LONDRES.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizará el 13 de julio su primera visita oficial al Reino Unido, donde mantendrá conversaciones con la primera ministra Theresa May, anunció hoy un portavoz del Gobierno británico.

También la Casa Blanca confirmó la visita. Aún no se sabe dónde se llevará a cabo la reunión entre May y Trump.

"¡Todo está listo! El presidente Trump viene a Reino Unido en julio", dijo el embajador estadounidense en Londres, Woody Johnson, en un video publicado en Twitter.

"Conozco al presidente y realmente está deseando esta visita", dijo Johnson. "Reino Unido es muy especial para él y muy especial para Estados Unidos".

El ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, celebró la visita y dijo que se trata de "noticias fantásticas". "Entusiasmado con ver a nuestro aliado más cercano y amigo en la mejor visita de todos los tiempos", escribió en Twitter.

Al parecer, no se trata de la visita de Estado que desde hace tiempo ansiaba realizar el mandatario norteamericano al Reino Unido.

May visitó Washington en enero de 2017 para la toma de posesión de Trump y extendió con gran pompa la invitación en nombre de la reina Isabel, lo que desató fuertes críticas en Londres.

Los críticos de Trump anunciaron manifestaciones multitudinarias y el portavoz del Parlamento, John Bercow, rechazó recibir a Trump. Además, que el presidente estadounidense criticara públicamente al popular alcalde de Londres, Sadiq Khan, complicó aún más la situación.

Se contaba con que en enero Trump visitaría Londres para la inauguración de la nueva embajada estadounidense, pero el presidente suspendió el viaje a través de Twitter.

Una coalición anti-Trump formada por varios grupos de la sociedad civil y sindicatos convocó hoy a protestas. "Organizaremos una protesta masiva en todo el país contra su política de racismo, de guerra y de odio", indicó la alianza "Stand Up To Trump" en su cuenta de Facebook.

"Garanticemos que tenga el peor recibimiento de su vida", indicó el grupo.

Johnson acusó al opositor Partido Laborista de impulsar un sentimiento anti-Trump que podría "poner en riesgo la seguridad nacional".

Imagen Portada:El presidente de EEUU, Donald Trump, y la primera ministra británica, Theresa May, en enero de 2017, en la Casa Blanca Foto:Archivo