Estados Unidos anunció hoy que a partir de mañana viernes aplicará aranceles adicionales al aluminio y el acero a Canadá, México y la Unión Europea (UE), a lo que estos dos últimos responderán con medidas recíprocas.

Los aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero y del 10 por ciento al aluminio, anunciados en marzo, entrarán en vigor al vencer el viernes las exenciones que Washington había aprobado y que se negó a prolongar nuevamente, según comunicó hoy el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross.

"Esto es proteccionismo, puro y simple", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al anunciar que la UE introducirá aranceles especiales a productos estadounidenses como respuesta.

"Nosotros somos capaces de hacer exactamente lo mismo que ellos", afirmó, y advirtió Juncker, que avanzó que el bloque europeo presentará el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Bruselas ya presentó ante la OMC una lista de productos estadounidenses -entre ellos jeans, whisky, motos, cereales o tabaco- a los que amenazó con aplicar nuevos aranceles si Donald Trump daba este paso. A la mayoría se le aplicarán unos aranceles adicionales del 25 por ciento.

Esos impuestos podrían entrar en vigor el 20 de junio y en un primer momento podrían suponer unos 700 millones de dólares. Las medidas europeas podrían aumentar en su segundo estadio hasta los 1.600 millones de dólares, equivalentes a las que impondrá Estados Unidos al acero y al aluminio.

Muchos de los artículos de la lista de la UE afectarán a importantes aliados de Trump en el Congreso. El fabricante de motocicletas Harley-Davidson, por ejemplo, tiene su sede en el estado de Wisconsin, de donde procede el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.

"Hoy es un mal día para el comercio mundial", dijo la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malström, que en los últimos días estuvo negociando sin éxito en nombre del bloque con Estados Unidos.

Bruselas exigía que Washington hiciera permanentes las exenciones a las empresas europeas y se negaba a negociar hasta entonces facilidades para las firmas estadounidenses en territorio comunitario. Sin embargo, Washington sólo quería prolongar esas exenciones cuando hubiera concesiones concretas por parte de la UE.

Como alternativa a los aranceles, Estados Unidos había propuesto limitar la exportación, lo que según el Departamento de Comercio estadounidense tendría el mismo efecto que las tasas aduaneras.

Australia, Argentina y Brasil accedieron a un acuerdo de ese tipo y por ahora seguirán exentos de la medida. Esta se aplica ya al resto del mundo desde el 23 de marzo.

Por su parte, el Ministerio de Economía mexicano informó que aplicará medidas a diversos productos, entre ellos aceros planos, lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos, entre otros, "hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación" y mientras Estados Unidos mantenga sus aranceles.

"México rechaza tajantemente cualquier medida unilateral, proteccionista y que distorsione el comercio en América del Norte", expresó en Twitter el viceministro mexicano de Comercio Exterior, Juan Carlos Baker.

"México ha indicado en reiteradas ocasiones que este tipo de medidas bajo el criterio de seguridad nacional no son adecuadas ni justificadas", señaló el Ministerio de Economía en un comunicado.

Las tensiones comerciales se producen en momentos en que Estados Unidos, México y Canadá están renegociando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta o TLCAN, en español) bajo presión del presidente estadounidense, Donald Trump.

Ross hizo hoy hincapié en su voluntad de seguir negociando, por un lado con los miembros del Nafta y por otro con la Comisión Europea. Sigue habiendo problemas que solucionar, añadió.

Trump también amenazó con introducir nuevos aranceles de hasta el 25 por ciento a automóviles europeos. La UE y Japón alertaron hoy de que si Estados Unidos lo hace podría desatar "graves turbulencias en el mercado financiero y podría llevar al fin del comercio multilateral".

Francia calificó hoy de "injustificados" los aranceles que el Gobierno estadounidense impondrá a partir del viernes al aluminio y al acero. Se trata de una "respuesta equivocada", advirtió el secretario de Estado del Ministerio de Exteriores, Jean-Baptiste Lemoyne. "Hay cuestiones de sobrecapacidades en estos sectores (...), pero la Unión Europea no es de ninguna manera la causa de esas sobrecapaciades", afirmó. Al final, serán los consumidores estadounidenses los que paguen las consecuencias.

El Gobierno alemán calificó la medida de "ilegal" y advirtió de una escalada en la disputa comercial. "El Gobierno rechaza los aranceles impuestos por Estados Unidos", señaló el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert. "La UE adoptó los preparativos necesarios para poder reaccionar con contramedidas", añadió.