"Acá no se vota", le gritó Guillermo Moreno a un directivo de Papel Prensa "a pocos centímetros de su cara", cuando era el todopoderoso secretario de Comercio Interior del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Sacó dos pares de guantes de boxeo y un casco protector, para amedrentar a los directivos de la empresa y evitar que se realice su Asamblea. Además, hizo apagar las luces y desafió a pelear. Para el funcionario, eso significaba resolver los problemas "como hombres". Con su actitud autoritaria, ese 12 de agosto de 2010 logró suspender la asamblea de la empresa que fabrica papel de diarios.

Por ese hecho, el juez Julián Ercolini citó a indagatoria a Moreno, para el 18 de octubre. Remitió al pedido del fiscal Guillermo Marijuan, quien sostuvo que "existen pruebas suficientes demostrativas de los hechos acaecidos y motivo bastante para sospechar que Guillermo Moreno ha tomado intervención en los presuntos ilícitos investigados".

En la citación, se solicita que se investigue si Moreno cometió los delitos de amenazas coactivas, privación ilegal de la libertad, perturbación al ejercicio de las funciones públicas y al acto funcional, turbación de reunión lícita y abuso de autoridad.

Acá no se vota, está clarito": lo dijo Moreno

Según el fiscal Marijuan, que llevó adelante la investigación, "se advierte claramente que el proceder del licenciado Guillermo Moreno tuvo un propósito amedrentador guiado por un claro objetivo de evitar que se llevara a cabo con normalidad la votación".

En esa ocasión se iban a elegir tres síndicos titulares y tres suplentes de la comisión fiscalizadora de Papel Prensa. Moreno dijo que iba a impedir una votación al respecto a toda costa. “Voy a hablar todo el tiempo que sea necesario hasta que los privados reconozcan la necesidad de que el órgano no se modifica. Por eso trajimos los cascos de rigor (...) Pensando en los muchachos que suelen tener gente que se suele ir a las manos, con gente que después se lastima, de tal manera que el juez nos dijo que teníamos que ser civilizados”.

“Tengo casco o guantes. ¿Qué eligen? Hay para elegir” , provocó el belicoso funcionario a los presentes en la reunión. “Porque el juez dijo que nos tenemos que portar bien. La última vez dijo que no nos portamos bien, vino un gil, tiró una trompada y se rompió un dedo. Entonces, ahora, para que no se rompe ninguno”, justificó, mientras insistía “Casco o guantes, casco o guantes, tienen para elegir”. El episodio al que hacía referencia Moreno era la agresión de Daniel Reposo (por entonces titular de la Sindicatura General de la Nación) a José María Soaje Pinto, asesor de Carlos Aguirre, gerente de Finanzas de Papel Prensa.

”Las mujeres al fondo”, indicó Moreno. De inmediato, Beatriz Paglieri (su ladera y directora por el Estado en Papel Prensa) se hundió en el fondo del salón en que se celebraba la asamblea. El presidente de Papel Prensa (Alberto Maquieira) y el co-administrador judicial (Martín Arecha) trataron de enfriar el clima , sirviendo unos sandwiches de miga. “No conviene comer ahora, los míos que no coman”, arengó Moreno.

“De acá no entra ni sale nadie. Bajemos la luz” , le ordenó a Reposo. Este le hizo caso y apagó la luz. Toda la secuencia quedó filmada en un video y figura en la investigación realizada por el fiscal Marijuan.

Moreno hizo espacio y mandó a sus guardaespaldas –como Rubén Zampino, que ocupó un cargo técnico en el INDEC– que se pongan a los costados. “A los accionistas, vos, vos y el otro tarambana (mientras señalaba con el dedo a los representantes de Clarín y La Nación), vení pibe”, atacó, con un gesto desafiante : “Estamos en fase uno, estamos pasando de amarillo a rojo, ¿está claro?”.

Con la provocación, Moreno logró su cometido: bloquear cambios en la comisión fiscalizadora de Papel Prensa. Es que esa comisión estaba encabezada por dos directores estatales y uno de los privados, cuando la composición accionaria de la empresa es diferente. Los privados (Clarín y La Nación) tienen la mayoría , mientras que el Estado posee el 27,5%. Pero los privados no querían que Reposo, después de agredir a un ejecutivo de la empresa, continúe en ese órgano de control.

“Con los cascos y los guantes damos por cumplida la manda (sic) judicial que nos obliga a ser civilizados. Estos son los elementos que nos permitan que discutamos”, dijo Moreno, en esa ocasión. Los asistentes quedaron atónitos , porque no se trataba de una broma.

Moreno subió el tono de voz, hasta que llegó a los gritos . “No se va a votar bajo ningún aspecto lo que quiere el sector privado. Soy claro y contundente”, afirmó. “Nosotros empezando por el secretario de estado Moreno, más todo su gente, se banca lo que se tiene que bancar. No voy a entregar la palabra. Todos mis funcionarios varones se bancan lo que tengan que bancarse. Acá no se vota, acá no se vota, está clarito”, se encolerizó en su máximo punto de exasperación. Horas antes, Moreno dijo que, pronto, se “cristalizaría” una nueva composición accionaria en la firma, que tendría mayor participación estatal. Sería tras quitarle las acciones a Clarín y La Nación.

El 18 de octubre Moreno tendrá que explicarle al juez Ercolini por qué actuó así, impidiendo una votación en la Asamblea de Papel Prensa.

Fuente: Alejandro Alfie