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JUSTICIA

15 de julio de 2018

Los hermanos Rossi bajo sospecha por negocios con el transporte

Por: Nicolás Wiñazki

Carrió llevó el caso a la Justicia. Se cree que Agustín Rossi usaba su poder de lobby con los Kirchner para conseguir subsidios. Y su familia prosperó mucho.

En junio del 2006, siendo jefe de los diputados K, el mismo cargo que ocupa ahora, Agustín Rossi se ocupó de aclarar en una entrevista en una radio de Santa Fe por qué el Gobierno de Néstor Kirchner había decidido repartir 400 millones de pesos de subsidios al transporte público de colectivos solo para la Capital Federal y Buenos Aires. Explicó que él podía hacer “gestiones” ante la Casa Rosada para que su provincia, Santa Fe, también recibiera fondos estatales que ayudaran a las empresas de buses a financiar los aumentos salariales de de los choferes sin subir el precio de los boletos que pagaban los pasajeros.

Rossi explicó que tres meses antes había intentado que el reparto de subsidios a los colectivos llegaran a su distrito: “… hice una propuesta, me parecía que lo primero que teníamos que hacer en el marco de la provincia era unificar personería, hacer una propuesta única entre las municipalidades de Rosario y de Santa Fe, que son las más afectadas, y el gobierno provincial, y a partir de ahí empezar a trabajar en una modificación del sistema de subsidios para el transporte urbano”, declaró.

Agustín Rossi, sin decirlo, confesaba así que usaba su poder de lobby con los Kirchner para mejorar la contabilidad de un sector en el que su propia familia prosperaría. Y mucho. Su hermano, Alejandro Rossi, alias “Fratacho”, invertió dinero en el negocio de los colectivos, a pesar de que no contaba con un patrimonio declarado acorde. 

Hoy, tras doce años de gestión gubermantal K, Rossi (Alejandro) es uno de los dueños -en los papeles conocidos- del quinto holding de transporte urbano a nivel nacional. Empezó manejando una empresa de colectivos en Rosario, Autobuses Santa Fe SRL. Sus compañías se expandieron al menos a doce ciudades. Entre otras, Córdoba, Neuquén, La Pampa, localidades de Buenos Aires y de… Santa Cruz.

El interés de Agustín Rossi por la economía de las empresas de transporte público de Santa Fe tal vez no haya sido pensado como una política de Estado.

Agustín Rossi, en la última votación.

Agustín Rossi, en la última votación.

El viernes al mediodía, la diputada nacional Elisa Carrió presentó una denuncia en la Justicia federal en la que acusa de cometer al líder de bloque de la bancada K en la Cámara baja, Agustín Rossi; a su hermano Alejandro, quien también fue diputado nacional; al ex ministro de Planificación Federal de los Kirchner, Julio De Vido y a secretarios de Transporte K de haber cometido presuntos delitos de corrupción.

La mayoría de los acusados manejaron miles de millones de pesos que se repartieron de modo poco transparente entre el empresariado que controla el transporte público en todo el país.

Para Carrió, Agustín Rossi en particular pudo haber usado su influencia como ministro del Gabinete K para tráfico de influencias. Es un delito. Mientras él era legislador y sobre todo cuando se desempañaba como funcionario nacional, su hermano Alejandro y sus socios, como Gerardo Ingaramo, recibieron más de mil millones de pesos en subsidios para sus compañías de colectivos.

La denuncia de Carrió fue firmada también por la diputada Paula Oliveto Lago; la legisladora de Santa Fe Lucila Lehmann; y por el diputado Juan López.

La acusación, que por sorteo deberá ser analizada por el juez Rodolfo Canicoba Corral, pide que se investigue cómo por qué se repartieron esos subsidios que beneficiaron, y mucho, a la empresa familiar de colectivos de los Rossi.

Los diputados de la Coalición Cívica pidieron a la Justicia que indague si se desviaron subsidios a las firmas de los Rossi.

Carrió cree que esa dinámica burocrática pudo haber sido una maniobra de una asociación ilícita que administró fondos estatales de modo fraudulento y agravado; cometiendo además abuso de autoridad; e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Todo, con el mismo fin: posible lavado de dinero.

La diputada Carrió aseguró en diálogo con Clarín que el “caso Rossi” es un calco de corrupción de otras tramas similares: “Se trata de una asociación ilícita creada para la construcción de una fortuna falsa, a través de los subsidios del transporte, por medio de varias empresas y el uso de un fideicomiso. Es un caso idéntico al de Cristóbal López (ex empresario K, hoy preso). Y, junto con el caso Cirigliano (dueños de colectivos del Grupo Plaza), el de los Rossi representan dos prototipos de lo que fue el delito vinculado al transporte en la época kirchnerista”.

Muchas de las empresas de quien figura como principal dueño de ellas, Alejandro Rossi, terminaron en concurso de acreedores a pesar de la ayuda millonaria que recibieron de parte de la Nación.

La diputada nacional Paula Oliveto Lago agregó que los denunciados “usaron el poder para hacer negocios con el pueblo. Y en este caso es grave, porque los Rossi eran el poder mismo”.

La denuncia de Carrió, solicita, entre otras medidas de prueba, que la AFIP informe si el “Holding Rossi” cumplió con sus pagos de impuestos al fisco. ¿Por qué?

En un párrafo, la acusación judicial resume el inicio polémico de esta historia. “Fratacho” Rossi, hermano de Agustín, dedicó su carrera al servicio público, pero como empleado, funcionario del gobierno de Santa Fe, y después como diputado nacional y miembro en su de la Comisión de Transporte.

En base a información pública, y del mercado de transporte, que, al día de hoy, las empresas de colectivos de Rossi llegaron a cobrar 1900 millones de pesos en subsidios.

Esa práctica no es un delito. Pero sí lo sería si el servicio que brindan las compañías beneficiadas con esos dineros públicos se desvía hacia otros destinos, o no se corresponde a sus obligaciones como concesionarios.

Los buses de Rossi tuvieron problemas en varias ciudades, como Rosario o Caleta Olivia.

El hoy diputado Agustín Rossi rechazó públicamente tener algún vínculo con el holding colectivero de su hermano.

El año pasado, el diputado de Córdoba Eduardo Salas (Partido Obrero-Frente de Izquierda) difundió un audio de una reunión entre el ministro de Trabajo de Córdoba, Omar Sereno, y sindicalistas del transporte. En esa grabación, se escucha al funcionario habla de la empresa de colectivos de Rossi que desembarcó en su provincia. “Autobuses Santa Fe , ¿quién la trae a Córdoba? El “Chivo” Rossi. Lo trae el kirchnerismo. Lo trae la política”.

El apodo de Alejandro Rossi es “Fratacho”.

Es a su hermano Agustín, jefe de los diputados K, a quien llaman “Chivo”.

Esta historia acaba de empezar.

Hay más información.

Y se conocerá pronto.



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