Michel Temer se enfrenta a otro cruce. Esta vez, el presidente de Brasil no tendrá que lidiar con un proceso criminal, sino con la sed de poder de sus aliados mientras intenta emplacar su impopular reforma de la Previdencia. Partidos de los más diversos matices están de ojo en 17 de los 28 ministerios del Gobierno. Todos ocupados por parlamentarios o políticos con pretensiones electorales. The Big Center, un grupo que se centra subtítulos de centro-derecha, quiere ampliar su espacio y se mueven principalmente en los cuatro ministerios del PSDB a liberar a partir del final del año. Uno de ellos ya está libre. El entonces ministro de las Ciudades, el diputado Bruno Araújo (PSDB-PE) dejó la cartera el pasado lunes. Dos nombres fueron presentados como posibles sucesores, ambos del Partido Progresista.

dolor de cabeza del presidente será ahora a la forma de adaptarse a los representantes de las siglas que impedían investigaciones en su contra en la Cámara de Representantes a cambio de votos para la reforma de las pensiones. Para dificultar la cuenta, Temer sugirió instalar algunas trabas, que empiezan a molestar a parlamentarios. Una de ellas es la de que el político que asuma un ministerio en la reforma que debe realizarse en los próximos 30 días no podría concurrir a ningún cargo electivo en 2018. El objetivo es evitar que en abril del año que viene sea necesario promover una nueva reforma ministerial, ya que hay la previsión legal de que el plazo para la desincompatibilización en cargos del Ejecutivo tiene que ocurrir seis meses antes de los comicios.

En un primer momento, el único que estaría libre de ese "machete" inmediato sería el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles. En el caso de que se produzca un cambio en la calidad de la información, A pesar de la voluntad de Temer de realizar ese gran intercambio de nombres en las próximas cuatro semanas, algunos otros ministros también demostraron molestias. Son los casos de Gilberto Kassab (Ciencia, Tecnología y Comunicación) y Marcos Pereira (Desarrollo, Industria y Comercio). Kassab piensa competir a una plaza de senador o al Gobierno de São Paulo por el PSD, leyenda de la que es fundador y presidente. Mientras Pereira, del PRB, buscará regresar a la Cámara de Diputados.

Uno de los ministros más cercanos de Temer, Moreira Franco, de la Secretaría General, presentó algunos senales a la propuesta de la reforma amplia inmediata. Él dice que la idea es "útil al país, ni al Gobierno". Ante un gobierno que fue bautizado como presidencialismo de coalición, cualquier político sabe que el Congreso sólo ha funcionado ante la máxima de la toma de allí. Es decir, si no tiene cargo en el primer escalón, difícilmente se aprueban los proyectos de interés de la Unión. Y eso no es algo específico de la gestión peemedebista. El mismo fenómeno ocurrió desde la década de 1990, por lo menos.

Una propuesta presentada por asesores de Temer a los congresistas esta semana fue la de dar una especie de "cheque pre-datado" a quien lo apoya en la reforma de la Previdencia. Es decir, si vota a favor de los cambios legislativos, recibirá un ministerio en el futuro próximo. Es la misma estrategia que Dilma Rousseff (PT) tiene que tratar de bloquear el juicio político en el Congreso. En el caso de ella, no tuvo éxito.

"Ya hemos visto esta película antes. Es lo mismo que contar con el huevo en la cloaca del pollo ", dijo a EL PAÍS un representante del PSD. "Va a ser difícil aprobar cualquier proyecto si no atiende los intereses de los partidos que dieron la cara a la tapa en las dos denuncias contra el presidente", agregó un influyente miembro del PP.

El PP, por cierto, es el partido que tiene mayor sed de poder. Actualmente, tiene 45 diputados, la cuarta mayor bancada en la Cámara; siete senadores, la tercera más representativa en el Senado, y; dos ministros en carteras relevantes: Salud y Agricultura. Ya dejó claro a Temer que también quiere Ciudades, una de las principales fuentes de voto por cuenta del programa Mi Casa Mi Vida. Los asesores del presidente dicen, sin embargo, que difícilmente la leyenda quedará con tres ministerios tan importantes. Es decir, si hace cuestión de Ciudades, tendrá que renunciar a uno de los otros dos, que son comandados por parlamentarios.

En otra línea, partidos que se consideran pequeños o medios en el parlamento también intentan crecer en los ministerios. En ese sentido, el presidente hace una serie de cálculos para decidir qué puede ceder a subtítulos como PSC, PRB, PSD y PR. Fue gracias a la buena parte de sus congresistas que Temer logró evitar que el Supremo Tribunal Federal lo juzgaba antes de diciembre de 2018, cuando termina el mandato. El precio de ese salvoconducto quedará más claro con los próximos movimientos en el tablero político manejado por el peemedebista.