DEPORTE
6 de septiembre de 2018
Dorados de Sinaloa quiere a Maradona de técnico
Maradona durante el partido entre Francia y Argentina en Rusia 2018. AP
Tras la salida del estratega Francisco Ramírez, el club inició negociaciones para tener al Diego de director técnico.
La azarosa vida de Diego Armando Maradona tendrá un nuevo episodio llamado Sinaloa. El astro argentino, puntal de la selección albiceleste en el Mundial de México '86, dirigirá al Dorados, un equipo de la segunda división del fútbol mexicano. Los Dorados ya tienen experiencia en recibir a estrellas, bien como jugadores bien como entrenadores: Pep Guardiola jugó allí sus últimos minutos como futbolista. El Pelusa regresa así al país en el que, hace 32 años, nació su mito como futbolista.
Maradona tenía un preacuerdo para ser presidente del Dynamo Brest de Bielorrusia. Pese a que no había firmado el contrato, fue presentado como el fichaje de la década: "No voy a ser un presidente más en la historia del club. Voy a ser el último presidente del Dynamo", dijo el exfutbolista de Boca al diario Clarín en julio pasado. Su círculo más cercano había, incluso, echado el ojo a una mansión de 20 millones de dólares en la ciudad bielorrusa. Pero su trayectoria tendrá el enésimo giro inesperado.
En menos de 48 horas, el nombre de Maradona acaparó los medios deportivos mexicanos. Hasta esta misma mañana el equipo de Dorados de Sinaloa tenía entrenador, Francisco Ramírez, que había clasificado al equipo a los octavos de final de la Copa mexicana. En su última conferencia de prensa, Ramírez dedicó a Maradona unas palabras: "Extraordinario que venga una figura de ese tipo", dijo", le ponemos un tapete acá, bienvenido". Al siguiente día, ya en plena rumorología sobre la posible llegada del argentino, la directiva le despidió. O, como dijo el técnico, le invitaron a dejar el cargo. Dos horas después del cese de Ramírez, la directiva hizo oficial la llegada de Maradona a través de un montaje en vídeo en el que aparece el Pelusa en 2010, cuando aún dirigía al combinado nacional argentino.
La segunda división de México había perdido interés después de que la Federación Mexicana de Fútbol decidiese suspender el descenso de los equipos de Primera y restringiera el ascenso a solo nueve equipos de los 15 participantes, los únicos que cumplen los requisitos exigidos como la solvencia económica y un estadio de más de 20.000 lugares. Los Dorados están dentro de ese selecto grupo, aunque marchan antepenúltimos en la octava jornada del campeonato. Los Dorados no han ganado nunca la Liga y en los últimos años su máximo reto ha sido pelear por el ascenso a la máxima categoría del fútbol mexicano.
El conjunto juega en la ciudad de Cualiacán, la capital de Sinaloa, un Estado fuertemente golpeado por la constante lucha de grupos de narcotráfico. Tan solo en los últimos seis meses la entidad registró 589 homicidios dolosos, según las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Su hasta ahora mayor estrella, Guardiola, aterrizó en 2006 en el equipo sinaloense, por aquel entonces entrenado por el español Juan Manuel Lillo.
El último verano de Maradona estuvo marcado por los excesos durante el Mundial de Rusia, en el que dejó postales de triste recuerdo para los aficionados al fútbol y que terminaron con el histórico 10 en el hospital. Las explosivas declaraciones del ídolo argentino han encallado en la costa sinaloense.
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