La Corte Suprema ratificó el límite constitucional de 75 años para que los jueces se jubilen. Sin embargo, el fallo no alcanza a uno de sus miembros, la magistrada Elena Highton de Nolasco.

El caso generó polémica, pero es estrictamente legal. Es que la jueza, que el 7 de diciembre llegará a la edad prevista por la Carta Magna para dejar el cargo, logró un amparo a su favor antes de que la Corte fallara sobre el tema.

"Usted había asegurado que se jubilaría a los 75 años. ¿Qué la hizo cambiar de parecer?", le preguntaron a Highton de Nolasco en Página 12. Y la magistrada contestó: "En un momento pensé que me iba, me conviene porque no tendría pérdidas, pero quiero completar las políticas de género".

Y agregó: "Hubo mujeres que me han pedido que me quede. Sé que es algo que no se termina nunca, pero mientras tengas fuerzas… aunque no soy (Carlos) Fayt y en algún momento quiero retirarme".

El caso Fayt fue emblemático. Beneficiado por la anterior jurisprudencia de la Corte, resistió la embestida del kirchnerismo y dejó el tribunal una vez que finalizó la gestión de Cristina Kirchner, a los 97 años. Poco tiempo después falleció.

La semana pasada el Gobierno inició una ofensiva contra los jueces mayores de 75 años. Envalentonado por el fallo del máximo tribunal, a través del Consejo de la Magistratura le envió una nota a todos los magistrados que superaron el límite constitucional. La estrategia provocó las renuncias de Leopoldo Schiffrin y Pedro David.