Así resulta del último informe sobre Perspectivas Económicas Internacionales (World Economic Outlook) dado a conocer hoy en Washington. Según las previsiones del organismo, el producto bruto interno argentino sufriría una caída de 1,7% en el año en curso y de 1,5% el próximo.

 El trabajo no incluye previsiones sobre inflación para la Argentina, pero advierte que "la profundización de los desbalances macroeconómicos y políticos se manifiestan en una alta inflación, crecimiento negativo y una creciente brecha entre el paralelo y el tipo de cambio oficial en Argentina".

"Se proyecta que Argentina se mantenga en recesión en 2014-2015, en medio de crecientes desajustes macroeconómicos e incertidumbres relacionadas con el prolongado alejamiento con los holdouts". Y advierte que la inflación permanece "elevada" y que la brecha entre el dólar informal y el oficial se ha ensanchado en los últimos meses.

A tono con la recesión proyectada para el país, el Fondo estima que subirá la tasa de desocupación que pasaría de 7,1% de la población económica activa a 8,8% en el año en curso y a 9% en 2015.

También se proyecta que las cuentas externas arrojarían un resultado negativo. Para 2014 el FMI estima un déficit en la cuenta corriente del balance de pagos equivalente a 0,8% del PBI, semejante al del año pasado pero por debajo del 1,1% proyectado para 2015.

El Fondo Monetario Internacional redujo sus previsiones de crecimiento de la economía del planeta a 3,3% para el año en curso, casi medio punto (0,4%) con relación a su estimación de abril pasado. Así lo señaló en su informe Perspectivas Económicas Mundiales. Se trata de un crecimiento "mediocre", según reconoció el economista jefe del organismo, Oliver Blanchard. Para el año próximo el pronóstico es algo mejor, ya que se prevé un aumento de 3,8%.fim--ot_20141007_761741

El Fondo también advierte sobre los peligros que enfrenta la economía mundial a corto plazo y señala que han empeorado las tensiones geopolíticas - Ucrania y las guerras en Medio Oriente -. A mediano término, los riesgos incluyen el estancamiento y el bajo crecimiento en las economías desarrolladas como así también un descenso en el potencial de crecimiento de los mercados emergentes.

El menor crecimiento previsto es el resultado de la herencia de la crisis internacional de 2008, que llevó más tiempo resolver que lo esperado, y a una reducción en el crecimiento potencial, según sostuvo Blanchard.