6 de marzo de 2017
Paro de CGT pasa a segunda quincena de abril para negociar
Los gremios más combativos renunciaron a impulsar la huelga el 30 de marzo. Los “gordos” y DESCARTAN ANUNCIAR LA MEDIDA EN LA MARCHA DE MAÑANA. HOY HABRÁ REUNIÓN DE MESA CHICA EN UPCN - Moyano impusieron el criterio de postergar la medida de modo de facilitarle a Macri un espacio para dialogar.
El paro que analiza convocar la CGT se estirará hasta la segunda mitad de abril para abrir un espacio mayor de negociación con el Gobierno. Lo resolvieron los principales dirigentes de la central obrera al descartar la medida de fuerza para el 30 de marzo, como se especuló hasta la semana pasada. Para evaluar fechas y definir los últimos detalles de la marcha de mañana junto con organizaciones sociales hoy se reunirá la "mesa chica" de la CGT.
Como es habitual en la vida interna de la central sindical, luego de un primer impulso confrontativo con la administración de Mauricio Macri la cúpula dirigencial apaciguó los ánimos y primaron las posiciones más negociadoras que expresan sectores tradicionales como los "gordos" de los grandes gremios de servicios y el propio Hugo Moyano. En la vereda más díscola quedaron los sindicatos industriales, con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) a la cabeza, y el gastronómico Luis Barrionuevo.
Hasta la semana pasada la corriente más ofuscada hacía saber a quien quisiera escucharla que ya estaba resuelta la huelga nacional como paso siguiente a la movilización al Ministerio de Producción de mañana. Incluso crecía la versión de que en la misma marcha se anunciaría la fecha del paro, previsto inicialmente para el 30 de marzo. Los más entusiastas recordaban que ese día en 1982 se había concretado la primera medida de fuerza contra la dictadura militar.
Se trataba para sus impulsores de una manera lógica de elevar el nivel del conflicto con el Ejecutivo. El primer movimiento lo había hecho la UOM con una marcha el 14 de febrero pasado. El sindicato de Antonio Caló enarboló entonces una creciente ola de despidos industriales y la amenaza inminente de la apertura de las importaciones de productos informáticos, con el eventual desmantelamiento de las fábricas locales de esos equipos y la posible pérdida de 10 mil empleos sectoriales. La medida contó con la adhesión de otros gremios de la producción con problemas similares, como los del calzado, el cuero y los gráficos, así como la Asociación Bancaria, pendiente entonces de resolver su paritaria y en abierta disputa con el Gobierno.
En la CGT el principal vocero del sector es Francisco "Barba" Gutiérrez, metalúrgico y secretario de Interior de la central obrera. Alineado como Sergio Palazzo, de La Bancaria, con el kirchnerismo, movió piezas en la estructura de Azopardo 802 para empujar hacia una radicalización de las posturas y la definición de un paro durante marzo. A Gutiérrez, sin embargo, lo desgastó en los últimos días una disputa personal con Pablo Moyano, hijo de Hugo y su lugarteniente en Camioneros, que además ostenta un cargo del mismo nivel en la CGT en el área Gremial.
Pero más allá de rencillas personales en la central sindical volvió a ponerse en juego la tensión permanente entre combativos y negociadores. El segundo grupo logró imponerse con el criterio de que lanzar el mismo día de la marcha la fecha de un paro nacional cerraría definitivamente la opción de una negociación con Macri, al menos formal. A media mañana la mesa chica se reunirá en la sede del gremio de estatales UPCN para ratificar esa línea y terminar de repartir tareas con vistas a la movilización de mañana (ver aparte) que prometen hacer masiva.
Fuente:Mariano Martìn
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