SOCIEDAD
23 de marzo de 2018
La distracción al volante es la principal causa de accidentes de tráfico mortales
La distracción de los dispositivos móviles mientras conducimos es un tercio de los casos de mortalidad en rutas. Enviar un WhatsApp multiplica por 23 el riesgo de sufrir un accidente.
La distracción al volante es la principal causa de accidentes de tráfico mortales en el mundo.
La peligrosidad de esta mala práctica aparece reflejada en multitud de estudios realizados por entidades dedicadas a la seguridad vial. Sin embargo, los conductores no parecen concienciarse de los riesgos que supone algo tan cotidiano, y a la vez tan arriesgado, como escribir un mensaje mientras conducimos.
Lo cierto es que ese gesto, aparentemente simple, puede tener las mismas consecuencias nefastas que circular bajo los efectos del alcohol. Si tenemos en cuenta los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), hablar por teléfono al volante equivaldría a conducir con una tasa de alcoholemia de un gramo por litro de alcohol en sangre. O lo que es lo mismo, el doble del límite legalmente permitido.
(Getty Images)
Esto supone, además, que aumenta el riesgo de siniestro entre cuatro y nueve veces. El tiempo medio de reacción de un conductor en una situación normal viene a ser de unos 0,75 segundos. La DGT estima que hablar al teléfono mientras se conduce duplica esta cifra lo que pone en riesgo tanto la seguridad del propio conductor como la de otros.
Es por ello que en los últimos tiempos han surgido campañas de concienciación como la que promueve Orange con el nombre de #oprunusovedelatecnologìa, que nos invitan a reflexionar sobre el uso seguro de las nuevas tecnologías y fomentan una práctica responsable, tanto para niños como para mayores.
Un informe publicado por el Automóvil Club de Argentina (ACA), elaborado a partir de encuestas a conductores, revela que un 36% utiliza el móvil cuando se detiene en un semáforo, un 30% lo hace al pararse en un atasco y un 15% si están parados a un lado de la calzada. El resto reconoce que lo hace con el coche en marcha.
Conducir hablando por el móvil llega a doblar el tiempo habitual de reacción al volante
El mismo estudio pone de manifiesto que los conductores que hablan por el móvil suelen hacerlo cuando van por ciudad (casi en el 75% de los casos), mientras que el porcentaje restante reconoce que lo hace en vías interurbanas.
Un problema global
Esta cuestión no es exclusivamente Argentina, sino que preocupa en gran parte de Europa. Países como España, Finlandia, Francia, Italia, Suiza, Luxemburgo, Portugal, Holanda, República Checa, además de Argetina, lo consideran un problema “muy importante”. Mientras que Alemania, Austria, Bélgica Suecia o Hungría lo catalogan de cuestión “importante”.
Es sencillo explicar por qué usar el móvil en el coche es una temeridad. Para empezar, entorpece acciones básicas de la conducción como el manejo del volante, el cambio de marchas o los intermitentes. Además, se tiende a no mantener la distancia de seguridad, se confunde la ruta a seguir o se producen alteraciones bruscas en la velocidad.
El uso de una aplicación de mensajería instantánea multiplica por 23 el riesgo de sufrir un accidente
Según las cifras de la DGT, responder una llamada nos lleva ocho segundos, y marcar un número nos distrae 13 segundos. Esto quiere decir, por ejemplo, que si vamos conduciendo a 100 kilómetros por hora y cogemos el móvil para seleccionar un número, el coche recorrerá 361 metros -casi cuatro campos de fútbol- sin que tengamos un control adecuado sobre el vehículo.
Tampoco es recomendable abusar del manos libres. Puede ser útil para una conversación corta, pero si pasa de los tres minutos, ya se empieza a no percibir el 40% de las señales y se aumenta también el tiempo de reacción habitual.
Ojo con los WhatsApps
Los datos también demuestran que aún es más arriesgado enviar un mensaje de texto. El tiempo que se necesita, de media, para realizar esta acción es de 20 segundos, tiempo en el que el vehículo se desplaza 550 metros. Haciendo la misma comparación, esto supone que, si circulamos también a 100 kilómetros por hora, la distancia equivale a cinco campos de fútbol.
De hecho, el Virginia Tech Transportation Institute estadounidense demostró que el empleo de aplicaciones de mensajería al volante multiplica por 23 el riesgo de accidente. Es decir, cuadruplica el peligro de una llamada.
Enviar un WhatsApp mientras se conduce a 100 km/h implica avanzar 550 metros sin control del vehículo
La campaña que han puesto en marcha el ACA, Castrol y BP #StopChatear para alertar sobre estas malas prácticas advierte que la mensajería instantánea es la principal causa de distracción cuando se usa el móvil conduciendo. Este mismo proyecto cifra en 13 millones el número de conductores que utilizan su smartphone al volante. Y de éstos, unos 4 millones admiten utilizar WhatsApp o aplicaciones similares cuando están en ruta, un 7% confiesa hacerlo habitualmente.
Este dato aumenta entre los más jóvenes, de forma que un 35% reconoce utilizar indebidamente WhatsApp durante la conducción. El porcentaje es prácticamente inexistente entre los mayores de 65 años. Entre los conductores consultados por el ACA, casi 560.000 han estado a punto de tener un accidente por culpa del teléfono móvil. Por eso, hemos de tomar conciencia de que enviar un mensaje es una imprudencia igual de grande que conducir bebido. Porque así es y las consecuencias pueden ser irreparables.
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