Propenso al chiste rápido, al cordobés Luis Juez quedó complicado como embajador en Ecuador. Ese país envió una nota de queja a la Cancillería argentina y pidió su reemplazo en el cargo. El domingo de las elecciones , Juez dijo a una radio cordobesa: "Llegué hace media hora de fiscalizar. Me pegué una ducha, me puse un saco y una camisa porque no quería estar con la ropa de esta mañana porque van a decir 'este mugriento se ve que agarró hábitos ecuatorianos".

La reacción de la Cancillería ecuatoriana fue inmediata; indicó que "encuentra inaceptable que un representante del más alto nivel de un Estado se refiera, una vez más, de manera ofensiva a los ciudadanos del país que le ha recibido con consideración y amistad".

Esta semana directamente solicitó al Gobierno argentino el reemplazo de Juez; no consideró suficiente que el cordobés planteara que "no fue su intención ofender a nadie" y que sus declaraciones habían sido "sacadas de contexto".

"El canciller me planteó que entendía que habíamos hecho todo lo que teníamos que hacer con el Estado ecuatoriano. Había una confusión y se generó un malestar. Me dijo que teníamos que actuar con paciencia y prudencia para que el tema quedara aclarado", señaló Juez.

"Ellos tienen en claro que las disculpas son objetivas, sinceras, claras y que sobre el tema ha habido una operación interesante sobre actores y sectores -agregó, en diálogo con la radio Cadena 3-. He tenido posturas en defensa de algunas cuestiones que los embajadores no lo hacen y que traen sus consecuencias. Hay algunos sectores que veían con agrado que Juez dejara de serlo".

Hace una semana los vecinos de Otavalo (provincia de Imbabura, norte de Ecuador) pidieron que se declarara a Juez persona no grata. Es que el embajador, en su intento de enmendar su frase, explicó: "Una de las más conocidas es el pueblo Otavalo. Ellos se visten a la mañana del sábado y están todo el fin de semana con la misma ropa". Gustavo Pareja, alcalde de Otavalo, encabezó una protesta frente a la embajada argentina en Quito.

Cuando era intendente de Córdoba, en 2008, trató al club Belgrano como "un equipo de Bolivia", lo que también le generó problemas. Igual que ahora, tuvo que ofrecer sus disculpas públicas ante la avalancha de críticas que recibió. Hsta el Inadi se involucró en el tema.