INTERNACIONALES
7 de octubre de 2014
Marina ya decidió su apoyo a Aécio en el ballotage brasileño
La campaña comenzó con fuertes cruces. Rousseff dijo que votar al PSDB es volver al pasado y Neves contestó que hay miedo a los "monstruos del presente"
Pasadas tres horas de cerrada la votación y definidos los competidores para el ballotage del próximo 26 de octubre, comenzó la dura batalla por los votos y, en especial, la búsqueda de la voluntad de los electores de la gran perdedora de la elección, la candidata verde Marina Silva.
Todas las encuestas previas daban a Dilma Rousseff como ampliamente favorita en un posible ballotage contra Aécio Neves. Sin embargo, la performance del candidato socialdemócrata alteró esa certeza. Y aunque es posible que muchos de los votos que obtuvo Silva recalen en el oficialista PT (incluso algunos líderes del Partido Socialista Brasileño (PSB) ya explicitaron su apoyo a Dilma), gran parte de ese partido tiene preferencias por el candidato opositor. Diversas fuentes consultadas en Brasil confirmaron que la ex candidata ya decidió su poyo a Aécio Neves y que lo anunciará mañana de manera oficial.
Ante esta situación Dilma Rousseff parte con una doble sensación: por una parte, el triunfo que llegó junto al respaldo del 41% del electorado, a pesar de que ya transcurrieron 12 años de gobierno del PT, la dejan en condiciones de conservar la primera magistratura. Sin embargo, deberá luchar contra todo el colectivo opositor que la quiere ver lejos del palacio de Planalto. La coalición de gobierno tuvo, además, la peor performance para una elección presidencial y la diferencia con el segundo se redujo a 8%.
Aécio Neves, en cambio, y a pesar de salir segundo, dejó en alto al poderoso partido PSDB y protagonizó un rally alcista de la última semana que apuntala sus aspiraciones. Cuenta con el respaldo masivo del electorado de San Pablo, con el apoyo de gran parte del arco opositor, con el beneplácito de los mercados que en la jornada de ayer festejaron con alzas en todos los índices bursátiles y con el desgaste de un gobierno que tiene dificultades para manejar la crisis económica que arrecia en el país.
El operativo seducción arrancó con un claro acercamiento de Aécio a los seguidores del fallecido candidato socialista Eduardo Campos. "Es hora de unir nuestras fuerzas. Mi candidatura no es más la candidatura de un partido político. Es un sentimiento más puro, de todos los brasileños que aún tienen la capacidad de indignarse", afirmó. Y remarcó que su partido tiene "más convergencias que divergencias con Marina Silva".
En el primer día de campaña, Neves también tuvo tiempo de golpear a su adversaria. "Me sorprendí cuando la candidata oficialista dijo que el pueblo tiene miedo de los fantasmas del pasado", dijo y remarcó que "los brasileños tienen miedo a los monstruos del presente: la corrupción, la inflación alta y la recesión".
Aunque luego bajó el tono e invitó a su adversaria a una campaña limpia. "Quiero convidar a Dilma Rousseff a que realicemos una campaña de alto nivel, propositiva, a la altura de lo que esperan los brasileños".
Para Dilma, en cambio, el desafío es presentarse como la candidata del cambio dentro de la continuidad. Algo difícil de conseguir, tras cuatro años de magro crecimiento en la séptima economía mundial, elevada inflación y escándalos de corrupción.
La presidenta afirmó que se debe hacer una comparación entre los proyectos del PT y del PSDB y sus historias de gobierno. "Vamos a ver confrontar, una vez más, a dos proyectos. Ambos tienen prácticas de gobierno que ocurrieron. No vamos a comparar sólo programas, sino gobiernos muy concretos, que presentaron propuestas para Brasil".
Esta segunda vuelta será una reedición de las últimas cuatro elecciones, una pulseada mano a mano entre la alianza PT -PMDB y el PSBD. Aunque en esta ocasión el caudal inicial de votos petista es menor que en las anteriores oportunidades.
Fuente:agencia reuters
COMPARTIR:
Notas Relacionadas
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!