En Mar del Plata mejoraron las condiciones climáticas y, si bien todavía está nublado y por momentos llueve, parecen haberse despejado las dudas sobre la realización del partido que por la 28ª fecha deben jugar Aldosivi y Boca. El encuentro está pactado para las 17.45 en el estadio José María Minella, con televisación de Telefé.

En esta misma ciudad, hace 8 meses y 19 días, Carlos Tevez planteaba un escenario inesperado en la víspera del partido de octavos de final de la Copa Argentina 2016 ante Lanús. “Es una posibilidad irme de Boca a fin de año. Pienso en retirarme. Uno se cansa. Lo hablaré con mi familia y con mi representante, y veré que hago”, disparó en tiempos de enojo por una sanción de tres fechas por haber sido expulsado en el inicio del actual torneo.

Esta tarde, en el José María Minella, Tevez no jugará ante Aldosivi en lo que puede ser un partido decisivo en la búsqueda del título del equipo de Guillermo Barros Schelotto. No se retiró en diciembre de 2016, pero se fue a China a jugar en el Shanghai Shenhua a cambio de una millonada de dólares. Los que se quedaron acá, entre mil problemas, llevaron a Boca a este escenario: esta tarde saltarán a la cancha a jugar como líder del torneo a falta de tres jornadas y con dos victorias en lo que queda se asegurará una vuelta olímpica que se anhela con furia. Aunque, por la victoria de Banfield, anoche, sabe que este fin de semana no puede gritar campeón.

Sin embargo, vaya coincidencia, Tevez volvió a hablar justo en la previa a un partido en Mar del Plata, aunque lo hizo a miles de kilómetros. Y las esquirlas de las bombas que disparó contra Juan Román Riquelme todavía se recogen en el Mundo Boca. Es que las voces se dividen entre quienes coinciden con el Apache en su cuestionamiento a Román por las constantes críticas hacia el plantel y quienes consideran que la voz de Carlitos debió esperar, al menos, hasta el cierre del torneo.

En el plantel actual, en el que hay muchos de los que fueron apuntados por Riquelme en el último tiempo, aprobaron los dichos de Tevez. Pero no lo expresarán en público, ya que creen que sería dividir las aguas y exponerse también en un momento en el que la cabeza sólo debe pensar en el título. En eso se focalizó también Guillermo Barros Schelotto, quien desde el triunfo con Independiente, en lo único que insiste para con sus dirigidos es en que no quiere relajación para el cierre de una temporada agitada.

Entre los dirigentes el mensaje es el mismo y se repite. “Boca está por encima de cualquier nombre. Por encima de todo y de todos. Estamos enfocados en cumplir el objetivo de ser campeones y en nada más. Los ídolos se respetan y pueden dar su opinión”, le dijo Christian Gribaudo, el secretario general, a Clarín.

Anoche, el presidente Daniel Angelici llegó al hotel unos minutos después que el plantel . Y ante la consulta de los periodistas sobre el enfrentamiento Tevez-Riquelme, dijo: “Lo importante es ganar mañana (por hoy). Solo pensamos en este partido”. Ante el insulto de unos 200 hinchas de Boca, Angelici optó por ingresar rápidamente. Más allá de toda la polémica, Riquelme eligió no expresarse públicamente para responder a las acusaciones. Pero el hermano de Tevez, Diego, echó un poco más de llena al fuego el jueves por la noche cuando publicó un tuit alentando a Boca “aunque le duela a algunos ex jugadores”.

Para colmo, el plantel que viajó a Mar del Plata lo hizo mucho más tarde de lo pensado. Porque la densa neblina con la que amaneció La Feliz impidió que Boca arribara en el vuelo charter planeado para el mediodía. Así, Gago y compañía llegaron por vía terrestre, después de 5 horas de viaje en micro. En el hotel tenían listo el almuerzo. Pero Boca arribó para la cena. Y en silencio para evitar sumar más nafta a un clima en ebullición.

Con la vuelta de Centurión (después del desgarro que sufrió en el isquiotibial derecho ante River) y con Tobio con cuidados intensivos por su pubalgia, el equipo está confirmado. Y sólo se repetirán cinco (Tobio, Pérez, Pavón, Benedetto y Centurión) del once titular que jugó hace 8 meses en esta misma ciudad. Sin Tevez. Aunque, a su manera, el Apache encontró la forma de estar.