SOCIEDAD
31 de octubre de 2018
El cosmético estrella Ácido hialurónico
Es uno de los ingredientes cosméticos estrella. Foto:Getty
El ácido hialurónico es una de las sustancias más usadas en cosmética y en medicina estética. Qué debes saber sobre los tratamientos del momento.
Estamos, no hay duda, ante uno de los ingredientes cosméticos estrella. El ácido hialurónico es una de las sustancias más usadas en cosmética, pero también medicina estética para tratamientos que buscan la corrección del envejecimiento y de la pérdida de luminosidad de los tejidos blandos y la piel. Y es que estamos ante un compuesto presente de forma natural en nuestro cuerpo y uno de los grandes responsables de la hidratación y la firmeza de la piel, capaz de retener grandes cantidades de agua (hasta mil veces su peso en el tejido confiriéndole turgencia y jugosidad). Precisamente el envejecimiento cursa con un descenso en la producción de ácido hialurónico por nuestras células y con la disminución de la producción y la pérdida de calidad del colágeno presente en la piel. El resultado es un aspecto deshidratado, flácido con falta de elasticidad y pequeñas arrugas superficiales y manchas.
Por eso, los tratamientos con ácido hialurónico se convierten en grandes aliados de nuestro rostro. Tal vez hayas oído hablar de los diferentes tipos de ácido hialurónico que se utilizan en estética, pero no tengas claras sus diferencias. Nos ayuda a entenderlo la doctora Mar Mira, de la Clínica Mira + Cueto, que nos habla de los dos grandes tipos, reticulados y no reticulados.
Ácidos hialurónicos reticulados
Qué son: El ácido hialurónico es un polisacárido de la familia de los glicosaminoglicanos (GAGS) que está presente de forma natural en nuestro organismo. Como decíamos, es un componente esencial del tejido conjuntivo y un captor hídrico de excepción (capta y retiene moléculas de agua), imprescindible para mantener la correcta tasa de hidratación de la piel y mantener los tejidos con ese aspecto “relleno” y “jugoso”.
En medicina se emplean fórmulas de AH sintetizadas en laboratorio de procecencia no animal, biocompatibles y, por tanto, con muy bajo riesgo de alergias. Empezó utilizándose en el campo de la oftalmología (como técnica revolucionaria en la cirugía de cataratas) y de ahí pasó a la dermatología y a la medicina estética.
Para qué sirven y cómo funcionan: Según su ‘organización’ química o entrelazado de las moléculas, en medicina estética existen dos grandes grupos de hialurónicos con dos funciones distintas: las fórmulas no reticuladas que actúan como protectores/reparadores y los AH reticulados, que son los que se utilizan como sustancias de relleno. En ellos, las moléculas de ácido hialurónico están reticuladas o “entrelazadas” entre sí con el fin de darles mayor ‘solidez’ y durabilidad, protegiéndolas de los factores de degradación a los que se ven expuestos al infiltrarlos en nuestro organismo.
Aplicaciones estrella: Los reticulados se emplean fundamentalmente para rellenar arrugas y son ideales para recuperar el volumen perdido del contorno facial, surcos y comisuras.
Una curiosidad: Una ventaja interesante es que, en caso de que al paciente no le guste el resultado obtenido tras la infiltración, existe un “antídoto”: la Hialuronidasa, una sustancia que elimina sus efectos.
Duración de los efectos: La reabsorción es progresiva, con una duración media de unos 12 meses, según la fórmula y lugar de implantación.
Ácidos hialurónicos no reticulados
Qué son: La misma sustancia (polisacáridos de la familia de los glicosaminoglicanos) empleada para los rellenos de hialurónico (reticulados), pero con una formulación química distinta. En este caso, las moléculas de hilaurónico no se entrelazan entre sí, sino que se dejan ‘libres’, con lo que al infiltrarse no producen un incremento de volumen en la región, sino que únicamente actúan como captores de agua.
Para qué sirven y cómo funcionan: Son inyectables formulados en una solución acuosa con una concentración de entre 1% y el 2% (estos son los porcentajes más frecuentes, aunque en pieles muy deshidratadas se emplean concentraciones más altas) que se infiltran a nivel muy superficial (justo por debajo de la epidermis, primera capa de la piel) dónde ejercen una doble función: por un lado recuperar y mantener la tasa de hidratación adecuada de la piel y, por otro, estimular la nutrición de las células. Suelen formar parte de un protocolo de mesoterapia global: infiltraciones combinadas de distintos principios activos con el fin de promover la revitalización integral del cutis. Sus efectos duran de 6-8 meses aproximadamente.
Tratamientos a la medida con diferentes tipos de hialurónico
-En centro médico estéticos, proponen su tratamiento Skin Quality (Volite), el primer inyectable de ácido hialurónico diseñado para mejorar la calidad de la piel. Entra en la categoría de activadores de la dermis y cuenta con una tecnología patentada de ácido hialurónico de bajo y alto peso molecular que le aporta una duración prolongada y un mayor soporte estructural, que no rellena las arrugas aunque sí mejora su apariencia, pues hay que tener en cuenta que se inyecta a nivel de la dermis, y no más profundamente, por lo que sus efectos se aprecian más a la hora de corregir pequeñas líneas de expresión, marcas o cicatrices. En sesiones de unos 30 minutos, el producto se inyecta con macropápulas en la línea de la dermis, dejando un espacio aproximado de 1 cm entre ellas. Se puede utilizar para tratar la piel del rostro, cuello, escote y manos. No es doloroso, pues el producto se comercializa en forma de gel con lidocaína, por lo que tiene un ligero efecto anestésico.
Tan solo después del tratamiento podemos encontrar un ligero edema con enrojecimiento y dolor en la zona tratada, que desaparecen a las pocas horas. Sus efectos duran entre 6 meses y un año. Mejora la hidratación, la suavidad y la elasticidad de la piel. Se obtienen excelentes resultados combinándola, por ejemplo con vitaminas, hilos tensores o luz pulsada.
Hay varias opciones de tratamiento con ácido hialurónico, con o sin pinchazo. Uno de ellos es su tratamiento combinado con ácido hialurónico no reticulado Mesoterapia anti jet lag, pensado para eliminar la cara de cansada en tiempo récord. “Ese efecto mala cara, típico al desembarcar de un vuelo (y proporcional a la duración del mismo), entraña mucho más que deshidratación y cara de cansancio puntuales: los vuelos provocan desde alteración de la microcirculación cutánea (que puede redundar en agravar los casos de cuperosis y potenciar la coloración de las ojeras), hasta alteraciones en los procesos de regeneración de la piel, incremento del proceso de oxidación y falta de oxigenación celular”.
La mayoría de centros estéticos proponen como solución la mesoterapia que aporta, a nivel intradérmico, agentes que regularizan los mecanismos de regeneración y contrarrestan los radicales libres. Combina así dos fórmulas activas: un complejo biorrevitalizante compuesto por activos como aminoácidos, péptidos activadores del colágeno, vitaminas antioxidantes y, por supuesto, ácido hialurónico no reticulado, para ayudar a mantener la correcta tasa hídrica desde el interior, con un complejo dermo reparador.
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