SOCIEDAD
26 de septiembre de 2017
Día Mundial de la Prevención del Embarazo Adolescente
Preocupan casos de coerción sexual entre adolescentes. Especialistas aseguran que se han naturalizado estas prácticas que implican violencia y manipulación. En ese contexto se dan muchos embarazos no deseados, lo que impacta sobre una problemática con consecuencias severas.
Entre los adolescentes se naturaliza cada vez más apelar a diferentes artilugios con tal de lograr una relación sexual. Los especialistas que trabajan con ellos ven con preocupación estas conductas que califican como violencia sexual.
La coerción sexual es una de las causas de tantos embarazos adolescentes no deseados, una problemática que existe desde siempre -reconocen- pero que se ha instalado con aval del entorno.
Se trata de situaciones en las que una persona es forzada de alguna manera o manipulada para mantener relaciones sexuales.
“Coerción sexual es el acto de forzar a otra persona, por medio de violencia, amenazas, insistencia verbal o engaño, a participar de conductas sexuales contra su voluntad. Puede incluir la amenaza o el uso de la fuerza física, la incitación al consumo de alcohol y/o drogas, el chantaje emocional, la mentira, la culpabilización, la insistencia y la presión y en todos los casos se consideran como situaciones de violencia sexual”, explica un documento de Unicef. Esta organización junto a otras entidades buscan desnaturalizar estas conductas a través de la campaña “#QuererPosta”. Esto en el marco del Día Mundial de la Prevención del Embarazo Adolescente que se ha instaurado el 26 de setiembre.
Ocurre que en ese contexto, y sobre todo si median el alcohol o las drogas, hay menos chances de cuidado anticonceptivo, si están con la conciencia alterada no se acuerdan de esto o no pueden colocarse el preservativo (el método que más usan). También puede darse en el marco del noviazgo y que intervenga más de una persona, en cuyo caso quizás a quien no es pa reja no le interese cuidarse.
Las víctimas suelen ser mujeres, pero no de manera exclusiva ya que a los varones también puede sucederles.
“Hay casos de abuso sexual de un varón sobre otro, a veces un varón usa a una chica para convencer a otro mientras que también pueden darse encuentros entre tres (o más)”, explicó Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (Feim) la entidad que motorizó la campaña.
Consentimiento y placer
“Nos preocupa que el último tiempo haya más casos de embarazos en menores de 15 años que - al igual que el embarazo adolescente en general- muestra un aumento persistente, los últimos años, incluso en niñas de hasta 10 años”, manifestó.
“Nos focalizamos más en el tema del consentimiento porque menores de 15 años no pueden consentir porque no tienen capacidad para hacerlo”, especificó en referencia a los mecanismos que pueden utilizarse para convencer de hacer algo que no se quiere.
Dijo que la apropiación del cuerpo femenino es algo que estuvo siempre en la cultura machista pero que les preocupa que lo estén naturalizando los chicos.
Se destaca además que el entorno los erotiza y hay acceso a pornografía que muestra un modelo de sexualidad violento, además de que persisten muchos mitos y desinformación, todas cuestiones que se toman como naturales.
Hay un tema que aparece como tabú: el placer, se habla mucho de anticoncepción pero poco del placer, cuando en realidad puede ser un parámetro para que una víctima de violencia, que puede darse incluso dentro del noviazgo, identifique la situación. En una relación consentida debe haber placer. Debe resaltarse la necesidad de romper con el modelo que posicionó a la mujer como objeto de satisfacción de otros.
Presión social
Si bien señalan que la coerción sexual ha existido siempre la particularidad del contexto actual entre los adolescentes es la naturalización en el marco de un modelo social que sobrevalora las relaciones sexuales, por lo que se produce una gran presión entre pares.
Se sabe que para esta franja etaria la influencia de los pares y la necesidad de ser aceptado y pertenecer tienen un peso enorme. En este sentido es que se adaptan conductas para estar a tono con lo que demanda el entorno y ser aceptado, no hacerlo puede implicar burlas entre otras cosas.
“La coerción siempre ha existido pero se ha sumado hoy la presión social, por la cual para pertenecer a un grupo luego de un primer contacto hay que mantener relaciones para no parecer pacata y utilizan el alcohol o las drogas para cumplir con las expectativas grupales. Tienen que tener mucha autoestima para no entrar en ese juego”, explicó la psicóloga y sexóloga Alejandrina Román de Giro.
“Hay que tener en cuenta que en la adolescencia hay una gran presión social para debutar sexualmente”, destacó la psicòloga.
“Está naturalizado el mandato de tener relaciones sexuales a determinada edad especialmente en varones, hay como una sobrevaloración (...) se supone que hay que demostrar la virilidad y está puesta siempre a prueba”, agregó.
Hizo referencia al modelo clásico por el cual los varones debían debutar a los 18 años y de no hacerlo eran llevados a un prostíbulo aún en contra de su voluntad. Actualmente la edad de inicio se contempla en torno a los 15 años pero en muchos casos se concreta incluso antes. Para lograrlo entonces está avalado apelar a cualquier artilugio y es en este contexto que se cae en la coerción e incluso en la violación.
Es que en muchos casos media el alcohol que además es un facilitador para el consumo de otras sustancias y la pérdida de voluntad. Si se produce una relación sexual con una persona que no está en un estado de conciencia entonces hay que hablar de violación, destacó Alejandrina Román de Giro.
Hay un modelo por el cual hay que demostrar ser “macho” de acuerdo a los parámetros estereotipados, y en el plano sexual es ahí donde se termina incurriendo en manipulaciones.
Comentó que se escucha bastante que los varones les dicen a las chicas que si se inician sexualmente desarrollarán más rápido sus genitales o tendrán mejor cuerpo como una manera de convencerlas. Por eso una vez más insistió en la necesidad de hablar de nuevas masculinidades, de diferentes formas de ser varón y no un solo modelo al que hay que responder.
¿Puede prevenirse?
Lo que destacaron las especialistas es en la importancia de lograr la autovaloración para que tenga menos peso la opinión de los pares.
Destacaron que existe una gran deuda en términos de educación sexual, de lo cual deben hacerse cargo las instituciones ya que las familias a veces replican un modelo que no es positivo o no cuentan con la información necesaria para afrontar estas nuevas realidades.
Campaña
Con la intención de ofrecer información y derribar mitos se creó este año la campaña #QuererPosta, es una iniciativa de alcance nacional que se desarrollará del 21 al 26 de setiembre en el marco de la “Semana para la Prevención del Embarazo No Planificado en la Adolescencia 2017”. En la página http://www.quererposta.org puede obtenerse información sobre diferentes temas como la prevención de embarazos no deseados, mitos y derechos al momento de mantener una relación sexual o cómo protegerse.
La campaña es liderada por la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (Feim), Unicef, FUSA AC, la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva (RedNac), Amnistía Internacional, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género y Fundación Huésped, y cuenta con el apoyo del programa “Hablemos de todo” de la Dirección Nacional de Juventud.
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