Analiza, repasa partidos anteriores, se encierra a ver videos y toma por asalto el pizarrón. Edgardo Bauza sabe que la próxima doble fecha de las eliminatorias sudamericanas para Rusia 2018 son clave, que allí se puede producir un quiebre en la tabla. Por eso, ya tiene en mente los dos equipos que parará ante Chile (el jueves próximo en el Monumental) y Bolivia (el martes 28 de marzo en la altura de La Paz) . Nada de repetir nombres: un plan para atacar a Chile en el Monumental y otro plan para salir a defenderse en la altura de Bolivia. "Con 4 puntos quedamos a un paso del Mundial", advierte, en una entrevista con Cristian Grosso.

Al ataque ante Chile y a defenderse a Bolivia

Durante el verano, el entrenador confió que entre Maidana y Caruzzo saldría el reemplazante del suspendido Funes Mori. Se apresuró, porque la demora en la reanudación del fútbol local les quitó ritmo. Y posibilidades. "Lo imagino a Rojo jugando contra Chile, sí, a Rojo, como lo hace en el Manchester; Mourinho me dijo que ahí le solucionó muchos problemas", adelantó Bauza. Romero; Mercado, Otamendi, Rojo y Mas será la defensa. Biglia -se se recupera del golpe en la rodilla izquierda- y Mascherano, más Messi, Di Maria, Higuaín y. ¿Dybala o Agüero? "Hoy no lo sé. por suerte están los dos en un gran nivel. A los chilenos hay que correrlos también y desde lo táctico Dybala por ahí me los va a correr más". Dybala, con clara ventajas.

Ganar en River y rescatar un empate en Bolivia. "Con 4 puntos quedamos a un paso del Mundial", advierte Bauza, que para ascender a los 3650 metros de La Paz cambiará casi todo: dibujo, nombres y ambición. "Va a haber por lo menos cuatro jugadores amonestados contra Chile que no van a poder jugar con Bolivia. Sí, va a volver Funes Mori. Yo estoy imaginando un 5-4-1, bien cerrado para tener la pelota, cortar el juego, cortarlo, cortarlo, cortarlo, cosa de llegar 0-0 a los últimos 20 y después ver si lo podemos ganar. De pelota parada, por ejemplo, lo podemos lastimar a Bolivia. Después hay que ver dónde lo acomodo a Messi, quizá lo pongo ahí, por la derecha, que no corra tanto... O puedo jugar 4-1-4-1, con Mascherano atrás, que se meta entre los centrales. Pienso ponerlo a Pizarro, que está más acostumbrado a jugar en la altura; además juega bien, el chico no la pierde. Pensaba en Biglia, claro, ahora veremos, más Di María por la izquierda. Y según el desgaste que haya tenido Higuaín contra Chile, veremos si repite o va Pratto. Más Mercado, Otamendi, Funes Mori y Mas en la defensa. No va a salir de ahí, pero siempre dependerá de los amonestados. Y también cité a Bufarini pensando en Bolivia, seguramente lo voy a meter en el segundo tiempo".

Su relación con el grupo: "Los jugadores siguen estudiándome"

-¿Hasta cuándo cree lo tuvieron bajo estudio?

-Yo creo que siguen estudiándome, te miden siempre. Pero son muy respetuosos y acompañan tu discurso. No es que vos decís vamos todos por acá y después ellos van todos por allá. Equivocado o no, han respondido siempre a los que yo planifiqué. Trato de convencerlos, no quiero imponerles nada. Esa es una vieja discusión que tengo con colegas que creen que el sistema está por encima de todo y yo creo que no, que el jugador está por arriba de todo. Si vos tenés al jugador a disposición, y dispuesto a brindarse, vos podés conseguir cualquier cosa y jugar a lo que quieras. Es más importante un jugador convencido que el dibujo que le propongas.

-¿Y vos cuánto los estudiaste? ¿Les preguntaste por ellos a Sabella y a Martino?

-Sí, hablé con los técnicos lo que tenía que hablar, pero después es el trato diario el que te arrojo muchas señales. Y ahí te vas dando cuenta de la bola que te dan, te das cuenta enseguida. El grupo es muy bueno.

-Eso es saludable y peligroso: se pueden creer los dueños de la selección.

-No, no, son buenos y hay autocrítica dentro de ellos. Noto que no tienen problemas en criticarse, decirse cosas. Incluso cuando tenemos que hacer trabajos defensivos y tienen que bajar. Por ejemplo, en el entretiempo con Uruguay, les dije, 'vamos a hacer dos líneas de cuatro y vos Leo va por la derecha'. 'No te hagas problemas', me dijo, y jugó 20 minutos corriendo a un uruguayo por la derecha, hasta que hice el cambio de Alario y lo corrí a Messi para el medio. Veo un compromiso de ellos con el equipo y con todos. Eso me ayudó mucho para trabajar con ellos, nunca tuve dificultades para plantearles lo que fuera. El sistema que más les gusta es el 4-2-3-1, me di cuenta enseguida, el problema es dónde lo ponés al 10. Entonces yo le dije a Leo: 'quiero sacarte del medio, andá a cualquier lado porque ahí te marcan más fácil'. Pero a él le gusta jugar por el medio y finalmente termina jugando por el medio, pero yo quiero que al menos referencialmente arranque por la derecha.

-¿Qué te dijeron Martino o Sabella sobre ellos?

-Nada importante. 'Vas a ver que los jugadores te facilitan todo, son muy profesionales, no vas a tener ningún problema, los querés a las 8 de la mañana para entrenar y se levantan a las 8...'

-¿Qué pasa si un día Messi te pide un jugador?

-Lo acepto como sugerencia, pero cada decisión la tomo yo. El caso Banega te demuestra que no le arman el plantel a nadie. Ever es muy querido y no fue a Brasil. Insisto: es un grupo que te deja trabajar con mucha libertad y tranquilidad.

-¿Tuviste que hacer algún tipo de concesiones?

-Consensuamos el tema de entrenamientos: cantidad, horas, días libres, momentos de descanso. Y con los líderes charlé, no con todos. Arreglamos con ellos esas cosas. Te vienen una semana y tenés que tenerlos cagando, pero también darles libre para que vayan con sus familias. Igual, ya están en un nivel que no necesitás decirles nada, son muy profesionales.

-¿Entrás en las habitaciones de ellos?

-No, no me gusta ni corresponde. Prefiero juntarme en otro ámbito, en la cancha por ejemplo, o en un comedor muy grande de Ezeiza, o en la sala de juegos, que esté todo a la vista de los demás. Si quiero hablar con alguno lo encaro ahí, directo. O si es algo muy específico, como algún video individual, ahí sí nos tenemos que encerrar.