Se acerca la primavera, cargada de esperanza, expectativas, deseos y oportunidades nuevas para hacer las cosas mejor que en la del año que paso. Después de siete meses de aciertos y errores, que a la larga se convirtieron en aprendizajes, de nuevo se abre la posibilidad para crecer y seguir desarrollándonos como personas.

Y para tal cosa, la gente tiene por costumbre fijarse propósitos. Y uno de los más recurrentes al iniciar la primavera, es el de bajar de peso: los gimnasios se llenan en agosto. Sin embargo, luego de dos o tres meses, se vacían como por arte de magia. ¿Qué pasó entonces con ese propósito de "Ahora sí voy a bajar de peso"?

Se sabe que el ejercicio, combinado con la práctica de buenos hábitos alimenticios, puede ayudar a obtener el peso ideal en cada persona. Entonces, ¿qué hace falta para llevarlo a cabo, para no dejar que ese propósito se archive para el siguiente año, o el posterior? En este artículo te comparto cuatro consejos fundamentales para lograrlo:

Frase clave
La frase creada por algunas organizaciones que ayudan a la superación de diversas adicciones puede resultar bastante útil en estos casos también, y me refiero al ya famoso: "Solo por hoy". Es cuestión de enfocarla a lo que requerimos modificar, por ejemplo: solo por hoy voy a comer alimentos sanos y nutritivos que le ayuden a mi cuerpo, solo por hoy voy a ejercitarme, solo por hoy voy a cuidar lo más importante que poseo... mi cuerpo, etcétera. Si uno se lo repite día con día llega a verse como un reto a corto plazo y más fácil de cumplir, que ponerse metas a largo plazo y que implican enormes sacrificios de un jalón.

Seriedad
Los estudios indican que el 85 por ciento de las mujeres que en año nuevo se somete a un régimen de dieta, fracasa. Los motivos son muchos: es un propósito que se toma muy a la ligera, e incluso llega a verse como una broma común en las redes sociales. A este respecto, se debe reflexionar sobre cómo se quiere ver una misma en un futuro, tanto en lo exterior como en el interior. Recuerda que el tiempo cobrará "factura" el día de mañana.

Ajusta tus alimentos
Una dieta no significa eliminar la comida, solo se deben hacer pequeños ajustes tales como: beber agua simple, comer cinco veces al día y fijar horarios; elegir frutas, verduras, carnes, cereales, etcétera. Todo esto al gusto de cada persona y hacer una programación por día. Lo más recomendable es incluir a la familia, para que se animen unos a otros y disfruten de una vida más saludable.

Ejercitación
Cuando no se está acostumbrada a realizar ejercicio, cuesta más trabajo crearse esa costumbre; en ocasiones, incluso, llegan a buscarse miles de pretextos y, al fin, a claudicar. Para ello te sugiero que te pongas de acuerdo para asistir al gimnasio acompañada de algún familiar, amiga o vecina, que también quiera hacer ejercicio o con alguien que sepas que tiene ese hábito, de esta forma te será más difícil faltar y en momentos de agobio será un buen aliciente. Busca la actividad que más te agrade y con lo que te sientas a gusto. Hay lugares en los que puedes pedir una clase muestra: prueba y elige el deporte o la actividad que más te acomode. El ejercitarse es el único momento que se tiene para estar con una misma. No olvides que las enfermedades o dolencias que se adquieren con la edad, aparecen por lo que hacemos o dejamos de hacer con nuestro cuerpo.

En suma, la clave está en una misma, en nadie más. Y si lo logras, ¡felicidades!, verás que este solo será el inicio de muchos más éxitos. Si llegas a un año más con vida es porque tienes una nueva oportunidad, apréciala en toda su magnitud y no la desaproveches. Solo tenemos un cuerpo, cuídalo y sé feliz. Y repítelo cada día: solo por hoy, solo por hoy...