos trayendo apenas un sueño. Hubo gente que me alentó a concretarlo. Mejoré mi inglés y acá estoy: haciendo lo que siempre quise hacer. Y ahora es mi responsabilidad ayudar a otros”, cuenta “Sil”.
En 2010 empezó a trabajar en una organización privada que atendía a la comunidad de inmigrantes y refugiados de Charlotte, en un barrio llamado The Bridge (“El Puente”).
Cuatro años más tarde cerraron el programa que ella dirigía, pero decidió continuar por las suyas y fundó “Our brige” (“Nuestro puente”), una entidad sin fines de lucro integrada por docentes, tutores y voluntarios.
Básicamente, se dedican a asistir a más de 70 chiquitos para que se adapten mejor a la comunidad donde se instalaron sus familias. “Les enseñamos inglés y a entender la cultura local. Pero también a sentirse orgullosos de sus propias culturas”, cuenta Sil.
Sil trabajaba como mesera en Puerto Madero, en aquel país arrasado de noviembre de 2002, cuando llegó a sus manos un folleto con información para vivir y trabajar en Estados Unidos.
Un par de meses después llegó a Charlotte, una ciudad de unos 800.000 habitantes que tiene el brillo indeleble de Michael Jordan, el mejor basquetbolista de la historia.
Ahí conoció a Claudio Bonus, un periodista mendocino que desde hace una década trabaja en medios hispanos de la región. Tuvieron a Iván, de 11 años, y a Martina, de 6. “Mis hijos son norteamericanos pero los escuchás y son argentinos -dice Sil-: mantenemos nuestra cultura, con orgullo.”
Miles de millones para fronteras y seguridad
El presidente Donald Trump declaró que su gobierno “pronto tomará nuevas medidas para hacer que nuestra nación esté segura”, y prometió que aplicará nuevos decretos para restringir la inmigración.
La prohibición ordenada por Trump para que no ingresaran a Estados Unidos los inmigrantes de siete países de mayoría musulmana fue derogada por un tribunal federal.
Se espera que el mandatario anuncie hoy un nuevo plan, reorganizado.
En su discurso ante el Congreso, insistió con que su gobierno “ha estado trabajando en procedimientos mejorados de investigación de antecedentes” y mantendría “fuera a los que nos harían daño”.
Avalan la propuesta del presidente documentos presupuestales de la Casa Blanca, que muestran que el presidente Donald Trump quiere miles de millones de dólares para comenzar a construir el muro en la frontera con México y financiar los esfuerzos para encontrar, encarcelar y deportar a inmigrantes que están en el país sin permiso.
El anteproyecto de presupuesto pide dinero para comenzar a contratar nuevos agentes de inmigración y fronterizos, y se apega mayormente a las promesas de campaña de Trump de intensificar la seguridad en la frontera mexicana y aplicar en Estados Unidos medidas de fuerza contra la inmigración ilegal en todas sus fronteras.
AFP
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