La Secretaría de Energía de la Nación oficializó ayer una baja del cinco por ciento en el precio que las petroleras pagarán en octubre a las fábricas de bioetanol: de 9,544 pesos por litro pagados en septiembre el precio bajó a 9,067.

De esta forma, Energía aplicó la máxima baja porcentual que ella misma se autorizó a definir desde que, hace unas semanas, modificó la fórmula de cálculo.

El precio queda igual para este mes tanto para el bioetanol de caña como el de maíz. Pero a las industrias del sector ya les avisaron que las bajas continuarán hasta marzo y que el maíz será discriminado. Para ese entonces, el bioetanol de azúcar costará unos 8,50 pesos a precios de hoy y el de maíz unos 6,68 pesos.

La decisión golpea con fuerza a Córdoba, donde se encuentran tres de las cinco plantas del país, entre ellas las dos más grandes. Fueron construidas desde cero en los últimos tres años, con una inversión mayor a 300 millones de dólares, con la garantía de una fórmula de definición de precios que ahora Energía modifica sin siquiera consensuarla.

Esta primera baja implicaría, sólo este mes, una pérdida de unos 19 millones de pesos a las fábricas cordobesas. La reducción total, en tanto, tendría un impacto de casi 1.500 millones de pesos en un año.

Reacción

El viernes último, cuando la decisión ya era un hecho, el ministro de Industria de Córdoba, Martín Llaryora, envió una nota a la secretaria de Energía de la Nación, Mariana Matranga, alertando que la decisión desalienta la inversión y el empleo (600 puestos de trabajo) y el agregado de valor local, luego de destacar las inversiones en plantas y tecnologías realizadas por las empresas cordobesas.

Fuentes empresarias indicaron que presentarán un recurso administrativo para dejar sentada su protesta. Y evaluarán acudir a la Justicia.

También cuestionan que, en forma arbitraria, la baja no será igual para el bioetanol de azúcar de los ingenios tucumanos, que debieron invertir muchísimo menos para producir el combustible.

El ajuste, además, no se trasladaría a los combustibles, con lo que implicará lisa y llanamente una transferencia de recursos de las etanoleras a las petroleras, que hoy “cortan” las naftas que venden con un 8,5 por ciento de etanol.

La medida oficial también recogió críticas de legisladores nacionales cordobeses. “Nos parece una locura, un nivel de imprevisibilidad absoluta”, opinó el senador Luis Juez. Por su parte, el diputado radical Oscar Aguad consideró que “genera incertidumbre en el clima de negocios”, mientras que el kirchnerista Martín Gill pidió una mesa de diálogo y discusión en el sector para estudiar el impacto de la medida.

El intendente de Villa María, Eduardo Accastello, se comprometió a acompañar las gestiones de ACA Bio, que tiene una planta en esa ciudad, mientras que su par de Río Cuarto, Juan Jure, calificó de “preocupante” a la decisión y reveló que días atrás envió una carta a la ministra de Industria, Débora Giorgi, por este tema.

Puntos de vista
Eduardo Accastello. Intendente de Villa María. “Voy a acompañar las gestiones de ACA Bio. Pedimos dialogar. En la baja del precio influyen varios factores”.

Juan Jure. Intendente de Río Cuarto. “Es preocupante. La falta de reglas de juego claras para los inversores privados, eso desalienta 
a los emprendimientos”.

Oscar Aguad. Diputado nacional (Unión Cívica Radical). “Esto forma parte de un derrotero K, que es la incertidumbre sobre el clima de negocios en el país”.

Martín Gill. Diputado Nacional (Frente para la Victoria). “Vamos a acompañar las gestiones para que el análisis, en especial para 
el sector cooperativo, se evalúe y monitoree”.

Luis Juez. Senador Nacional (Frente Cívico). “¿No es más fácil manejar los costos de YPF en lugar de acogotar a otros? Así cualquiera maneja una empresa estatal”.