FINANZAS Y MERCADO
20 de marzo de 2017
Las estaciones de Petrobras en Argentina serán de Macfarlane
Alejandro Macfarlane recibió el viernes u$s 250 millones por la distribuidora eléctrica bonaerense. Con esos fondos quiere comprar el negocio petrolero.
Después de desprenderse de Edelap, la semana pasada, Alejandro Macfarlane busca ahora ingresar al negocio petrolero. Una vez que transfirió el control de la mayor distribuidora de electricidad bonaerense y recibió u$s 250 millones por el deal, le hizo llegar a Marcelo Mindlin una oferta para comprarle la red de estaciones de servicio que controla su holding, Pampa Energía tras haber adquirido los activos de Petrobras Argentina.
Le acercó la oferta el mismo día en que Mindlin compró la constructora IECSA, de Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri.
Tras reunirse con el comprador de Edelap, Rogelio Pagano, en un estudio de abogados ubicado en la zona porteña de Catalinas, Macfarlane apuró el paso para que Mindlin recibiera su propuesta. Ambos son viejos conocidos y hasta coincidieron en empresas del sector energético como Edenor, propiedad de Mindlin. Allí el ahora ex dueño de Edelap fue CEO durante varios años, hasta que se fue para armar su propio grupo energético mediante el cual se hizo accionista también de otras firmas como EDEA, que presta servicios en Mar del Plata y otras localidades de la Costa.
EDEA formó parte del traspaso accionario de Edelap al grupo DESA, por u$s 250 millones, en una operación también concretada entre viejos conocidos de este negocio. Es que DESA es controlada por Rogelio Pagano, quien trabajó con Mindlin y Macfarlane en Pampa. Si bien cada uno de ellos siguió su propio camino en este segmento del sector energético local, los tres volvieron a vincularse en estos días mediante estas operaciones cruzadas.
Mientras Pagano amplió su pool con las compras de Edelap y EDEA, Macfarlane se reunió con Mindlin para hacer una oferta concreta por la red de 265 estaciones de servicio y dos refinerías en Bahía Blanca y Santa Fe, que Pampa Energía controla en la actualidad como parte de la operación por la que compró los activos locales de Petrobras, tras pagar u$s 892 millones por el 67,19% de PESA. Esta transacción también incluyó acciones en Transportadora Gas del Sur (TGS); la central térmica Genelba y la hidroeléctrica Pichi Picún Leufú, además de un par de plantas.
Si bien no trascendió el monto de la propuesta que Macfarlane le hizo llegar a su antiguo jefe en Edenor, no es la única propuesta que Pampa Energía recibió por estas estaciones de servicio. De hecho, fuentes del holding admitieron que hubo conversaciones entre ambos empresarios pero que por ahora no hay nada concreto.
También aclararon no tener "apuro" por cerrar la operación y recordaron que la multinacional holandesa Trafigura, uno de los mayores traders de combustibles del mundo, también mostró interés por esta red de estaciones de servicio. Se trata de una compañía que apunta a relanzar localmente las estaciones PUMA, marca originaria de la Argentina que hoy está en su poder.
Para Pampa, el negocio de comercialización de combustibles es aleatorio a su core business que más bien pasa por la exploración y producción de hidrocarburos y por la energía eléctrica. De hecho, el grupo tiene en carpeta un plan para reconvertir las estaciones de Petrobras y llevar a cabo hasta un cambio de marca para encarar un proceso de embanderamiento global y cambio de logo que podría demorar 36 meses, según los plazos del deal.Para el holding de Mindlin, el negocio de refinación y distribución de combustibles no es central al representar el 6% del mercado. Por lo cual su venta no generaría mayores inconvenientes en su operatoria. Sin embargo, no se trata de un sector deficitario sino más bien rentable y atractivo.
En su estrategia de negocio, Pampa tiene proyectado un ambicioso plan para ampliar su parque de generación eléctrica, desarrollar activos en petróleo y tight gas y en downstream. Su objetivo es unificar todos los activos bajo la marca Pampa.
En el caso de Macfarlane, busca mostrar que los u$s 250 millones que recibió por la venta de Edelap y EDEA no serán depositados en una cuenta offshore sino que le servirán para volver a invertir en la Argentina. De hecho, también buscará incrementar sus acciones en Camuzzi, donde su grupo DESA es accionista minoritario, para quedarse con más participación e invertir también en energías renovables.
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