POLITICA
25 de julio de 2018
Macri negocia el ajuste con la oposición y descartó fusionar ministerios
El Presidente de la Naciòn, Mauricio Macri, jardìn Olivos
El Gobierno no fusionará organismos como parte del recorte de gastos y explora acuerdos con los gobernadores; ante la resistencia del PJ, se reabrió el diálogo con Sergio Massa
El presidente Mauricio Macri descarta de plano que el plan de ajuste diseñado para cumplir con las metas acordadas con el FMI incluya la fusión de ministerios o la conversión de alguno de ellos al rango de secretaría. "Por ahí no pasa el ahorro. ¿Cuánto podés ahorrar, 8 millones de pesos? El FMI quiere que vayamos al 1,3% de déficit y que no le vendamos más fruta", dijo el Presidente en reuniones privadas.
Desde que se anunciaron el acuerdo con el FMI y el plan de achicamiento del Estado, surgieron versiones sobre la posible reducción de la cantidad de ministerios. Modernización, Medio Ambiente, Turismo, Cultura y Ciencia fueron siempre los más mencionados, incluso desde el mismo Poder Ejecutivo.
Pero al Presidente nunca terminó de convencerlo la idea. "Los principales países del mundo tienen muchos ministerios, no tienen menos que nosotros", dejó trascender el Presidente cuando recientemente lo consultaron sobre el asunto, que tuvo en vilo a varios funcionarios durante los últimos meses.
El primer mandatario está enfocado hoy en cumplir con lo pactado con el FMI. Reforzó el compromiso el viernes pasado, en la quinta de Olivos, donde recibió a la titular del FMI, Christine Lagarde , a quien Macri describe como "muy inteligente, e interesada en que a nosotros nos vaya bien".
El Presidente sabe, a ciencia cierta, que necesitará del apoyo de los gobernadores y de referentes del peronismo para lograr que esa meta de déficit sea convalidada en el Congreso.
"Los gobernadores pelean por su plata, y es lógico. Pero ninguno discute que la meta del 1,3% hay que cumplirla", comentó el primer mandatario en las últimas horas. Y sorprendió a sus íntimos con su predisposición a volver a reencontrarse con Sergio Massa , el líder del Frente Renovador, hoy en un neto perfil opositor.
"Están hablando con él [Marcos] Peña y [Rogelio] Frigerio . Y el Presidente cree que la política es también una forma de docencia", explicaron muy cerca del primer mandatario para justificar el acercamiento.
Después de un 2016 de sintonía -incluso viajaron juntos a la Cumbre de Davos-, Macri y Massa se distanciaron de manera pronunciada. Desde entonces, el exintendente de Tigre encabezó la oposición a la reforma previsional, un hecho que para el Presidente fue "el comienzo de toda esta tormenta", como calificó la reciente crisis cambiaria y escalada de la inflación .
Responsabilidades
Una tormenta que, según contaron cerca de Macri, él atribuye "en un 60 o 70 por ciento a factores externos y el resto a factores internos". Entre los primeros figuran la suba de tasas en Estados Unidos, la sequía o la baja en el precio del petróleo. "Eso un presidente argentino no lo puede manejar", argumentaron.
Entre los factores propios, el primer mandatario cree que el error fue "querer bajar la inflación sin bajar el déficit", pero por sobre todo culpa al PJ.
"Cuando votaron juntos [la ley que retrotrajo las tarifas, luego vetada por el Poder Ejecutivo], destruyeron lo que ahora tenemos que reconstruir: el presupuesto", se quejaron cerca del primer mandatario, que de todos modos apuesta a "un sistema con dos partidos, ambos previsibles, que se esfuercen por ser mejores que la propuesta el otro".
Cerca del Presidente aseguraron que, más allá de los cambios puntuales, el rumbo general no cambiará. "No hay otro plan, no se piensa en un tipo de cambio fijo o el cepo. La sanata de que el ajuste es en contra de la gente es eso, una sanata. Es en favor de la gente, para favorecer la inversión privada sin el peso del Estado", dijeron fuentes oficiales. Macri, a veces, suele repetir que estuvimos "ahí nomás" de llegar a la situación de Venezuela, en la que faltan los servicios básicos. Es una de las comparaciones más habituales para referirse a la herencia de la gestión kirchnerista.
¿En el Gobierno existe algún temor a una crisis más profunda? "No, hay posibilidad de otro 2001, aunque a la gente la bombardeen diciendo que vaya a comprar dólares y que explota todo. Este es un gobierno que toma decisiones", contestaron desde un despacho central de la Casa Rosada, y alejaron cualquier tipo de comparación con la presidencia de Fernando de la Rúa.
Desde la mesa chica aseguraron que para que la economía se encarrile -el jefe de Gabinete, Marcos Peña, habló ayer de "volver a crecer el año próximo"-, una baja de tasas será muy importante. Y también lo que el Presidente define como "cambio cultural": dejar de tener el dólar como referencia central de los precios.
¿Y preocupa la inflación? "Vamos a cumplir con las metas acordadas con el FMI para este año", aseguraron en Balcarce 50. La certeza debería ir de la mano de un anhelo: que el salto dado por el dólar en los últimos meses "no se traslade a los precios, porque si no perderíamos las ventajas para la exportación que tenemos ahora", relataron desde el primer piso de la Casa Rosada.
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