”Ya subió el verano pasado cuando los japoneses empezaron a comprar pulpo en el mercado norteafricano, pero este año está a más de 18 euros el kilo”, explica Gorka Rodriguez, dueño de la Pulpeira de Melide, un restaurante coruñés que se encuentra entre los mejores de Galicia para comer el cefalópodo. Según dice el restaurador “la culpa es de los americanos, que han empezado a interesarse por el producto y, como su moneda es mucho más fuerte, lo pagan mejor”.

Confirman esta teoría los últimos datos arrojados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) que, en un informe que analiza la situación del mercado del pulpo hasta junio de 2017, explica que su consumo está en auge en países como Estados Unidos o Japón.

Pescadores de pulpo con nasas en Lira 

El consumo de pulpo está en auge en países como Estados Unidos y Japón

“La demanda mundial crece y hay otros caladeros como los de Marruecos y Mauritania que marcan el precio del pulpo”, explica a Comer José Manuel Rosas, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Bueu, en Galicia, una de las principales lonjas en descarga de pulpo en España. “Esto se mueve por ciclos, como la vida misma”, dice, “y el precio sube o se mantiene porque hay mucha demanda y no hay producto”.

Y es que, aunque muchos siguen creyendo que casi todo el pulpo que se come en España es gallego, en realidad no lo es. “El 75% de lo que consumimos aquí viene de fuera, y ahora fuera tampoco hay pulpo”, explica Rosas. Según datos de Globefish, el departamento de la FAO que analiza el comercio del pescado a nivel mundial, Marruecos, Portugal y Mauritania son los tres países de los que España adquiere más pulpo.

Pulpo a la gallega (StockPhotoAstur / StockPhotoAstur-iStockphoto)

“A nosotros nos influye positivamente lo que está pasando, porque si capturamos menos producto pero el precio sube es fabuloso. Pero la situación actual tiene sus riesgos, hasta hace poco era un alimento al que podían acceder todas las personas y ahora es un producto estrella”, afirma el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Bueu.

Y el aumento de su precio ya está repercutiendo en las cartas de comerciantes y hosteleros, quienes también comienzan a hablar del cefalópodo como un nuevo producto de lujo. “Va a haber que pagarlo caro”, explica el propietario de la Pulpeira de Melide, quien asegura que aunque en su restaurante todavía no se ha subido el precio de la ración porque “es complicado gestionar una subida tan de golpe y en tan poco tiempo de cara a los clientes”, a corto plazo tendrán que hacerlo.

El aumento de su precio ya está repercutiendo en las cartas de comerciantes y hosteleros

“Ahora mismo lo que estamos haciendo todas las pulpeiras es afrontar las pérdidas”, dice Rodriguez, “estamos vendiendo la ración muy por debajo de lo que nos cuesta a nosotros el pulpo”. “Para que te hagas una idea, el kilo de pulpo en esta época del año va más que un kilo de centolla. Esto era inimaginable hace años cuando era un artículo barato que se podía asumir en precio”, añade el restaurador.

La situación podría agravarse

Dice Rosas que la “crisis del pulpo” va para largo, “sobre todo ahora que han acabado los acuerdos de pesca con Marruecos”. Si bien es la flota andaluza la que más empleaba el acuerdo (por proximidad), en los últimos años los buques cefalopoderos gallegos también surcaron los mares hasta el norte de África para mejorar sus capturas.

Pero el protocolo de pesca firmado entre Marruecos y la Unión Europea en el 2014 caducó el pasado sábado, obligando a la flota europea, especialmente la española, a un paro temporal a la espera de los resultados de las negociaciones que están en curso para firmar un nuevo pacto. Los negociadores oficiales marroquís y europeos guardan silencio sobre el proceso de discusiones, que se viene celebrando desde el pasado abril a caballo entre Rabat y Bruselas.