Con una fractura internacional en torno al libre comercio y el foco local en la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, arrancó este fin de semana la tercera reunión Ministerial de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Luis Caputo, dieron inicio a la primera sesión de trabajo.

El evento cuenta con la participación de más de 55 jefes de delegación, entre ministros y titulares de autoridades monetarias de países miembro y representantes de organismos internacionales. Además de Lagarde, la lista de invitados incluye al presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.

Desde la última vez que los líderes económicos dijeron presente en Buenos Aires (en marzo durante la primera Ministerial) la mesa chica de negociación ha mostrado consensos para el afuera, pero cada vez más puntos en común a puertas cerradas, y por eso se hace difícil imaginar, al día de hoy, un documento de acuerdos comunes.

Precedido por la cuarta reunión de deputies de Finanzas y Bancos Centrales, que se llevó a cabo en el Centro de Exposiciones de la Ciudad (lugar donde también se celebrará la Ministerial) las actividades comenzaron con una conferencia de prensa a cargo de Lagarde y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

En un intento de llevar tranquilidad sobre el préstamo stand by que acordó el gobierno de Mauricio Macri con dicho organismo por 50.000 millones de dólares, Lagarde ratificó su confianza en el rumbo económico del país y auguró crecimiento y baja de inflación para comienzos del año próximo. Sin embargo, fue tajante sobre los objetivos impuestos por el Fondo: "Hay que alcanzar la meta de inflación".

Vale recordar que la proyección del FMI al respecto es del 32% anual, meta que será difícil de cumplir si se mantiene el ritmo de aceleración en la suba de precios (junio alcanzó el 3,7% según INDEC). Consultada al respecto, Lagarde dijo que ayudará al país a cumplir el objetivo, pero remarcó que es necesario "cumplir" con los pasos programados en el acuerdo.

Las reuniones de ministros y presidentes de bancos centrales comenzaron esta tarde a puertas cerradas. A su término se realizará la "foto de familia", que contará con algunos cambios respecto a la Ministerial anterior: será la primera vez de Luis Caputo en la cumbre en su rol de presidente del Banco Central, luego de la salida de Federico Sturzenegger en el marco de una escalada del dólar y suba de tasas.

Al finalizar la jornada de hoy, los funcionarios serán trasladados al Centro Cultural Kirchner (CCK), donde gozarán de una actividad recreativa que tiene un numero musical a cargo de la bailarina de tango Mora Godoy como una de sus principales atracciones.

Si se mantiene la lógica de las ministeriales anteriores, y es probable que así suceda, no será la agenda oficial la que domine el encuentro (es decir que poco y nada se dirá sobre los ejes Futuro del Trabajo, Infraestructura para el Desarrollo y Seguridad Alimentaria), sino que las tensiones comerciales entre los gobiernos se volverán a dirimir y el multilateralismo será materia de debate. Todo esto mientras, en paralelo, Argentina aprovecha para ajustar tuercas con el FMI.

Días atrás, la Organización Mundial de Comercio (OMC), publicó su informe periódico de vigilancia sobre el G20, y dio a conocer que los países miembros duplicaron sus medidas restrictivas al comercio, registrándose 39 nuevas iniciativas de esta índole aplicadas entre el 16 de octubre y el 15 de mayo pasado. Ello representa una media de seis decisiones restrictivas por mes.

"Insto a los líderes del G20 a mostrar moderación en la aplicación de nuevas medidas y a reducir urgentemente la situación", pidió Roberto Azevedo, director de la OMC, a los gobernantes. Sin nombrarlo, su misiva estaba dirigida a Donald Trump, quien viene ignorando los principios de la organización en la negociación sobre los diferendos.

Durante el encuentro, se abordarán los detalles de de las recomendaciones que llegarán a fin de año a la Cumbre de líderes, con cuatro objetivos generales: "Aprovechar los beneficios de la tecnología para el crecimiento y la productividad, asistir a las personas durante la transición, asegurar sistemas fiscales sostenibles y apuntalar las estadísticas para las decisiones de políticas públicas".

El domingo por la tarde, en el marco del cierre de las actividades oficiales a puertas cerradas, Dujovne y Caputo ofrecerán una conferencia para informar acerca de los principales avances.