Sobre el final del 2017 se complicó el clima con la sequía histórica de la que aún no salimos; los expertos como Eduardo Sierra dicen que se está instalando un efecto climático La Niña (que implica déficit hídrico) pero que hasta el otoño esto no se definirá por que el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial es débil. En el plano local tuvimos un noviembre-diciembre-enero con 73 milímetros cuando el promedio es 320 mm y además recordamos los grandes calores que soportamos lo que generó evapotranspiraciones del orden de los 130/150 mm mensuales.

Doña Rosa y Don Cosme se preguntarán como evaporó tanto el suelo si no llovió. Resulta que hasta octubre nos llovieron 1015 mm (promedio anual en 10 meses), es decir que veníamos muy bien. Ante esta situación nos pusimos a “encuestar” amigos/productores/colegas con el ingeniero Antonio Martin de la Agencia local del Inta y llegamos a la conclusión que titula esta nota. Desglosando un poco el cuadro que confeccionamos con los datos aportados podemos decir que tomamos en cuenta solo soja y maíz y ambos de primera y de segunda, no incluimos otros cultivos ni la ganadería

El cálculo

Trabajamos sobre mermas de rendimiento y sobre hectáreas no sembradas (sobre todo de soja de segunda). Hasta este momento podemos decir que está todo bastante definido (en general mal). Solo la soja de primera puede aprovechar y trasladar a rendimiento futuras lluvias las que indudablemente no se deberían hacerse esperar y además tendrían que ser importantes en milimetraje.

El trabajo nos llevó a la conclusión de que en Chivilcoy se perderán 987 millones de pesos y 8.000 viajes de camión.

Sabemos perfectamente que el productor “gasta” por lo menos el 85% de esa cifra en su pueblo parta invertir y para vivir y los fletes en su gran mayoría son realizados por camiones y choferes de nuestra ciudad por lo tanto una gran parte de ese importe va a faltar.

Para que comparemos cuánto recurso faltará podemos decir que esos 987 millones son -o podrían ser-:

1-Un presupuesto anual de nuestra Municipalidad (el principal dador de empleos local).

2-Setenta accesos a Ramón Biaus.

3-650 casas sociales.

4- La tasa vial de más de 10 años de todo el partido de Chivilcoy.

5-El doble del Fondo de Emergencia Agropecuaria Nacional.

Sin ánimos de exagerar tenemos que tener en cuenta que esta sequía histórica arrancó con un suelo muy bien dotado de humedad, claramente para la próxima campaña arrancaremos con déficit. Por eso es que los productores ya debemos empezar a pensar en la posibilidad de hacer las cosas muy bien en el sentido de la conservación de los pocos milímetros que (según dicen los que saben) van a caer.

Pensar que en algún momento la siembra directa era la causante de las inundaciones (Aníbal Fernández dixit) y ahora será la que nos ayudará a menguar los déficit hídricos que puedan venir. Qué raro ¿no?.

por Juan José Ascheri.Ingeniero agrónomo, ex presidente Asociación Rural Chivilcoy. Publicado en el diario La Razón