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2 de junio de 2018

Sánchez promete su cargo ante el Rey sin Biblia ni crucifijo

Pedro Sánchez, ha jurado ante el Rey el cargo de presidente del Gobierno, delante del ejemplar de la Carta Magna de 1978.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha prometido este sábado ante el Rey el cargo de presidente del Gobierno, en un acto en el Palacio de la Zarzuela en el que la novedad ha sido que por primera vez en democracia, lo ha hecho ante la Constitución, pero sin presencia de la Biblia y del crucifijo.

Sánchez ha optado por esta fórmula después de que la Casa del Rey acordara en julio de 2014, poco después de la proclamación de Felipe VI, dar la opción a los altos cargos de jurar o prometer ante la Biblia y la cruz o sin ellas delante.

«Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros», ha leído Sánchez mientras apoyaba su mano derecha delante del ejemplar de la Carta Magna de 1978, abierto por el artículo 62.

En la ceremonia, ha estado presente el jefe del Ejecutivo saliente, Mariano Rajoy; el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, como notario mayor del Reino, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas. También estaban presentes los presidente del Congreso y del Senado, Ana Pastor y Pío García Escudero.

 

 

 

Para dar fe del acto, ha ejercido como notario mayor del Reino el todavía ministro de Justicia, junto al director general de los Registros y del Notariado, Javier Gómez Gálligo. Al término de la promesa, el Rey ha saludado a Sánchez para darle su enhorabuena y posar ante los medios gráficos. A continuación, se ha incorporado a la foto Rajoy y el resto de autoridades. El líder del PSOE ha dado dos pasos para estrechar la mano de Rajoy ante Felipe VI. «Mucha suerte», ha deseado el presidente del Gobierno saliente a su sucesor.

Sánchez recorre las dependencias de Moncloa pero aún no se instalará

Sánchez ha llegado hoy por vez primera al Palacio de la Moncloa tras tomar posesión de su cargo ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela y ha hecho un recorrido protocolario por diversas instalaciones del complejo aunque aún no se instalará en sus dependencias.

El vehículo en el que se ha trasladado desde la Zarzuela ha accedido a la sede de la Presidencia del Gobierno por su puerta principal poco antes de las 11:30 horas y junto a otros dos coches de escolta. El presidente del Gobierno ha acudido acompañado por su jefe de gabinete, Juan Manuel Serrano, de su máxima confianza y que fue una de las dos primeras personas que, junto con su directora de Comunicación, Maritcha Ruiz Mateos, le convencieron para no tirar la toalla tras su dimisión como secretario general y su renuncia al escaño en 2016.

En la Moncloa, Sánchez ha sido recibido por la secretaria general de la Presidencia del Gobierno, María Rosario Pablos. También le esperaban la directora adjunta del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Cristina Isasi, así como diversos funcionarios de carrera de diversas unidades del complejo presidencial.

Pablos e Isasi han sido las encargadas de hacer de anfitrionas del nuevo presidente en sus primeros momentos en la Moncloa y le han acompañado por varias dependencias del edificio, entre ellas la que va a ser a partir de ahora su nueva residencia, el edificio del Consejo de Ministros y el del portavoz del Ejecutivo, así como su despacho oficial.

Fuentes del Ejecutivo han informado de que la presencia de Sánchez en la Moncloa ha sido protocolaria y que hoy aún no se instalará en el complejo que ha abandonado Rajoy, tras triunfar en el Congreso la moción de censura presentada contra él por el PSOE.

Rajoy ha estado presente en Zarzuela en la toma de posesión de Sánchez y, tras ella, le ha saludado con un apretón de manos y le ha deseado «mucha suerte». Sánchez pretende dedicar el fin de semana a analizar la estructura de su Gobierno y decidir las personas que estarán al frente de cada uno de los ministerios.

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, aseguró ayer que la composición del nuevo Ejecutivo no se conocerá hasta la próxima semana. Cuando haya ultimado la lista, Sánchez se desplazará de nuevo al Palacio de la Zarzuela para comunicarla al Rey y posteriormente se publicarán los nombramientos en el Boletín Oficial del Estado y los ministros tomarán también posesión de sus cargos.

Seis días

«¡Qué vertiginoso ha sido todo!, ¿no?», decía ayer en el patio del Congreso un veterano diputado socialista. Pedro Sánchez esperaba aún la votación que le convertiría en el primer presidente del Gobierno elegido gracias a una moción de censura, pero ya no había duda alguna de cuál sería el resultado. Hasta el martes a mediodía, cuando las fuerzas catalanas empezaron a dar muestras de estar dispuestas a investirlo a cambio de nada con tal de echar a Mariano Rajoy, muy pocos en el PSOE daban un duro porque la iniciativa parlamentaria perfilada tras la publicación de la sentencia del 'caso Gürtel' acabara con su líder en la Moncloa. Ahora tiene que pensar quiénes le acompañaran en el Ejecutivo de España. La principal recomendación de quienes ya han vivido procesos similares: que no se precipite.

El consejo no será, en todo caso, fácil de seguir. Sánchez no estrena legislatura ni tiene cuatro años por delante para desempeñar su programa de gobierno. Ni siquiera tiene un programa de gobierno como tal. No en vano, ha tenido que asumir unos presupuestos contra los que despotricó de manera enérgica. Está obligado a tomar las riendas del país, pues, con cierta premura. Pero veteranos del partido con larga experiencia en la administración defienden que sería conveniente darse cinco o seis días antes de anunciar el nuevo Gobierno. Su mano derecha, José Luis Ábalos, corroboró ayer la idea y apuntó a que podría estar listo a «mediados de semana», a punto para la celebración de un Consejo de Ministros el viernes.

A continuación, tendrá que diseñar la estructura del Ejecutivo (cuántos ministerios, cuáles, con cuántas secretarías de Estado...). Quizá el lunes, será el momento de los nombres. «Lo lógico es que eche mano de gente con experiencia, al menos, en los ministerios de Estado (Economía, Defensa, Interior, Justicia y Administración Territorial). Necesita que todo funcione desde el primer día», apunta un parlamentario que pasó por varios ministerios, tanto en la época de Felipe González como en la de José Luis Rodríguez Zapatero.

En el partido apuestan por un Gobierno que aúne a dirigentes con experiencia de gestión y sabia nueva, gente de su núcleo duro y algún independiente. Es más o menos lo que hizo en 2004 Zapatero, entregó Economía a Pedro Solbes y Defensa a José Bono, ambos con muchos trienios en política; Justicia y Administraciones Públicas fueron, en cambio, para Juan Fernando López Aguilar y Jordi Sevilla, dos de los componentes de su 'Nueva Via', mientras Interior recayó en el magistrado Toño Alonso (luego pasaría a Alfredo Pérez Rubalcaba).

Equipo virtual

En mayo de 2016, justo antes de las repetición de las elecciones, Sánchez ya hizo una persentación pública de su «gobierno en la sombra» para impulsar su campaña. Ese equipo sirve ahora para alimentar las especulaciones. Aunque algunos de sus componentes han desaparecido del entorno del secretario general del PSOE, otros siguen con él. Es el caso de la actual portavoz parlamentaria, la magistrada Margarita Robles, a la que situó como posible ministra de Justicia. Al exlehendakari Patxi López, con el que luego compitió en las primarias de 2017, le concedió la cartera virtual de Administraciones Públicas. Y a Ángel Gabilondo, ahora casi seguro candidato a la Comunidad de Madrid, en Educación.

También señaló entonces Meritxell Batet, muy de confianza del primer secretario del PSC Miquel Iceta, y miembro de su anterior ejecutiva. Siempre se dice que en todo gobierno tiene que haber una cuota catalana y una andaluza. En la primera, además de Batet y Nuria Parlon (ahora distanciada del partido por el apoyo al 155) aparecía Josep Borrell. En la segunda, el constitucionalista Gregorio Cámara, pero ahora todas las miradas apuntan a la exministra Carmen Calvo, que se ha convertido en una de sus más cercanas colaboradoras.

En principio, en el partido asumen que ni la vicesecretaria general, Adriana Lastra, ni el secretario de Organización, José Luis Ábalos, entrarán en el Gobierno. Pero no es descartable que lo hagan la actual presidenta, la exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, o la responsable de Seguridad Social, Magdalena Valerio.



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