El organismo se ajusta a una normativa nacional y solo adjudicará casas a familias que ganen hasta 16 mil pesos. Unas 4.700 viviendas que se construyen hoy serán las últimas que se darán sin techo salarial.

Las próximas casas sociales que licite y adjudique el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) serán destinadas únicamente a las familias que acrediten hasta dos salarios mínimos, vitales y móviles. El organismo, de ese modo, se ajustará a una normativa que estableció desde marzo el Ministerio del Interior de la Nación.

En la actualidad, el ingreso mínimo está en 8.060 pesos, por lo que el grupo familiar no deberá superar los 16.120 pesos mensuales. Con la resolución que firmó el ministro Rogelio Frigerio, las familias que ganen entre dos a cuatro salarios vitales deberán gestionar créditos hipotecarios Procrear para adquirir la primera vivienda, con tasas subsidiadas.

Los salteños, que superen los 32.240 pesos tendrán que acudir a los bancos que ofrezcan líneas, sin subvención y con tasas vigentes al momento de la operatoria.

Las últimas

Sergio Zorpudes, presidente del IPV, aseguró que las 4.700 viviendas que están en ejecución o sorteadas se entregarán a las familias que integran el actual padrón del organismo, es decir que no se tendrá en cuenta el tope de los 16 mil pesos.

"La normativa tomará vigencia con las nuevas obras que se inicien en Salta", agregó el funcionario. Informó que con el Plan Nacional de Vivienda ya están comprometidas 1.650 casas. "Estamos en una etapa de transición".

Desde el IPV precisaron que el padrón tiene unas 12.500 familias que renuevan su ficha de manera constante. Estiman que el 50 por ciento percibe hasta dos salarios mínimos. Casi la otra mitad gana entre cuatro y dos ingresos vitales y solo un 6 por ciento supera hoy los 32 mil pesos.

Según la resolución 122 del Ministerio del Interior, el nuevo Plan Nacional de Vivienda apunta a "promover y financiar proyectos para el desarrollo de soluciones habitacionales que mejoren la calidad de vida de los hogares de escasos recursos, contribuyendo con el descenso progresivo del déficit habitacional cuantitativo y cualitativo de la República Argentina".

El IPV asesorará, según señaló Zorpudes, a las familias que superen el rango de ingresos sobre las otras alternativas que hay para acceder a la primera vivienda.

Las viviendas

Para los que no llegan a dos salarios, Zorpudes señaló que se mantendrán las condiciones de las viviendas que entrega el organismo. Cada unidad tendrá una edificación de 55 metros cuadrados, dos dormitorios, cocina, comedor, baño, lavadero y patio.

El tope salarial también regirá para los casos especiales, como discapacidad de algún integrante del hogar, y para el cupo de antigedad de inscripción en el IPV.

En el caso del segmento de 16 mil a 32 mil pesos, que ahora deberán recurrir a créditos de Procrear, las condiciones de la casa no serán uniformes, ya que a los beneficiarios se les otorga el préstamos para construir o comprar viviendas. En Salta, por cierto, están abiertas las inscripciones para casi 400 unidades bajo la modalidad de desarrollo urbanístico en la zona de la terminal y en barrio El Huaico.

Uno de los cambios que tiene la política habitacional es la implementación del sistema mixto, entre el sector público y el privado.

Zorpudes dijo que en esas urbanización se destinará hasta un 40 por ciento de las viviendas para los sectores con bajos ingresos.

"Con esta modalidad, el privado pone la tierra, el proyecto y el 60 por ciento de la inversión a través de un crédito puente. Tiene que haber un porcentaje para los sectores vulnerables, sino no acompaña el Estado nacional y provincial".

Al otro 60 por ciento puede postularse los sectores que perciban entre dos y cuatro salarios mínimos.

"El Instituto de la Vivienda ya presentó proyectos que abarcan estos desarrollos para ambos casos y fueron aprobados para hacer las licitaciones correspondientes", afirmó Zorpudes.