La Navidad es una de las épocas del año, con las vacaciones de verano y fines de semana largos, en los que el aumento del gasto. La compra de regalos, el ocio, los viajes y la alimentación son los elementos que consumen la mayor parte del presupuesto. El pago extra que muchos trabajadores reciben ayuda para cubrir esos gastos que la mayoría ya tiene en cuenta. Aprovechar estas fiestas sin gastos desmedidos es fundamental para que el nuevo año no comience con la economía doméstica perjudicada.

1- Planear (el ocio también)

La planificación es una medida básica en cualquier método para controlar gastos o ahorrar. Y es tan simple como hacer una lista con los gastos previstos para las próximas semanas. ¿Cuántos regalos vas a dar? ¿Recibirá invitados en casa? ¿Va a cenar fuera con la familia? ¿Tienes que viajar para visitar a familiares o amigos? Planear las fiestas en términos económicos nos dará un total estimado de gastos. A partir de ahí, veremos si podemos arcar con todo lo que estamos previendo o si tenemos que cortar algo de la lista. Si es así, tener una lista con cada uno de los gastos hará más fácil realizar una reestructuración.

2 - No se deje llevar por las ofertas

La Navidad es una época histórica de lanzamiento de campañas publicitarias. Las compras aumentan y las marcas quieren aprovechar el calendario para aumentar sus ventas. Es fácil dejarse en la atmósfera de Navidad y comprar más de lo necesario . Además, en los últimos tiempos hemos visto cómo se desvirtuan las ofertas de enero adelantando descuentos y promociones para atraer clientes que se preparan para las fiestas.

Las ofertas y descuentos también pueden jugar a favor del consumidor. Lo importante es no dejarse llevar por los precios especiales. Aprovechar los descuentos temporales o las ofertas de media estación de muchas tiendas, además de evitar las compras de última hora, le ayudará a ahorrar.

3 - Los mejores regalos no siempre son los más caros

El estudio de tendencias de consumo navideño de 2017 de la consultora Deloitte muestra que el regalo más deseado es el dinero, seguido de viajes, en el caso de los hombres, o de ropa y calzados, en el caso de las mujeres. Generalizar a la hora de dar un regalo lo hace más impersonal, y si usted elige un regalo como el dinero, la despersonalización es aún mayor. A veces, pensar más detalladamente e innovar en las opciones puede ser el camino para alcanzar dos objetivos. Por un lado, conseguir regalos exclusivos y personalizados. Por otra parte, controlar los gastos. Ofrecer una tarde en un lugar especial o realizar una tarea que la persona regalada odia hacer pueden ser algunos ejemplos.

4 - Utilice la imaginación

La Navidad es una época en la que podemos dejarnos llevar por la ostentación y la tradición. El esfuerzo de decorar todo ayuda a crear un ambiente familiar e íntimo que no tiene por qué costarnos dinero. Los adornos navideños se pueden hacer en casa, podemos encontrar tutoriales fáciles de poner en práctica con elementos que ya tenemos y, además, si hay niños en casa, aprovechamos para compartir un momento divertido. Los menús también se pueden ajustar para adaptarlos al presupuesto. Podemos congelar con antelación algún producto que sabemos que será más caro en esta época, o intercambiar ingredientes.

5 - Cuidado con el uso de la tarjeta (principalmente si es de crédito)

Los pagos con tarjeta tienen que ser controlados para saber el estado de las finanzas personales. Las aplicaciones de los bancos que permiten controlar el saldo en tiempo real facilitan esta tarea. El objetivo es evitar que no tengamos la sensación de gasto al pagar con tarjeta, por no usar dinero vivo.

Además, si usted va a comprar algo en la tarjeta de crédito, debe hacer las cuentas antes y estar seguro de que puede arcar con esas parcelas. También es necesario tener conciencia de los intereses que serán pagados, para saber si compensa.