POLITICA
8 de junio de 2018
El Presidente viajará rumbo a Quebec participará de la cumbre del G-7
El Presidente Macri ante el acuerdo dijo que es el punto de partida para el presupuesto y la generaciòn de empleo.
Ademàs destacó que el préstamo es un "punto de partida importantísimo" para la Argentina, porque "va a generar más posibilidades de desarrollo", que le permitirá a la administración del presidente Mauricio Macri contar con un auxilio de US$50.000 millones para llegar sin complicaciones económicas hasta el final del mandato.
En la Casa Rosada destacaron anoche que el "stand-by de acceso privado" sirve para garantizar el gradualismo, aunque en una etapa de mayor aceleración, según admitieron cerca del jefe del Estado, y despeja el camino para enfocarse en el nuevo objetivo: la negociación con la oposición para la confección del presupuesto del año próximo.
En el Gobierno también resaltaron que, pese a que el compromiso es reducir aún más el déficit fiscal -para este año será de 2,7% y para 2019, de 1,3%-, el gasto social no se tocará. Según fuentes oficiales, en la negociación con el organismo multilateral de crédito se incluyó "explícitamente" el monitoreo de indicadores sociales. "El plan económico ya está escrito", aseguraron cerca de Macri.
Los encargados de presentar el acuerdo fueron el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger. Ambos se presentaron con corbatas, algo poco habitual y un guiño de los funcionarios al pedido de mayor formalidad que solicitaron desde Washington. Macri, en tanto, siguió el anuncio desde la quinta presidencial de Olivos.
Hoy, el Presidente viajará rumbo a Quebec, donde participará de la cumbre del G-7 -que integran Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido-, y ahí se reunirá con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
"No hay una reunión en agenda, pero ella [por Lagarde] va a estar, así que la veré. Seguramente haremos un encuentro", dijo Macri en el comedor presidencial, donde estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis; el vocero presidencial, Iván Pavlovsky, y el secretario de Medios, Jorge Grecco.
En una muestra de la sintonía que atraviesa la relación, tras cerrar el trato Lagarde felicitó al Gobierno y brindó un contundente respaldo a la política económica de la Casa Rosada y a la decisión de acelerar el ajuste fiscal, que, ahora, buscará equilibrar el presupuesto para 2020, y la política de metas de inflación del Banco Central.
"Para un país subdesarrollado como el nuestro y con la volatilidad que hay en el mundo, este acuerdo fue lo mejor que nos podía pasar. El préstamo va a actuar como una sobregarantía", dijo una altísima fuente de la Casa Rosada.
En ese sentido, en el Gobierno resaltaron que, además del préstamo con el FMI, la Argentina obtuvo ayer un refuerzo importante con nuevas líneas de crédito de rápido desembolso adicionales a los programas existentes por un total de US$5650 millones acordadas con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, a desembolsarse durante los próximos 12 meses.
"A partir de ahora nos van a prestar todos los bancos", se entusiasmó un funcionario de primera línea.
Una negociación veloz
Fue un mes de febriles negociaciones desde que el Presidente anunció, mediante un mensaje grabado en el Salón Blanco de la Casa Rosada, en plena tormenta cambiaria, el inicio de conversaciones con el organismo internacional de crédito para obtener dólares frescos que le dieron oxígeno para encarrilar la economía.
Con el frente externo resuelto, ahora comienza una nueva etapa para el Gobierno. En la lista de prioridades del Presidente se encuentra la "necesidad" de generar un "gran acuerdo" que permita presentar un presupuesto que contenga las metas que la Casa Rosada se comprometió a cumplir con el FMI.
En principio, el Gobierno busca sumar a los gobernadores. "El ajuste lo tienen que hacer todos", explicaron fuentes oficiales.
Los encargados de llevar adelante las negociaciones con los mandatarios provinciales son el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó. Para que no haya dudas de la importancia que el jefe del Estado puso en esto, ya pidió una foto con todos los gobernadores para las próximas semanas.
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