Convertidos en iconos de sus respectivas ciudades y visitados a diario por multitud de turistas, los relojes más famosos del mundo serán, una vez más, durante la noche del 31 de diciembre los auténticos protagonistas de la velada. Y es que miles -y en algunas ocasiones, millones- de almas estarán pendientes de sus campanas.

De Londres a Moscú y de Praga a Madrid, pasando por Berna, Munich y Dubrovnik, Musement nos recuerda algunos de los relojes más célebres del Viejo Continente; siete maravillas cuyos sonidos darán la bienvenida al nuevo año. La magia flotará en el aire, mientras la música, luz y el color dominarán la noche. ¡Feliz 2019!

El Big Ben y el puente de Westminster, de noche.Foto: Getty Images

¿Quién no conoce el Big Ben? Resulta increíble pensar que alguien puede viajar a la capital británica y no acercarse hasta orillas del Támesis para contemplar la famosa torre del reloj. La gran mayoría se refiere erróneamente a ella como el Big Ben, pero en realidad este no es su nombre real. Técnicamente el Big Ben es su campana principal, mientras que la torre del reloj es la torre de San Esteban del palacio de Westminster.

La fiabilidad de su reloj de cuatro caras es célebre, ya que no fue alterada ni siquiera por los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Cada Nochevieja miles de londinenses y turistas se dan cita en su entorno para festejar la entrada del nuevo año.

La torre Spasskaya, Moscú. Rusia

Reloj de la Torre Spasskaya del Kremlin (scaliger / Getty Images/iStockphoto)

La torre Spasskaya, la más importante de la muralla del Kremlin, es una de las construcciones más emblemáticas de la plaza Roja de Moscú. Su imponente reloj de seis metros de diámetro -consta de tres órganos mecánicos separados- ha sido, desde su instalación a mediados del siglo XIX, testigo privilegiado de los grandes acontecimientos históricos del país.

Cuenta con un sofisticado mecanismo dotado de diez campanas que en la actualidad funciona gracias a tres motores eléctricos. Laimagen del animado festejo del 1 de enero desafiando las gélidas temperaturas da cada año la vuelta al mundo.

Neues Rathaus, Munich. Alemania

Carillón del Ayuntamiento Nuevo de Munich (mesteban75 / Getty Images/iStockphoto)

La vida de Munich gira desde la edad media alrededor de la Marienplatz, la céntrica plaza del mercado de sal y cereales de Baviera, con sus impresionantes edificaciones, entre las que sobresale el Neues Rathaus , el Ayuntamiento Nuevo.

En su espectacular torre central, de estilo neogótico, reposa su famoso reloj de carillón -conocido como Glockenspiel-, con 43 campanas y 32 figuras que atrae a numerosos turistas ávidos por contemplar el espectáculo musical. Aquí se despide el año en medio de una increíble muestra de fuegos artificiales.

Reloj astronómico de Praga. República Checa

Reloj astronómico de Praga (borchee / Getty Images/iStockphoto)

El reloj astronómico, una maravilla medieval que 600 años después continúa funcionando con una precisión asombrosa, se ha convertido en la atracción turística más buscada del casco histórico de Praga. Muestra a la vez la hora centroeuropea, de Babilonia y la estelar, además de determinar la posición de los cuerpos celestes. Junto al calendario, el reloj permite determinar también el signo del zodíaco.

El 31 de diciembre, a los pies de su torre, en la plaza Straromistske, se reúnen miles de personas dispuestas a despedir el año y celebrar la llegada del nuevo, atentos al sonido de sus centenarias campanadas.

Zytgloggeturm, Berna. Suiza

Torre del reloj de Berna, la capital de Suiza (RomanBabakin / Getty Images)

De nombre impronunciable, la torre del reloj de Berna ha tenido a lo largo de sus ocho siglos de vida usos tan diversos como los de torreón de vigilancia o de prisión para mujeres. Su famoso reloj, que data del siglo XV, atesora un sofisticado engranaje que permite ofrecer desde hace siglos un singular ritual protagonizado por un sinfín de figuras mecánicas, entre osos, gallos y bufones.

Diariamente se arremolinan a los pies del Zytgloggeturm numerosos turistas ávidos por presenciar el espectáculo, en el mismo lugar en el que a los berneses se reúnen para celebrar la llegada del nuevo año.

Torre del reloj de Dubrovnik. Croacia

Torre del Reloj de Dubrovnik (GoodLifeStudio / Getty Images/iStockphoto)

La torre del reloj de la plaza de la Luz se ha convertido en una visita imprescindible para los turistas que viajan a Dubrovnik, seguramente la ciudad más visitada de Croacia. La construcción del siglo XV, que alcanza los 31 metros de altura, cuenta con una pequeña maravilla: las dos pequeñas figuras de bronce que golpean la campana indicando la hora.

Aunque ha tenido que ser reconstruida por culpa de los terremotos, la torre no ha perdido un ápice de un encanto y su mecanismo, un año más, será el encargado de anunciar el nuevo año.

Puerta del Sol, Madrid

Reloj de la Puerta del Sol (MarioGuti / Getty Images/iStockphoto)

El reloj más famoso de la capital española es, sin lugar a dudas, el de la Puerta del Sol, que año tras año centra la atención de millones de españoles a la hora de despedir el año. Y es que, además de los miles de madrileños que se acercan hasta los pies de la antigua Real Casa de Correos para tomar las 12 uvas, son muchos los que siguen las campanadas por televisión.

El reloj, inaugurado en 1866 por la reina Isabel II, fue construido y donado por José Rodríguez Losada. Este año, por primera vez, podremos escuchar las campanas de la Puerta del Sol en dos ocasiones: la primera durante la medianoche peninsular y, la segunda, una hora más tarde, coincidiendo con la medianoche de las islas Canarias.