La final de Kiev es, sin duda, el partido más trascendental del año para el Real Madrid, pero nada debería justificar la indolencia y apatía con la que el equipo de Zidane acudió al Sánchez Pizjuán. Los primeros 45 minutos fueron reflejo de la poca importancia que le da ya al torneo liguero el equipo blanco, que se vio superado claramente por un Sevilla que puso mayor pasión sobre el campo. Pudo golear el equipo local, pero en los minutos finales el Madrid maquilló el resultado de un partido que por momentos fue bochornoso .

A la desgana inicial de los blancos, que acudieron con muchos no habituales a un campo en el que la experiencia es necesaria, se sumó la garra de un Sevilla que necesitaba los puntos para asegurarse la plaza europea. El equipo de Caparrós planteó una presión alta para ahogar a un Madrid sin los mecanismos para competir. Y el equipo B de Zidane se deshizo como un azucarillo en manos de los fervientes legionarios de Caparrós.

Miguel Layún se sumó este miércoles al grupo de mexicanos que le han anotado al Real Madrid. (Foto: EFE/Julio Muñoz)

El Sevilla ganó en intensidad y eso fue suficiente para batir al Madrid

El Sevilla simplemente fue un equipo intenso, como lo son todos los que dirige el de Utrera, parco en argumentos futbolísticos, pero ambicioso en sus objetivos y contundente en todas las zonas del campo. Un conjunto en el que todos son soldados que se dejan la piel en cada jugada. Sin ser un fútbol tan elaborado como pretendía Montella, su predecesor en el cargo, la propuesta del técnico sevillano se mostró eficaz ante un Real Madrid que no compareció por el Sánchez Pizjuán durante muchos minutos.

Por primera vez esta temporada, Caparrós quiso juntar a los dos delanteros de su equipo. Muriel y Ben Yedder, dos hombres que parecían alérgicos a estar a la vez sobre un campo de fútbol, mezclaron mejor de lo que cabía esperar. El colombiano actuó en la banda izquierda y propuso llegada desde la segunda línea, mientras el francés expuso todo su repertorio, desmarques a la espalda de la defensa y contundencia en el remate.

Miguel Layún celebra su gol ante el Real Madrid (Cristina Quicler / AFP)

De una de esas asociaciones nació el primer tanto del encuentro. Muriel ganó en el salto a Vallejo, muy por debajo todavía del nivel que se necesita para ser central en el Real Madrid, y el francés controló ante Ramos y batió a un endeble Casilla. Un balón directo ganado por un delantero no precisamente alto había bastado para desarbolar al equipo blanco, desconectado del partido desde el inicio.

Los de Zidane fue en el primer tiempo un equipo pusilánime con el balón y desordenado sin él. Para colmo, algunas de las apuestas del técnico como Vallejo, Theo Hernández o Ceballos, siguen sin cuajar por falta de minutos. Junto a ellos, Kovacic, Asensio y Lucas parecían jugadores solitarios y sin capacidad para la combinación. Un disparo de Casemiro de falta, algo que ya de por sí podría hacer daño a la vista, fue toda la creación ofensiva blanca en el primer tiempo.

Ben Yedder fue una constante pesadilla para los blancos

Ante tanto imberbe, se creció el Sevilla ya de por sí envalentonado tras el primer gol. Incluso se permitió la licencia de dejarse dominar, entendiendo que el Madrid carecía de pólvora y a la contra podría encontrar espacios. Y así nació el segundo de los de Nervión, obra deLayún. Otro balón largo que corrió Ben Yedder al espacio, que aguantó ante Vallejo antes de cederlo a N’Zonzi para que probase el disparo. El rechace le cayó al francés, que le regaló el gol al mexicano con Casilla batido de nuevo.

Zidane debió elevar el tono en el descanso, que a la reanudación mejoró la actitud. Sin embargo, nunca fue capaz de generar peligro real sobre la portería de Soria hasta los últimos diez minutos. Por el camino, Sergio Ramos mandó un penalti al larguero, tras un derribo claro Franco Vázquez sobre Lucas, para mofa de la grada sevillista, que no le perdonarán nunca su marcha a Madrid.

El defensa del Real Madrid Sergio Ramos (2-d) lanza el penalti ante David Soria (3-d), portero del Sevilla (Julio Muñoz / EFE)

El Sevilla, en cambio, disfrutó de ocasiones suficientes para golear al equipo blanco. Solo el acierto de Casilla lo impidió. Ben Yedder, Muriel y Sandro dispusieron de varios mano a mano ante el portero blanco, pero este se mantuvo firme para salvar a los suyos. El destino quiso que fuese Sergio Ramos el que completase el desastre merengue con un gol en propia puerta tras un contragolpe liderado por Mercado.

El orgullo blanco despertó al final, cuando el partido ya estaba decidido. Mayoral recortó distancias con un remate de cabeza a centro de Lucas Vázquez. Y desde ese momento arrinconó a su rival el Madrid en busca de un premio que no había merecido durante la mayor parte del partido. Sergio Ramos, de penalti, terminó de maquillar el resultado que, por merecimientos del Sevilla, bien pudo ser otro.

La final de Kiev puede convertir la temporada de este Real Madrid en un éxito. Sin embargo, en la Liga continúa dejándose llevar de forma injustificable. En Sevilla se vio a un equipo que no aspira a nada más que cumplir con el trámite. Así será hasta el final, que guardará todo lo que tiene para el partido por el que llevan esperando desde el pasado mayo.

Ficha técnica:

Sevilla, 3 - Real Madrid, 2

3 - Sevilla: David Soria; Mercado, Nico Pareja, Lenglet, Escudero; Pizarro, Nzonzi; Layún, Franco Vázquez (Roque Mesa, m.79), Muriel (Sandro, m.62); Ben Yedder (Carriço, m.81).

2 - Real Madrid: Kiko Casilla; Nacho, Vallejo, Sergio Ramos, Theo; Kovacic, Casemiro (Marcos Llorente, m.87), Ceballos (Borja Mayoral, m.70); Lucas Vázquez, Benzema y Marco Asensio.

Goles: 1-0, M.26: Ben Yedder. 2-0, M.45: Layún. 3-0, M.84:Sergio Ramos, en propia meta. 3-1, M.87: Borja Mayoral. 3-2, M.95: Sergio Ramos, de penalti.

Árbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a los locales Mercado (m.42), Pizarro (m.69) y Escudero (m.95), y al visitante Sergio Ramos (m.83).

Incidencias: Partido aplazado de la trigésima cuarta jornada de LaLiga Santander por la disputa de la final de la Copa del Rey, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 38.524 espectadores. Césped en perfecto estado. Desde un palco vip asistieron al partido los actores y miembros del equipo de la serie televisiva “Juego de Tronos”.