29 de agosto de 2018
La situación en Venezuela amenaza la armonía de Sudamérica
Michel Temer, presidente de Brasil, ofrecer seguridad a los inmigrantes venezolanos
Temer decreta el uso del ejército en su frontera con Venezuela para darle la bienvenida a los venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social que vive su país.
El presidente de Brasil, Michel Temer, autorizó este martes el uso de tropas del Ejército en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, para garantizar la seguridad ante la llegada de miles de inmigrantes venezolanos en los últimos meses.
Las Fuerzas Armadas brasileñas ya estaban presentes en Roraima al participar en la "Operación Acogida", de carácter humanitario y que atiende a los venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social que vive su país y deciden rehacer sus vidas en Brasil.
El mandatario firmó este martes, sin embargo, un decreto por el que garantiza las condiciones para que el Ejército actúe también en operaciones relacionadas con la seguridad en Roraima, uno de los estados más pobres del país y que se ha visto desbordado por el éxodo de venezolanos, según las autoridades regionales.
El decreto estará vigente desde este miércoles 29 de agosto hasta el 12 de septiembre, según se recoge en el documento firmado por Temer, cuyo mandato expira el 1 de enero de 2019, cuando entregará el poder al vencedor de las elecciones de octubre.
"Autorizo hoy el empleo de las Fuerzas Armadas" para "ofrecer seguridad a los ciudadanos brasileños y a los inmigrantes venezolanos que huyen de ese país en busca de refugio" en Brasil, expresó Temer en un pronunciamiento en Brasilia.
El jefe de Estado dijo que tomó esa decisión para complementar las acciones sociales que promueve el Gobierno central en Roraima ante el "flujo cada más intenso" de inmigrantes venezolanos. También indicó que con esas medidas intentan "minimizar los impactos del desastre humanitario", "resultado de las pésimas condiciones de vida" a las que está "sometido el pueblo venezolano".
Las autoridades brasileñas estiman que entre 600 y 700 venezolanos entran diariamente al gigante sudamericano, aunque solo el 20-30 % permanece.
El anuncio sobre el empleo de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad tiene lugar un día después de que el líder del Gobierno en el Senado, Romero Jucá, decidiese abandonar ese cargo por divergencias sobre cómo abordar la crisis migratoria en Roraima.
Por otro lado, hace diez días se registraron incidentes violentos en Pacaraima, donde vecinos de ese pequeña localidad fronteriza atacaron campamentos de venezolanos y quemaron los objetos personales de estos.
Esas protestas provocaron que al menos 1.200 de ellos decidieran regresar a su país y que el Gobierno brasileño reforzase las medidas humanitarias que ya había puesto en marcha.
Tras esos incidentes, el Gobierno ya había autorizado el envío a Roraima de 120 miembros de la Fuerza Nacional, un cuerpo especial de la policía, para igualmente reforzar la seguridad.
No obstante, esas iniciativas son insuficientes para el Gobierno de ese estado, que ha pedido en repetidas ocasiones el cierre temporal de la frontera ante la saturación de sus servicios públicos, algo negado con anterioridad por la Justicia y rechazado de plano por el Ejecutivo central.
Colombia pide una respuesta al éxodo venezolano
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, ha afirmado que es necesario que todos los países de Latinoaméricatomen medidas en conjunto para atender la crisis migratoria causada por el éxodo de venezolanos y valoró la idea de crear una base de datos regional.
"La adopción de medidas conjuntas es el mejor paso para hacerle frente a esta crisis que realmente está impactando en muchos países", aseveró Trujillo en una rueda de prensa.
Por ello, aseguró que Colombia "lo que ha hecho es avanzar en el reconocimiento del impacto regional de la crisis migratoria" y cree que esos avances se han concretado en reuniones como la que sostuvieron las autoridades migratorias de la zona estos días en Bogotá.
Trujillo subrayó que espera que se produzca un "reconocimiento del efecto regional de la crisis migratoria" y que ello "conduzca a la adopción de medidas conjuntas.
Según datos de la ONU, alrededor de 2,3 millones de venezolanos están viviendo fuera de su país, la gran mayoría en Sudamérica, y más de 1,6 millones han salido desde 2015.
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