Fatalistas dicen que México y la Ciudad de México, en particular, están en una mala ubicación. Desde un punto de vista geológico es casi posible que tengan razón. Casi todo el territorio mexicano se encuentra en el borde de una de las placas de la corteza terrestre bajo la cual otra se mueve, lo que provoca la alta sismicidad de la región. La intensidad con la que los terremotos, el último se produjo el martes , castigan a la capital mexicana se debe más a factores locales.

¿Por qué ocurren tantos terremotos en México?

Desde el devastador terremoto de 1985, en el que murieron al menos 10.000 personas, México sufrió una decena de terremotos de una magnitud igual o superior a la que ocurrió el martes. Con excepción de uno ocurrido en la Baja California (noreste del país) en 2010, todos se produjeron en la franja suroeste y central, en Estados como Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Es necesario buscar la razón de tal concentración en el movimiento de las placas que forman la corteza terrestre
La mayor parte de México está sobre el extremo suroeste de la placa norteamericana. Aquí, se encuentra con la placa de Cocos, sobre la que descansa el Océano Pacífico que baña las costas occidentales de Centroamérica. Esta placa entra por debajo de la norteamericana y es ese proceso (llamado técnicamente de subducción) que genera la tensión que, a cada cierto período de tiempo, es liberada en el formato de terremotos. Este choque entre placas también es la causa de la gran concentración de volcanes en la región conocida como el Arco Volcánico Centroamericano.

"No hay una conexión directa entre los últimos dos terremotos"

"La placa de subducción, al entrar por debajo, queda obstruida acumulando tensión", explica el profesor José J. Martínez Díaz, especialista en geodinámica planetaria de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid. "Al salir de la obstrucción, ocurre el terremoto", añade.

¿Fue el sismo más intenso de México?

"Sismo de ayer fue el más intenso registrado en la historia de la Ciudad de México", dijo Victor Manuel Cruz, Departamento del investigador de la Universidad Autónoma de México sismología. La magnitud de los sismos indica cuán grande es la ruptura en la falla que origina el terremoto. El sismo del martes tuvo una magnitud de 7,1, mientras que el 7 de septiembre de alcanzó 8,2 . La intensidad indica la velocidad del movimiento del suelo en diferentes puntos por el terremoto.

En ese sentido, Cruz indica que "ciertamente estamos ante el más intenso ya registrado. El terremoto de 1985 tuvo una intensidad máxima de 35 Gal [la unidad de aceleración en centímetros por segundo] mientras que el de ayer llegó a los 58 Gal en la estación de medición de la Ciudad Universitaria". Esta estación está en un área de roca firme, no en el terreno de lago sobre el que se construyeron algunos de los barrios más afectados de la Ciudad de México ", explica el sismólogo, lo que puede explicar en parte por qué la destrucción del terremoto del martes La principal razón de tanta destrucción causada por el temblor en la capital se debe al hecho de que el epicentro del sismo registrado el martes estaba a sólo 120 kilómetros de la capital, mientras que el de Tehuantepec ocurrió en el Estado sureño de Chiapas, informa Nuño Domínguez Ciudad de México.

Es normal que ocurran dos terremotos en apenas dos semanas casi en la misma región y con una magnitud semejante?

El 7 de septiembre ocurrido en el sur de México , con los estados de Oaxaca y Chiapas como los más afectados, un terremoto de magnitud 8,2, incluso mayor que la del martes. Murieron 100 personas. La proximidad en el tiempo lleva a pensar que están conectados. Pero su epicentro se encontraba a más de 500 kilómetros del segundo sismo. "No hay una conexión directa entre los dos, a pesar de que ambos son consecuencia de la convergencia del fondo del Pacífico (aquí sobre la placa de Cocos) y la placa norteamericana sobre la que se asienta México", afirma el profesor de geociencias Open University, David Rothery.