JUSTICIA
20 de abril de 2017
Ruta del dinero K: Suiza apura al juez Sebastián Casanello y a Lázaro Báez
Consideran que hay nuevas pruebas sobre la fortuna del empresario kirchnerista.
Un mandato presidencial completo. Cuatro años exactos. Ese tiempo pasó desde que se difundieron las primeras noticias sobre el caso de la llamada "Ruta del dinero K” hasta que el juez de la causa aceptó en un escrito, de forma explícita, que buena parte de esos millones de presunta corrupción se giró de cuentas de bancos suizos a nombre de empresas offshore creadas por argentinos vinculados al poder kirchnerista. Y ahí duerme aún.
En la noche del domingo 14 de abril de 2013 Jorge Lanata difundió en su programa "Periodismo para todos", de Canal 13, las primeras noticias de lo que terminó siendo el caso de lavado de dinero más trascendente y popular de la democracia que retornó en 1983.
El periodista dijo la palabra “Suiza” como parte de la escala internacional de los millones K. También la dijeron dos autoinvolucrados en esta historia, que es una trama extraordinaria que mezcla a dos expresidentes y su socio, un millonario súbito, y al jet set con maniobras de blanqueo de divisas de origen ilegal, fondos públicos.
En una primera nota sobre el tema al día siguiente de la emisión de PPT, el lunes 15 de abril del 2013. El primer párrafo del artículo decía así: “La ruta del dinero empezaba donde empezaron tantas cosas, en Río Gallegos; hacía una escala operativa en Buenos Aires y seguía su rumbo intercontinental hacia cuentas en Suiza de empresas radicadas en paraísos fiscales, como Belice”.
Suiza busca que se flexibilicen normas para que vuelva la banca de ese país
El 17 de abril de este año, cuatro años después de que la causa judicial se empezara a investigar en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 7, el magistrado Sebastián Casanello emitió un escrito en el que asegura que en el expediente se concretó la “incorporación de una nueva prueba fundamental”. Y contesta cuál es "la respuesta parcial de las autoridades de la Confederación Suiza al pedido de cooperación librado en el marco de esta investigación”.
Casanello narra que “se recibió la nota N° 2.979/2017 del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, mediante la cual se remitieron dos comunicaciones enviadas por dicho Estado (Suiza) junto a un sobre con un pen drive”.
¿Qué hay en ese dispositivo con documentos?
Casanello escribió que “este soporte de almacenamiento, a su vez, contiene información encriptada vinculada a las cuentas no 608741 y 608742 del Banco J. Safra, correspondientes a Marketing & Logistic Management SA y SGI Argentina SA (Panamá), respectivamente, y no 1.1.57995 (01.333.0001 en dólares y 01.978.0001 en euros) del Banco PKB Privatbank SA, también perteneciente a la última sociedad nombrada”.
¿Qué significan esos nombres de sociedades que nada dicen para la opinión pública?
Contesta el juez: “Sin perjuicio de que dicha información debe ser traducida al español, un examen preliminar -que no se agota aquí- permitiría corroborar la hipótesis de que Suiza ha sido parte de la ruta que se habría utilizado para canalizar los fondos ilegalmente obtenidos” (en la causa de la "Ruta del dinero K").
El magistrado considera que “este segmento es crucial pues contribuye a completar” un “hueco causal”.
Dos fiscales ya habían actuado con celeridad y encontraron, años atrás, los caminos de la “Ruta del dinero K” que iban y venían de Suiza.
El primero de ellos fue José María Campagnoli quien, junto a su equipo liderado por Ignacio Rodríguez Varela, lograron en pocos días hábiles reconstruir con pruebas documentales parte de la “vuelta” al país del dinero que supuestamente fugó la familia Báez a Suiza vía la financiera SGI, llamada “La Rosadita”.
Campagnoli intentó ser apartado de la investigación por un jury que pasará a la historia de la Procuración General de la Nación por insólito y fallido, impulsada por su actual titular, Alejandra Gils Carbó, que nunca pudo explicar por qué quiso sacar de una pesquisa a quien investigaba y protegió a sus funcionarios que protegieron, a su vez, a la familia Báez.
Uno de ellos, el ex fiscal antilavado Carlos Gonella, está procesado con confirmación de Cámara por realizar una maniobra tan evidente en defensa de quienes debía sospechar antes de considerarlos inocentes.
El actual fiscal de la causa de la "Ruta del dinero K”, Guillermo Marijuan, emitió en 2015 un dictamen contundente en el que le marcaba a Casanello varios puntos que ahora son confirmados por la Justicia de otros países.
En ese escrito, de 232 páginas, Marijuan aporta indicios y pruebas oficiales de todo tipo sobre las maniobras financieras de los Báez.
Son decenas y decenas para enumerarlos en detalle.
Por ejemplo, se explaya sobre cuándo se hace y se responde esta pregunta: “¿Tomó Lázaro Báez el control de S.G.I. Argentina SA? ¿Se registra por Lázaro Báez algún movimiento de fondos desde el exterior tal como si esa operatoria le resultara usual o conocida? Y, finalmente, ¿hay dinero en Suiza de Lázaro Báez?".
Dice: "Desde el punto de vista de esta Fiscalía Federal, cada uno de estos interrogantes puede responderse afirmativamente y, por ello, corresponde avanzar procesalmente en las declaraciones indagatorias solicitadas por esta representación del Ministerio Público Fiscal”.
Marijuan logró que uno de los principales imputados en el caso, Leonardo Fariña, confeso asesor contable de Báez, declare como “colaborador” de la Justicia.
Su testimonio aportó nuevas pruebas, dirigió de nuevo la investigación hacia Suiza y Uruguay, y amplió lo que se conocía hasta ahora de esta trama.
Fariña aceptó ser condenado por confesar que fue parte o cómplice de delitos financieros. Pero esa pena se reducirá si se confirman sus dichos jurídicamente. Hasta ahora se confirmaron.
Tras la declaración de Fariña, la propia expresidenta Cristina Fernández de Kirchner quedó imputada en una causa que hasta ese momento, el año pasado, no la rozaba en los papeles. Su futuro procesal parece cada vez más complicado.
¿Qué contiene la información que llegó de Suiza?
Fuentes de la causa le aseguraron a Clarín que los datos son considerados por el juez Casanello y por el fiscal Marijuan como nuevas pruebas que ratifican que parte de la fortuna que lograron crear los Báez en la era K fue depositada en cuentas de bancos de ese país.
Es por eso que Casanello pidió volver a llamar a indagatoria a quienes ya había hecho pasar por esa etapa procesal.
Cristina Fernández no fue incluida en la lista.
Lázaro Báez y sus hijos, sí.
El diario "La Nación" informó ayer que Báez, tras estar un año y pocas semanas de prisión preventiva la cárcel de Ezeiza, estaría dispuesto a ser un “imputado colaborador” en este caso de lavado.
La semana pasada sufrió una recaída en su salud que terminó con una internación “extramuros” de Ezeiza: su aparato circulatorio fue chequeado en una clínica privada de excelencia, “Los Arcos”. En una de las habitaciones se reunió largo con su exesposa, Norma Calismonte: la madre de sus hijos, ahora llamados a indagatoria por Casanello-Marijuan, con información de Suiza.
Fuentes de la causa aseguraron que parte de la información de los documentos judiciales que llegaron desde el país que alguna vez fue Helvecia podría involucrar no sólo a sus hijos, sino también a un exfuncionario nacional de Néstor y Cristina Kirchner.
La llamada “Ruta del dinero K” es una especie de autopista laberíntica. Pero tal vez sus conocedores, cuatro años después, estén realmente dispuestos a guiar a la Justicia hacia una etapa de impacto. Incluso más del que este expediente ya provocó en la política nacional.
Fuente:Nicolàs Wiñazki
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